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Beagle

Esperanza de vida13-14 años
PesoMacho:8-14 kgHembra:8-14 kg
AlturaMacho:33-40 cmHembra:33-40 cm
Pedigree
Características
Tamaño
Ejercicios necesarios
Fácil de entrenar
Cantidad de desprendimiento
Necesidades de aseo
Bueno con los niños
Salud de la Raza
Costo de manutención
Tolera estar solo
Inteligencia
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Introducción de la Beagle

El Beagle es un perro de origen inglés que se utiliza para la caza de la liebre. La reina Isabel I tuvo una jauría famosa en la que los perros medían todos menos de 25cm, algunos eran tan pequeños que se los podía transportar en el bolsillo de la cazadora. También se dice que durante sus banquetes, la reina dejaba que los perritos jugaran en la mesa, por en medio de los platos.

Origen

Los orígenes del Beagle son difusos pero mayormente se cree que fueron los romanos los que llevaron los antepasados de este perro a Inglaterra para usarlos en la caza de conejos. Se especula que una vez allí se cruzaron varias razas de sabuesos. Fue en el siglo XVI cuando el Beagle se empezó a difundir de verdad por toda Inglaterra y aún, a finales del siglo XIX, existían diversas variedades de Beagle y la raza todavía no estaba fijada.

Comportamiento

El Beagle es valiente, jovial, afectuoso e inteligente. Es un perro de caza criado para perseguir presas en el campo y acostumbrado a vivir en jaurías, lo que hace que esté predispuesto para la compañía y que pueda ser uno más en la familia. El Beagle es tranquilo y se adapta a todo tipo de vida, tanto en el campo como en la ciudad. Es un perro vital y de cachorro acostumbra a ser muy travieso.

Aspecto

De expresión dulce, el Beagle es un perro de aspecto musculoso y compacto en su constitución. Tiene unas orejas largas que le cuelgan a los lados y un pelaje suave, corto, denso y resistente a la intemperie. El Beagle suele ser tricolor y tiene la extremidad de la cola blanca.

Cuidados específicos

Al tener un pelo corto y plano, el Beagle es muy fácil de asear, poniendo especial hincapié en las orejas.
El Beagle es un perro inagotable y es evidente que necesita hacer ejercicio diario. Posee un gran sentido del olfato y una vez suelto y sin correa, puede desaparecer siguiendo algún rastro, ignorando completamente las llamadas de su dueño.

Salud

El Beagle se caracteriza por su gran apetito, nunca se cansa de comer, si no se controlan sus dietas podría padecer problemas de peso. A pesar de ello, es un perro muy sano y rara vez hay que llevarlo al veterinario.

Las razones de la continua popularidad del Beagle son variadas, y esto se debe a que es verdaderamente un perro versátil que realiza muchas funciones. En primer lugar, y sobre todo, fue esencialmente un perro de caza, un verdadero sabueso. En segundo lugar era un especialista para la liebre, que se podía encontrar en abundancia en las Islas Británicas, y para los conejos de cola blanca, tan abundantes en EE.UU. En tercer lugar, su versatilidad como perro de caza era notable, ya que podía ser utilizado para casi cualquier tipo de pieza de las tierras altas, y resulta especialmente efectivo para la captura de ardillas y faisanes. En último lugar, pero no por ello menos importante, era y sigue siendo un perro pequeño, jovial, cariñoso y fiel, lo que hace que sea muy apreciado como mascota casera y compañero para los niños.

Todos los cachorros son hermosos, pero no hay nada tan adorable como un cachorro de Beagle. El estándar para esta raza del Kennel Club de Inglaterra dice que la expresión debe ser amable y atractiva, mientras que el American Kennel Club la define como dulce, agradable y suplicante. A mí me gusta especialmente la palabra «suplicante», ya que es ese aspecto el que hace que resulte casi imposible rechazar a un Beagle, ya que todos ellos parecen estar diciendo: «Por favor, llévame a casa contigo». Esos grandes ojos marrones y sus orejas péndulas podrían derretir a una piedra.

Virtudes del Beagle

El Beagle es una raza que encaja fácilmente en la mayoría de los hogares. Quiere complacer a aquellos a los que quiere y estar a su lado todo el tiempo posible, medrando cuando está al lado de su gente querida. Los Beagle pueden ser adiestrados, pero nunca trabajarán con la precisión con la que obedecen un Dobermann o un Shetland Sheepdog normales. Cuando se le ordena «Ven-vuelve», la tendencia del Beagle es la de responder: «Sí, en un minuto », y seguir con lo que está haciendo. Como el Beagle suspira por complacer, aprende lo que le gusta a usted (y que al mismo tiempo hace que él se sienta bien), y se esforzará por mantener este estado de cosas. Será tan obediente como resulte necesario para que usted esté de buen humor, pero, como es un Beagle, pensará en algunos trucos innovadores para hacerle reír y mantenerle entretenido. La vida con un Beagle siempre es divertida.

