La salmonelosis en perros es causada por la infección con bacterias Salmonella, normalmente ingeridas a través de alimentos o agua contaminados, como carne cruda, pollo poco cocinado o contacto con heces de animales infectados. Esta condición puede provocar problemas graves de salud como gastroenteritis y es contagiosa, pudiendo transmitirse a otras mascotas y personas.
Los perros se infectan principalmente al consumir alimentos contaminados o por contacto con la saliva o heces de animales infectados, incluyendo otros perros, gatos o humanos. Los alimentos de alto riesgo incluyen:
Como animales oportunistas, los perros pueden rebuscar en la basura o comer cadáveres que contienen bacterias nocivas. Las aves son portadoras frecuentes de salmonela, por lo que las mascotas expuestas a comederos de aves o sus excrementos también están en riesgo. Se recomienda gestionar cuidadosamente la proximidad de las aves para minimizar el riesgo.
Los síntomas suelen aparecer entre 6 y 72 horas tras la infección. Las señales iniciales incluyen fiebre alta, seguido de vómitos persistentes y diarrea, que puede ser acuosa o con sangre. Otros síntomas son:
Dado que la salmonelosis puede ser grave y contagiosa, la atención veterinaria urgente es fundamental al detectar estos signos. Un diagnóstico rápido ayuda a prevenir complicaciones graves y la transmisión a otros animales o personas del hogar.
El veterinario realizará un examen completo y podría realizar análisis fecales para confirmar la infección por salmonela. Los casos leves pueden manejarse sin antibióticos para evitar resistencias, usando cuidados de apoyo como terapia de fluidos, ajustes dietéticos y descanso.
Las infecciones graves pueden requerir hospitalización con fluidos intravenosos y tratamiento antibiótico. La recuperación puede tardar varias semanas, siendo especialmente vulnerables los cachorros y perros inmunodeprimidos.
La salmonelosis en perros es una enfermedad grave pero tratable que suele originarse por el consumo de alimentos contaminados o contacto con animales infectados. Reconocer sus síntomas tempranos y buscar atención veterinaria a tiempo es crucial para una buena recuperación. La prevención mediante la adecuada cocción de alimentos, control del entorno y buena higiene protege a su perro, familia y otras mascotas de esta enfermedad contagiosa.
Los dueños responsables deberían preferir adquirir mascotas en criadores de confianza o centros de adopción respetables para evitar riesgos asociados a animales poco saludables o mal criados. Cuidar la alimentación y el ambiente de su mascota favorece una vida larga, feliz y saludable.