Muchos perros tienen uñas en sus dedos, pero algunas razas también presentan espolones en las patas traseras. Estos espolones aparecen a mitad del interior de las patas posteriores y pueden ser únicos o dobles. Son una característica evolutiva fascinante que puede servir para proporcionar agarre adicional o equilibrio en terrenos difíciles.
Este artículo explora las razas de perros más comunes con espolones traseros, incluyendo aquellas conocidas por sus dobles espolones, para ayudarte a comprender mejor la anatomía y el origen de tu perro.
El Mastín del Pirineo, también llamado Mastín de los Pirineos, suele tener un espolón en cada pata trasera, aunque a veces puede presentar espolones dobles. Esta raza española grande y antigua fue criada como guardián de ganado en zonas montañosas. Sus espolones traseros ayudan a agarrar terrenos ásperos y superficies heladas, mejorando el equilibrio y la maniobrabilidad.
El pastor catalán es conocido por presentar a menudo espolones dobles en las patas traseras. Estos espolones se sitúan bastante bajos en la pata y pueden ayudar a distribuir mejor el peso del perro, proporcionando mayor tracción en zonas resbaladizas o de montaña, ambientes donde esta raza tradicionalmente trabajaba.
El Perro de Agua Español puede mostrar espolones en las patas traseras, sólidos y funcionales. Esta raza fue utilizada para pastorear y asistir en tareas de agua, por lo que esos espolones le ayudan a mantener estabilidad en terrenos irregulares o mojados.
Otras razas que pueden presentar espolones traseros incluyen el San Bernardo y el Mastín Español. Estas razas grandes, muchas originarias de zonas montañosas o con tradición pastoril, pueden tener espolones simples o dobles que contribuyen a la estabilidad y la movilidad en terrenos difíciles.
Los espolones traseros son considerados vestigios evolutivos o adaptaciones para ciertos trabajos, especialmente en pastoreo o protección de ganado en zonas con terrenos irregulares, nevados o escarpados. Pueden otorgar agarre adicional, ayudar en el equilibrio, o facilitar giros rápidos y movimientos ágiles en terrenos difíciles.
Sin embargo, estos espolones a menudo están sujetos sólo por piel y ligamentos (a diferencia de los anteriores, que pueden estar unidos al hueso), por lo que requieren inspección y cuidado regulares para evitar lesiones, enganches o infecciones.
Si tu perro tiene espolones traseros, la rutina de aseo y cuidado es fundamental para mantenerlos sanos. Revisa regularmente que no tengan bordes irregulares o signos de irritación y corta las uñas cuando sea necesario. Si adoptas un cachorro de razas conocidas por esta característica, pregunta a criadores responsables y asegúrate de que los cachorros tengan atención veterinaria adecuada.
Comprender las particularidades de las razas con espolones traseros fomenta una tenencia responsable y el respeto hacia la herencia y necesidades de estos extraordinarios perros.
Los espolones en las patas traseras son rasgos especiales y relativamente poco comunes, presentes principalmente en razas grandes de trabajo con historia en zonas montañosas y nevadas. Desde el Mastín del Pirineo hasta el pastor catalán, estos espolones apoyan a los perros en su labor y entorno.
Cuidando adecuadamente los espolones de tu perro y entendiendo su origen, contribuyes a su bienestar y celebras la diversidad asombrosa del mundo canino.