El Beagle tiene un tamaño manejable, y una talla de entre 33 y 40 cm a la cruz. Posee una constitución cuadrada, lo que significa que la longitud de su cuerpo (desde su pecho hasta sus piernas) es aproximadamente igual a su altura desde el suelo hasta la cruz. Con su instinto innato por la caza y por seguir un rastro, y su constitución corporal, es un perro atlético y funcional. Puede saltar sobre su regazo y al interior de su coche, salir a dar largos paseos con su correa puesta y seguirle a usted cuando salga a correr por el bosque o por la playa.

También es de fácil cuidado y necesita simplemente una dieta estándar de buena calidad para perros, y con su hermosa y corta capa no necesitará un acicalado excesivo. Necesita que le bañen ocasionalmente y un acicalado semanal, lo que incluirá que lo cepillemos para tener bajo control los pelos sueltos, y que le cortemos las uñas.

En el lado negativo, la tozudez del Beagle es legendaria. El Beagle necesita un propietario que sea amable, aunque firme, tolerante e insistente, alguien que no pierda los nervios cuando el perro desobedezca caprichosamente: alguien que disfrute con los retos.

La «música» del Beagle es exactamente eso: música para algunos y ruido para otros. Un Beagle solitario aullará y, en las ciudades, esto no contribuirá a las buenas relaciones con sus vecinos.

¿Quién es el propietario ideal?

El Beagle, debido a su inherente disposición natural y formal, encaja en la mayoría de ambientes familiares. No hace falta ser un propietario muy dominante para ser amo de este perro. El Beagle, al igual que casi cualquier otra raza, necesita sentirse un miembro de pleno derecho en su hogar. Medrará con un propietario que le lleve a dar largos paseos diarios, le saque a dar pequeños viajes en coche y vea con él la televisión por la tarde.

Una pareja en la que ambas personas trabajen puede proporcionar un buen hogar a un Beagle si no le dejan fuera del hogar cuando llegan a casa y se le incluye, siempre que sea posible, en las actividades vespertinas y del fin de semana.

Generalmente se lleva bien con los niños de cualquier edad, siempre que hayan crecido juntos y los niños sean amables, cuidadosos y considerados con el perro. Los niños y los perros hacen una buena pareja, siempre que los niños tengan presente que un perro es como una persona con pelo y no un oso de peluche o una muñeca.

¿Qué necesita el Beagle?

Un hogar en el que siempre haya alguien durante el día es ideal para cualquier perro, haciendo que la sociabilización y la educación básica resulten más sencillas. Pero en los tiempos actuales, en los que ambos miembros de una pareja trabajan y los niños están en el colegio, se deben hacer algunos planes para acomodar al cachorro mientras esté solo. No se debería dejar a un cachorro suelto por la casa. Incluso el dejarle encerrado en la cocina o en la despensa no supone una solución ideal. Un cachorro al que dejemos solo se aburrirá y pronto ocasionará daños en su entorno. Esto no es nada bueno para los muebles ni para el cachorro, ya que muchos de estos objetos pueden provocar grandes daños y facturas caras del veterinario si son mordidos y tragados. Deberá aprender todo lo referente a la utilización de una jaula como instrumento para la educación básica del cachorro.

Todo perro que viva en una zona urbana debe disponer de un recinto vallado. No podemos esperar de un perro que se quede dentro de los límites de su propiedad ni que se pasee suelto de forma segura por el vecindario, y los Beagle no suponen una excepción. Hay demasiados coches y camiones que, además, van demasiado deprisa como para arriesgarse a que un perro vaya suelto por la calle.

Siempre debemos sacarle a pasear con la correa y el collar puestos. Cuando no lleve la correa puesta debe encontrarse muy lejos del tráfico, ya que su curiosidad innata, su agudo sentido del olfato y su devoción por la caza harán que deje a un lado la precaución y continúe con lo que está haciendo, ya sea con o sin su propietario.

A ningún perro le gusta estar encerrado y apartado cuando su familia está en casa. Un Beagle que participe, siempre que sea posible, en las actividades familiares será un Beagle feliz y bien adaptado.

