El aumento de peso inexplicado en los perros puede preocupar a sus dueños, especialmente cuando no han cambiado los hábitos de dieta ni ejercicio. En España, muchos perros presentan sobrepeso, pero si el peso de tu perro aumenta sin una razón clara, podría ser síntoma de un problema de salud subyacente. Esta guía repasa seis enfermedades comunes que pueden provocar un aumento inesperado de peso en perros y cómo identificarlas.
El hipotiroidismo es un trastorno endocrino en el que la glándula tiroides produce insuficientes hormonas, especialmente T3 y T4. Estas hormonas regulan el metabolismo; cuando sus niveles son bajos, la tasa metabólica del perro disminuye. Como resultado, se produce un aumento de peso a pesar de no aumentar la ingesta alimentaria.
Los perros afectados también pueden mostrar letargo, intolerancia al frío, pelaje opaco o escaso y piel seca. El diagnóstico requiere que el veterinario realice análisis de sangre para medir los niveles hormonales tiroideos. El tratamiento con hormonas sintéticas suele restaurar el metabolismo normal y ayuda a alcanzar un peso saludable.
La enfermedad de Cushing canina, o hiperadrenocorticismo, se debe a una producción excesiva de cortisol por las glándulas suprarrenales, que con frecuencia causa una redistribución de la grasa y una apariencia abdominal abultada característica. Los perros también pueden presentar aumento de la sed y la micción, pérdida muscular, adelgazamiento o caída del pelo, y piel frágil propensa a hematomas.
Esta enfermedad requiere diagnóstico veterinario mediante análisis hormonales y pruebas de imagen. El tratamiento puede incluir medicación para reducir la producción de cortisol o, en ciertos casos, cirugía. Un manejo precoz mejora la calidad de vida del animal.
Los parásitos intestinales, como las tenias o los tricocéfalos, pueden provocar mala absorción de nutrientes y cambios variados de peso. Aunque habitualmente los parásitos ocasionan pérdida de peso, una infestación grave puede causar que el abdomen del perro se vea distendido o hinchado, simulando un aumento de peso con apariencia de abdomen abultado.
Desparasitar regularmente es fundamental para proteger la salud de tu perro y evitar alteraciones de peso relacionadas con parásitos. Si observas inflamación abdominal o síntomas gastrointestinales, consulta al veterinario para un control adecuado de parásitos.
Algunas enfermedades cardíacas, renales o hepáticas pueden causar acumulación de líquidos en el abdomen o la cavidad torácica, conocido como retención de líquidos o edema. Esto puede generar una apariencia hinchada o abultada sin aumento real de grasa, haciendo que el perro parezca con sobrepeso o más pesado.
La retención de líquidos suele ser indicio de un problema grave que requiere evaluación y tratamiento urgentes por parte del veterinario. Revisiones veterinarias frecuentes y atención rápida ante cualquier inflamación son esenciales para manejar estas condiciones severas.
Ciertos fármacos, especialmente corticosteroides prescritos para alergias, inflamación o enfermedades autoinmunes, pueden aumentar el apetito y provocar retención de líquidos, ambos contribuyendo al aumento de peso. Algunos medicamentos también pueden disminuir la actividad del perro, influenciando aún más en el peso.
Es importante hablar con el veterinario sobre los posibles efectos secundarios al iniciar cualquier medicación. Ajustes en la alimentación y el ejercicio ayudan a manejar cambios de peso durante el tratamiento.
En perras no esterilizadas, el embarazo conlleva naturalmente un incremento de peso debido al desarrollo de los cachorros. Esto a veces se confunde con un aumento de peso inexplicado, especialmente en perros rescatados o cuando se desconoce el estado de esterilización.
Conocer el estado reproductivo de tu perra es vital. Si dudas si está esterilizada, consulta al veterinario. Los signos de embarazo incluyen aumento progresivo del abdomen y cambios de comportamiento. El cuidado veterinario durante la gestación garantiza la salud tanto de la madre como de los cachorros.
Si tu perro aumenta de peso sin razón aparente en su dieta o estilo de vida, o si notas otros síntomas como letargo, aumento de la sed o la micción, pérdida de pelo o hinchazón abdominal, busca asesoramiento veterinario. Un diagnóstico temprano de problemas como hipotiroidismo o enfermedad de Cushing es clave para un tratamiento eficaz y una mejor salud a largo plazo.
Recuerda que como propietarios responsables de mascotas, debemos realizar controles veterinarios periódicos y monitoreo del peso para mantener el bienestar de nuestros perros.