La primavera y el verano suelen presentar desafíos para los dueños de perros, especialmente con problemas de piel como las zonas calientes. Esta guía te ayudará a entender qué son las zonas calientes, sus causas, signos para detectar, cómo los veterinarios las diagnostican, tratamientos efectivos y consejos para evitar que vuelvan a aparecer. Aprenderás a reconocer los síntomas a tiempo y a ofrecer un cuidado responsable que alivie las molestias de tu perro.
Las zonas calientes, conocidas médicamente como dermatitis húmeda aguda o dermatitis piotraumática, son parches rojos, inflamados, húmedos y de desarrollo rápido en la piel del perro. Estas lesiones pueden aparecer de forma repentina y extenderse rápidamente porque el perro se lame, muerde o rasca las áreas irritadas. La saliva y la humedad del lamido mantienen la piel húmeda, favoreciendo infecciones bacterianas y heridas dolorosas.
Estas lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo del perro, pero son comunes en la cara, cuello, extremidades, caderas, orejas, base de la cola y otras zonas de presión donde el perro suele acostarse.
Detectar las zonas calientes a tiempo es fundamental. Observa signos como:
Razas con orejas caídas, como los Cockers Spaniels, pueden presentar zonas calientes bajo las orejas, mientras que áreas como la base de la cola pueden indicar problemas relacionados, como dolencias de las glándulas anales.
Las zonas calientes suelen iniciarse a partir de una irritación subyacente que provoca que tu perro se lama o muerda excesivamente la piel. Las causas comunes incluyen:
El veterinario tomará un historial detallado, examinará las lesiones y podrá buscar problemas subyacentes como pulgas o alergias. El diagnóstico suele ser clínico, pero puede incluir raspados de piel o pruebas de alergia si es necesario. Un diagnóstico temprano y preciso asegura un plan de tratamiento adecuado.
El tratamiento se centra en aliviar el malestar, curar las lesiones y tratar la causa subyacente. Los pasos estándar incluyen:
Es muy importante completar el tratamiento completo prescrito, incluso si la zona caliente parece mejorar, para erradicar completamente la infección e inflamación.
Aunque no son totalmente prevenibles, puedes tomar medidas para reducir el riesgo:
Si tu perro muestra signos de zonas calientes, acude al veterinario cuanto antes. Un tratamiento rápido limita el dolor y evita que la infección se extienda. Recuerda que una intervención temprana suele acelerar la curación y reducir el estrés de tu mascota.
Con un cuidado atento, puedes aliviar las molestias de las zonas calientes y hacer que tu perro disfrute de las estaciones con comodidad nuevamente.