Preocupaciones relativas a la salud del Beagle

El hipotiroidismo (funcionamiento insuficiente de la glándula tiroides) es un problema de salud bastante común en los perros, ya sean de pura raza o cruzados, y afecta a muchos Beagle ancianos. Muchos perros nacen teniendo una función tiroidea normal, pero puede que se vuelvan hipotiroideos a medida que envejecen. Existen dos causas para este problema: una es la enfermedad tiroidea autoinmunitaria y la otra, más frecuente, es el hipotiroidismo idiopático.

Las buenas noticias sobre el segundo tipo de hipotiroidismo es que su diagnóstico no es complejo mediante una muestra de sangre y su tratamiento es fácil y barato: consiste, sencillamente, en administrar una pequeña pastilla una o dos veces por día. Los indicadores comunes del hipotiroidismo son el aletargamiento, la tendencia a la obesidad, una mayor sensibilidad al frío y al calor, pérdida bilateral de pelo y ennegrecimiento bilateral de la piel, especialmente en el abdomen y los muslos. El hipotiroidismo también puede afectar negativamente a la reproducción.

Los problemas de espalda son tan frecuentes en los perros como en las personas, y se sabe que los Beagle también los sufren. Existen muchas razones por las que los perros padecen problemas de espalda (que van desde las vértebras torácicas, pasando por las lumbares y hasta llegar a la región coccígea), y entre ellas se incluyen las causas familiares y las ambientales. Los perros con problemas esqueléticos que afecten a su flexibilidad y a sus movimientos no deberían ser utilizados como animales reproductores.

Además, deberíamos preocuparnos por mantener a nuestro Beagle esbelto y delgado, con una pequeña capa de grasa y con musculatura recubriendo las costillas. En condiciones ideales, debería parecer un atleta fuerte y esbelto capaz de desempeñar el trabajo para el que fue criado.

Los síntomas comunes de los problemas de espalda pueden ser la reticencia a subir y bajar escaleras o a entrar y salir de su coche, temblar, esconderse, la falta de apetito y, en los casos extremos, una postura jorobada o una parálisis parcial o completa de las extremidades posteriores. Cualquiera de estos síntomas requerirá la atención inmediata por parte de un veterinario.

La epilepsia canina es otra enfermedad que afecta a los Beagle. Se han llevado a cabo investigaciones exhaustivas sobre la herencia de la epilepsia, y el estudio de los pedigrees muestra que efectivamente, es hereditaria (se da más en los miembros de una misma familia de lo que cabría esperar si la razón fuera el mero azar). Una pregunta que debe usted formular al criador al que visite acerca de su línea es: «¿Ha tenido alguno de sus perros ataques de tipo epiléptico?». Es importante que sepa que un criador responsable no haría criar a aquellos animales que padezcan esta enfermedad. Aparte de la epilepsia, hay otras razones por las que un perro puede sufrir ataques pero, a pesar de ello, cualquier tipo de ataque debe hacer que vayamos inmediatamente al veterinario para que someta al perro a un chequeo completo para dar con el diagnóstico.

La «enteritis del cubo de la basura» es un término que se aplica a los perros que se dan un festín comiendo cosas que no se encuentran normalmente en su recipiente para la comida, lo que da como resultado molestias gastrointestinales. Los perros que han robado alimentos de la mesa de la cocina, del cubo de la basura o que han estado husmeando en la cesta de la colada deben ser vigilados por si muestran algún tipo de molestia: falta de apetito, vómitos, diarrea o una obstrucción intestinal. Recuerde que tanto los perros adultos como los cachorros pueden tragarse cosas que no sean opacas, como unas medias de señora o lencería, que no aparecerán en una radiografía pero que pueden dar lugar a una obstrucción completa del intestino.Lo mejor es buscar ayuda profesional tan pronto como apreciemos cualquier tipo de molestia.

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Historia de la Beagle

El origen del Beagle, al igual que el resto de razas caninas de tipo sabueso, no puede determinarse con total certeza, ya que parece como enterrado en la antigüedad. En el siglo II d.C., el Onomasticon, un diccionario griego en diez volúmenes obra de Iulius Pollux, menciona al perro utilizado por el hombre para la caza alrededor del año 1300 a. C. El antiguo autor griego Jenofonte hizo referencias en sus escritos datados alrededor del año 450 a.C. a unos perros pequeños utilizados para la caza (a pie) de liebres. Aunque no se puso un nombre concreto a estos perros, eran sin duda los ancestros de la raza canina que conocemos actualmente como Beagle.

El hombre de la antigüedad cazaba animales para su supervivencia, pero a lo largo de los siglos la caza evolucionó desde ser una forma de buscarse el sustento a convertirse en un deporte. Los terratenientes y la nobleza inglesa participaban, en una fecha tan antigua como el siglo XIV, en deportes cruentos (caza) como forma de actividad social. Utilizaban caballos y perros grandes y pequeños junto con pequeños terrier en sus cacerías de venados, zorros, tejones y liebres.

