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¿Qué sabes de las libélulas?
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¿Qué sabes de las libélulas?

Frente a otros insectos, las libélulas son unos animales bellos, con un cuerpo alargado y llamativo, que se divide en tres partes (cabeza, tórax y abdomen), las antenas cortas, seis patas y los ojos grandes. Además de los colores que caracterizan su cuerpo (rojo, amarillo, verde, azul) y de su forma peculiar, destacan sus dos pares de alas, reticulares y transparentes, que incluso sobre el suelo o apoyada en las rocas mantienen en posición horizontal.

Excelentes planeadoras

Son capaces de mover sus alas a la vez o por separado. Gracias a ellas, las libélulas son excelentes planeadoras, pues además de volar, pueden permanecer estáticas sobre una superficie sin llegar a posarse en ella; solo con la ayuda de sus alas. Y hasta aparearse.

En cambio, sus seis patas no la convierten en buena caminadora; por esta razón, no suelen desplazarse sobre el suelo, sino que siempre lo hacen por el aire, donde se sienten más seguras, menos vulnerables.

Depredadoras y carnívoras

Pertenecen a la familia de los odonatos y, por tanto, son depredadoras y carnívoras, ya que se alimentan de otros insectos de menor tamaño, como mosquitos, moscas..., e incluso de polillas y mariposas. Siempre en pleno vuelo. Pese a ello, no atacan a los seres humanos, es decir, no pican, a diferencia de otros insectos, pero sí pueden intentar morder, sin provocar ningún daño, si se sienten amenazadas o son atacadas.

Pero como la mayoría de los artrópodos, sirven de comida para muchos otros animales, como las aves y los reptiles.

No confundir con el caballito del diablo

A pesar de que sus crías son acuáticas, las libélulas adultas respiran aire por medio de pequeños orificios presentes en su abdomen llamados espiráculos. Estos anisópteros son muy parecidos a los caballitos del diablo, con quienes tienden a confundirse, aunque ambos insectos difieren sensiblemente. Quizá el aspecto más evidente es la posición de las alas cuando ambos odonatos permanecen quietos. Ya hemos señalado que las cuatro alas de las libélulas se quedan en posición horizontal, mientras que las del caballito del diablo se pliegan y pegan al cuerpo. También los ojos son distintos, pues los de este último presentan un mayor distanciamiento entre ellos. Por último, el tamaño es otro elemento a tener en cuenta, ya que las libélulas son más grandes que los caballitos del diablo. Por eso mismo, no pueden mantener el vuelo durante mucho tiempo y necesitan descansar a menudo; las libélulas, en cambio, sí pueden recorrer grandes distancias en busca de alimento o mientras persiguen insectos para cazarlos al vuelo, y sin tener que posarse sobre ninguna superficie. Ello las convierte en unas excelentes cazadoras.   

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