La selección en pos de unas características físicas y mentales deseables para así adecuarse a un cierto objetivo supone la forma en que surgieron las varias razas caninas. En los tiempos prehistóricos, el criador era el hombre de las cavernas que buscaba un perro que tuviera unos fuertes instintos básicos y que utilizó a los mejores de estos perros para que le ayudaran a buscar y a capturar su alimento. Más tarde, el criador fue el granjero, que se encontró que con el tener un perro resistente y lleno de energía a su lado le ayudaba a que no faltara la carne en la mesa familiar. El hombre de las cavernas, y más tarde el granjero, seguían a los perros a pie. Más tarde, cuando el Beagle fue tenido por la aristocracia, se dio empleo a cuidadores que tenían que seleccionar a los animales. La aristocracia, que poseía riqueza para poderlo hacer, tenía muchos perros juntos, en jaurías, y la similitud en cuanto al tipo dentro de ellas era una cualidad muy estimada. El terreno variaba entre los condados en toda Inglaterra, con lo que el tipo deseable variaba entre una jauría y otra, para así poder superar los retos que suponía la caza local. Estos grupos de acaudalados cazadores solían seguir a los perros a caballo.

Mediante la selección continua de las características y los rasgos deseables para adaptarse al objetivo que tenía ante sí, el criador (ya fuera el hombre de las cavernas, el granjero, el cuidador, etc.) fijó el tipo en estos perros y estos pequeños sabuesos fueron finalmente refinados y criados dándose una cierta constancia en cuanto a sus rasgos y características.

Durante la Edad Media había en Inglaterra dos variedades de perros de tipo sabueso que se decía eran bastante numerosos. Estaban los sabuesos del norte y los del sur. También había unos sabuesos de mayor tamaño utilizados para el rastreo de venados (probablemente el Foxhound) y otros de menor tamaño utilizados para seguir el rastro de las liebres, que se cree fueron los Harrier y los Beagle.

Se ha escrito poco sobre la descripción del sabueso del norte, aunque William Youatt, en su libro The Dog, publicado en 1846, menciona «el labio más contraído y poco péndulo de los perros del norte», y afirmaba que era el más veloz. También aparecen menciones de escritores del siglo XVII sobre los Beagle de los condados del norte de Inglaterra. Entre ellos se encuentra William Somerville (1675-1742), que dice que este perro era veloz y más esbelto que el Cotswold Beagle. Quizás el sabueso del norte y el Beagle de los condados del norte de Inglaterra fueran el mismo perro (así lo parece). Así que ¿qué razas se combinaron entre sí para dar lugar al Beagle? Algunos creen que surgió a partir del cruce entre el Harrier y el antiguo sabueso sureño (o del sur de Inglaterra). En algunos casos fueron llamados «Harrier pequeños». La mayoría de los eruditos parecen apoyar la teoría de que el Beagle actual derivó, en su mayor parte, del Harrier. La selección, camada tras camada y una y otra vez en pos de un perro de menor talla, fijó el tamaño. Lo que en un tiempo recibía el nombre de Foxhound pequeño o Harrier pequeño se conoce en la actualidad con el nombre de Beagle.

Durante el siglo XVII, los Beagle recibieron muchos nombres distintos (aunque similares): sabuesos del norte y del sur, Beagle de pelaje duro y de pelaje liso. El sabueso del sur fue descrito por Gervase Markham como poseedor de «un hocico más largo, unas orejas y partes péndulas del labio menos marcadas, y un aspecto general más esbelto y similar al de un lebrel. Poseían un buen olfato y eran veloces, pero en lo tocante al ladrido, era un poco agudo y su voz no era profunda». William Youatt, en su libro The Dog, coincide con Stonehenge (J. H. Walsh, una afamada autoridad en lo tocante a los perros en la época victoriana) y creía que el cruce entre el Harrier y el antiguo sabueso del sur fue el que dio lugar al Beagle.

En la obra Cynographia Britannica, publicada alrededor de 1800, existen descripciones de los Beagle del sur y de los del norte. Estos pequeños perros eran descritos como variedades que generalmente se diferenciaban según las partes del país en que eran criados, lo que proporciona un apoyo a la cita que se atribuyó a William Somerville en esa misma época: «un perro diferente para cada tipo de caza. Elíjase con buen juicio».

Los Beagle del norte solían ser de pelaje blanco, tenían las extremidades rectas y sus hombros y caderas estaban mejor formados, y soportaban mejor que los Beagle del sur el mal clima y el ejercicio prolongado. William Somerville describió al Cotswold Beagle, al que reconoció el mérito de haber dado lugar a algunos de sus mejores Harrier al cruzarlo con el antiguo sabueso del sur.

El escritor Beckford escribió, alrededor de 1750, sobre el Fox-Beagle y describió que tenían un temperamento excepcionalmente vital, además de ser ágiles de pies. Hace constar que cruzó a sus Harrier con ellos para así proporcionarles más rapidez y conducción. También se menciona a los Beagle de pelaje duro (rough) y los de pelo duro (wire) que son, con casi total certeza, el mismo tipo de perro, ya que ambos se encontraban principalmente en Devon (en el sur de Inglaterra) y cerca de Gales. William Youatt decía que el Beagle de pelo duro (wire) era el más fuerte, el más robusto y que era una mejor variedad. Aquellas personas familiarizadas con los Fox Terrier y los Beagle son conscientes de que hay razones para pensar que hay sangre del Fox Terrier en los Beagle actuales, lo que quizá pueda ser la causa de la legendaria tozudez de este perro.

Los Kerry Beagle también son mencionados repetidas veces por los eruditos y eran bastante distintos del aspecto que debería tener un Beagle: gallardo, de constitución bastante ligera, de color negro y fuego y parecido, en muchos aspectos, a un Bloodhound. Se dice que esta raza había estado presente en el sur de Irlanda durante cientos de años, y la familia Ryan de Scarteen decía haberlos tenido desde 1735. No fueron vistos en Inglaterra hasta principios del siglo XX. Algunos creen que el Beagle actual obtuvo su agudo olfato del Kerry Beagle que, en cuanto a su coloración y aspecto general, era un Bloodhound en miniatura.

Stonehenge, en su Manual of British Sports (1861) detallaba las siguientes variedades de Beagle: «Primero el Beagle mediano, que puede ser pesado y de tipo sureño, o ligero y de tipo norteño; en segundo lugar el Beagle enano o faldero; en tercer lugar el Fox Beagle, y por último el Terrier Beagle o Beagle de pelaje duro».

A lo largo de los siglos, la realeza británica ha poseído Beagle. Se dice que durante el reinado de Enrique VIII los Beagle fueron muy populares. Existen testimonios escritos de los Beagle durante el reinado de la hija de Enrique, Isabel I (1559-1603), además de cuadros que muestran a miembros de su corte cazando con ellos. También hay un retrato de la reina Isabel I con un Beagle a su lado. Es interesante apreciar que en la época isabelina eran perros muy pequeños. Se les describía como Beagle enanos, miniatura o de bolsillo. Su talla oscilaba entre los 20 y los 25 cm a la cruz y eran lo suficientemente pequeños como para que, en ocasiones, fueran llevados a una cacería en alforjas a lomos de un caballo.

Otro miembro de la realeza que escogió al Beagle fue Jacobo I (1566-1625), que disfrutaba con la caza de liebres con su jauría. Un siglo más tarde, durante el reinado de Jorge IV (1762-1830), se describió a los Beagle ingleses como poseedores de un pelaje duro o uno liso, prefiriendo el rey Jorge a los de pelaje liso. Mientras era príncipe de Gales, disfrutaba cazando con su jauría de Beagle enanos. Estos pequeños perros no tuvieron una gran popularidad después de esta época.

Hacia finales del siglo XIX comenzaron las actividades caninas organizadas. La aristocracia, que llevaba largo tiempo dedicada a la caza, poseía jaurías de Foxhound, Harrier y Beagle. Cazaban, sobre todo, montados a caballo, persiguiendo a los zorros con Foxhound y Harrier (que eran de mayor tamaño) y a las liebres con el Beagle (de menor tamaño). El término inglés «beagling» se define como el arte de la caza de la liebre en su entorno natural con una jauría de perros pequeños que se basan únicamente en su olfato para seguir el intrincado camino que ha tomado la liebre. Este tipo de caza también se hizo popular entre el pueblo llano, ya que el pequeño Beagle podía ser seguido a pie.

El Kennel Club de Inglaterra se fundó en 1873, y a partir de ahí se celebraron regularmente exposiciones caninas. La primera mención acerca de la presentación de Beagle en exposiciones en Inglaterra se da en la exposición canina de la Tunbridge Wells Dog Society el 21 y el 22 de agosto de 1884, participando en ella ocho o nueve Beagle. Había una categoría exclusiva para Beagle de cualquier tamaño, y el mejor ejemplar de esta categoría de menos de 35,5 cm de altura obtuvo una copa de plata y un cuerno de caza.

El Beagle Club de Inglaterra se fundó en 1890, celebró su primera exposición en 1896 y publicó su primer Anuario en 1897. La Primera Guerra Mundial (1914- 1918) detuvo muchas de las actividades relacionadas con los Beagle, pero el interés creció durante las siguientes dos décadas. Más adelante, la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) también interfirió, y el vizconde Chelmsford se lleva el mérito de haber reiniciado las actividades de esta asociación cinófila.

La sociedad de mayorales de rehala de Harrier y Beagle se fundó en 1891. Los miembros de esta sociedad se limitaban a aquellos que tenían, o habían tenido, jaurías inscritas que se dedicaran regularmente a la caza de la liebre. El objetivo de ambas entidades fue el de acrecentar el interés por los Beagle. A principios de la década de 1950 hubo un renovado interés por ellos que continúa en la actualidad. Desde 1962 se han fundado en las Islas Británicas varias sociedades caninas regionales dedicadas al Beagle.

Actualmente, los Beagle disponen de una categoría en la mayoría de los concursos no puntuables que se celebran en el Reino Unido y en todas las exposiciones generales de campeonato que se celebran bajo las normas y reglas del Kennel Club de Inglaterra. El número de ejemplares inscritos es alto, frecuentemente de 100 o más y, a veces, incluso es del doble de esta cifra.

Introducción y aceptación en la europa continental

En Francia, durante el reinado de los Borbones (1589-1848), la abundancia de cacerías era inigualable. En Chantilly, donde residía el príncipe Luis Enrique de Borbón, se han conservado registros de caza. Los registros de 1748 a 1779 muestran que se cazaron 77.750 liebres, además de 3.364 venados y ciervas.

Se cree que el Foxhound descendía de cuatro tipos distintos de sabuesos franceses. En el libro de George Tirberville Art of Venerie, escrito durante el reinado de Isabel I, se describían los tipos de sabuesos franceses.: «... el blanco, utilizado principalmente para la caza de venados; el leonado, utilizado para todo tipo de presas, principalmente venados; el pardo, utilizado con más frecuencia que cualquier otra raza de sabueso y bueno para cualquier tipo de caza, y el negro o San Huberto, que es de muchos colores y que, sin duda, es el antepasado del Bloodhound y del sabueso del sur». Muchos expertos creen que el sabueso del sur, al ser cruzado con el Harrier (de menor tamaño y que frecuentemente se decía que era una versión en miniatura del Foxhound), fue el antepasado del Beagle.

Al igual que en las Islas Británicas, los aficionados al Beagle de la Europa continental disfrutaron de este pequeño y alegre perro de caza de tipo sabueso (que además era un perro completo para todas las actividades), que era un gran cazador de variedad de presas, además de un hermoso y atractivo compañero en casa. En la actualidad, la popularidad del Beagle sigue siendo alta y participa, en gran número, en todas las exposiciones caninas.

Introducción y aceptaciónen EE.UU.

Comenzando por los tiempos de la colonización, los europeos que iban a América llevaban perros consigo: algunos, para que actuaran como perros de guarda; otros, para tirar de carros, y otros para capturar piezas de caza y así obtener alimento. Algunos de estos perros fueron llevados por su habilidad innata para captar un rastro, seguirlo y capturar las piezas.

La primera mención del Beagle de la que se tiene constancia se encuentra en History of Ipswich, Essex, and Hamilton, de Joseph Barrow Felt, publicada en 1834. El libro se basaba, en parte, en los antiguos datos de las ciudades, y en los registros del año 1642 se menciona al Beagle, que ayudaba a los cazadores locales a mantener a los lobos alejados de la ciudad.

Antes de la Guerra de Secesión americana (1861-1865), los cazadores de los estados sureños utilizaban a perros pequeños, entre ellos, los Beagle, para la caza de zorros y liebres. Durante la guerra cesó prácticamente todo tipo de caza, pero una vez acabada, el interés resurgió. Algunos de los cazadores más acaudalados, que querían mejorar sus animales, importaron Beagle de Europa.

A principios de la década de 1870 el general Richard Rowett, del estado de Illinois, se interesó enormemente por los Beagle. Importó perros de Inglaterra y a partir de ellos crió lo que los aficionados de esos tiempos consideraron como muy buenos ejemplares de la raza. Los Beagle de Rowett fueron conocidos por la constancia en cuanto al tipo, la homogeneidad de sus manchas y su eficacia en el campo.

Otro famoso criador de esa época fue Mr. Norman Elmore, que importó algunos perros influyentes para el desarrollo de su línea Elmore. Ringwood y Countess fueron dos de los perros importados. Ringwood fue muy utilizado como semental y llevó frecuentemente a su descendencia a la línea Rowett. Estos dos caballeros, el general Rowett y Mr. Elmore, trabajaron juntos y las dos líneas produjeron lo que muchos pensaron que eran los mejores Beagle de aquella época.

Alrededor de 1880, Mr. Arnold, de Rhode Island, importó una jauría de Beagle de la línea Royal Rock, del norte de Inglaterra. Aproximadamente seis años más tarde, Mr. James L. Kernochan importó otra jauría de Inglaterra, y estos ejemplares tuvieron una considerable influencia sobre la calidad de los Beagle estadounidenses. Desde esos tiempos en adelante, la popularidad del Beagle creció firmemente.

En 1885, un macho llamado Blunder fue el primer Beagle inscrito en el libro de orígenes genealógico del American Kennel Club. El National Beagle Club se fundó en 1888, y esta asociación canina celebró la primera prueba de campo para esta raza dos años más tarde en Hyannis (Massachusetts), en la que participaron dieciocho ejemplares. Se cree que el primer estándar estadounidense para esta raza fue redactado por el general Rowett, Mr. Norman Elmore y un tal Dr. L. H. Twaddell.

El 21 de diciembre de 1901, Champion Windholme’s Bangle, una hembra de cinco años propiedad de Mr. Harry T. Peters, se convirtió en el primer ejemplar de esta raza que obtuvo el premio al Mejor de la Exposición (Best in Show) en una exposición abierta a la participación de ejemplares de todas las razas.

Hacia 1917, la popularidad del Beagle como perro de exposición se puso de evidencia con una participación de 75 ejemplares en la exposición canina más importante de EE.UU.: la que organiza el Westminster Kennel Club en la ciudad de Nueva York. En esta exposición, los Beagle obtuvieron grandes éxitos, venciendo primero en el Grupo de Perros de Caza (en esos tiempos no había un grupo para los sabuesos), además del trofeo a la Mejor Pareja de Caza y Mejor Equipo de Caza de la exposición. Es interesante advertir que fue en esta exposición donde los Beagle fueron expuestos dividiéndolos en dos variedades basadas en la talla: había una categoría para los Beagle de 33 cm o menos y otra para aquellos que superaran esta talla (pero que no debían medir más de 38 cm). Desde entonces, esta raza ha sido exhibida en las exposiciones de belleza celebradas en EE.UU. dividiéndose en estas dos variedades.

El interés y el entusiasmo por este pequeño e inteligente cazador nunca han descendido en EE.UU. En la actualidad, el Beagle sigue siendo una de las razas completas más populares en este país: en casa como compañero, en el campo como entusiasta cazador y seguidor de rastros, y en el ring de las exposiciones de belleza como miembro muy competitivo del Grupo de Sabuesos.

El admirar una jauría de perros en rehala, es en general, un bello espectáculo, pero cuando se trata de una jauría de Beagle, la belleza está asegurada.

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Apariencia de la Beagle

Apariencia general

Es un perro de estructura corporal compacta y robusta, que da la impresión de calidad sin ser tosco.

Tamaño

Altura mínima deseable hasta la cruz: de 33 cm.
Altura máxima deseable hasta la cruz: de 40 cm.

Temperamento / Comportamiento

Es un perro alegre, cuya función esencial es la de cazar principalmente a la liebre siguiendo su rastro. Es audaz y desarrolla una gran actividad con determinación y tenacidad. Es alerta, inteligente y posee un temperamento equilibrado. Es amable y vigilante, no muestra agresividad ni timidez.

Cabeza

De longitud adecuada. Es potente, sin ser tosca, más fina en la hembra, libre de arrugas y sin fruncir el ceño.

Región craneal

  • Cráneo: Ligeramente abombado, moderadamente amplio con una cresta occipital leve.
  • Depresión naso-frontal (Stop): Está bien definida y divide la distancia entre el occipucio y la punta de la nariz en dos partes lo más iguales posible.

Región facial

  • Nariz: Ancha, negra de preferencia, aunque se permite una pigmentación atenuada en ejemplares de colores claros. Ventanas amplias.
  • Hocico: No es puntiagudo.
  • Labios: Razonablemente desarrollados.
  • Mandíbulas / Dientes: Las mandíbulas deben ser fuertes, con una mordida de tijera perfecta, regular y completa, es decir, que los incisivos superiores se superponen estrechamente a los inferiores y son implantados verticalmente en los maxilares.
  • Ojos: Color pardo oscuro o avellana, bastante grandes, ni hundidos ni prominentes, bien separados uno de otro, con una expresión dulce y simpática.
  • Orejas: Largas, con la punta redondeada la cual alcanza cerca del extremo de la nariz cuando las orejas son dirigidas hacia adelante. De inserción baja, textura fina, cuelgan graciosamente pegadas a las mejillas.

Cuello

Suficientemente largo para permitir al sabueso http://www.mundoanimalia.com/images/30/ec/62/Beagle/Beagle_490.jpginclinarse durante el rastreo; ligeramente arqueado y muestra una pequeña papada.

Cuerpo

  • Línea superior: Recta y nivelada.
  • Lomo: Corto, pero bien balanceado, poderoso y flexible.
  • Pecho: Desciende hasta debajo de los codos. Costillas bien arqueadas que se extienden perfectamente hacia atrás.
  • Vientre: No excesivamente levantado.

Cola

Fuerte y moderadamente larga. De inserción alta, es llevada alegremente, pero no enroscada sobre la espalda o inclinada hacia adelante desde su raíz. Bien cubierta de pelo, sobre todo en su parte inferior.

Extremidades

Miembros anteriores

Miembros delanteros rectos, verticales y bien colocados bajo el cuerpo; con buena sustancia y huesos redondos. Los miembros no disminuyen hasta los pies.

  • Hombros: Omóplatos colocados hacia atrás, no pesados.
  • Codos: Firmes sin desviaciones hacia afuera o hacia adentro. La altura hasta el codo es casi la mitad de la altura a la cruz.
  • Metacarpos: Cortos.

Miembros posteriores

  • Muslos: Musculosos.
  • Rodillas: Anguladas.
  • Articulaciones tibio-tarsianas: Firmes, de colocación baja y paralelas entre sí.

Pies

Compactos y firmes. Bien articulados, con almohadillas fuertes. No presenta pies de liebre. Uñas cortas.

Movimiento

Espalda nivelada y firme; el perro no se balancea en su movimiento. Zancada libre, con un alcance largo y recto en el frente sin acción alta; los miembros posteriores muestran buen impulso. No debe presentar un movimiento estrecho, ni un movimiento circular hacia afuera o cruzamiento en el frente.

Pelaje

Pelo

Corto, denso, resistente a las intemperies.

Color

Cualquier color reconocido para los Hound, exceptuando el color hígado. La punta de la cola es blanca.

Faltas

Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar y de sus consecuencias sobre la salud y el bienestar del perro.
Cualquier perro monstrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado.

N.B : Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.

Consejos de compra

Buscar un cachorro por Internet conlleva riesgos. Para tener clara la profesionalidad del criadero con quien contactéis, os recomendamos que...

  • Os aseguréis de que responde vuestras dudas, que se descubre conocedor de la raza (que asiste a exposiciones caninas), y que se ofrece a realizar un seguimiento del cachorro después de la venta. ¿Se implica, o se limita a fijar un precio?
  • Veáis si está recomendado por otros criadores, o si tiene referencias de clientes satisfechos.
  • Os aseguréis de que tiene afijo, que sus perros están inscritos en el LOE y tienen pedigree en regla. Tened en cuenta que tramitar el pedigree de un cachorro no es nada caro, desconfiad de frases tipo "si te lo doy con pedigree te va a salir mucho más caro".
  • Os dé garantías en relación a problemas de salud, físicos, hereditarios... ¿Entrega el cachorro con cartilla veterinaria, chip, vacunas, desparasitaciones y revisiones veterinarias al día?
  • Le pidáis que os muestre sus instalaciones y os deje ver a los ejemplares ¿Están éstos libres de enfermedades?
  • Y por último, recordad que los cachorros necesitan un mínimo de dos meses junto a su madre antes de ser entregados. Desconfiad de quien quiera acelerar el proceso.
Además, siempre hay que tener muy en cuenta los cuidados que requiere vuestra futura mascota. Tomad nota:
En el caso de los Beagle, su mantenimiento estético no es tan exigente comparado con otras razas, sin embargo no hay que descuidarlo.
  • Cepillar de vez en cuando con un cepillo de goma.
  • Se debe bañar cada seis u ocho semanas, y hay que cuidarle las uñas.
  • No requiere corte. 
  • Hay que cuidar sus ojos, orejas y dientes.
  • Se debe acudir al veterinario con la frecuencia que se requiera, y tener siempre al día sus vacunas. 
Por otro lado, la raza Beagle requiere de mucho ejercicio aunque eso no quiere decir que no pueda vivir perfectamente en un departamento, eso sí, no se deben descuidar sus paseos diarios. 
De igual forma no hay que olvidar las posibles patologías de la raza:
  • Epilepsia
  • Problemas cardíacos
  • Enfermedades de espalda 
  • Enfermedades de la vista

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