La mayoría de los perros necesitarán anestesia general al menos una vez en su vida, comúnmente para procedimientos rutinarios como la esterilización o castración. Ocasionalmente, la anestesia general es necesaria para condiciones de salud urgentes, accidentes o procedimientos diagnósticos. Conocer qué sucede tras la anestesia general en perros te ayudará a apoyar su recuperación y detectar signos de alerta tempranos.
La anestesia general mantiene a tu perro inconsciente durante un procedimiento, a diferencia de la anestesia local que solo adormece una zona específica. En España, el anestésico utilizado se selecciona y dosifica cuidadosamente para cada perro, garantizando seguridad y eficacia. Veterinarios experimentados monitorizan de cerca a tu perro durante y después de la anestesia para velar por su bienestar.
Tu veterinario se asegurará de que tu perro esté lo suficientemente despierto antes de permitirte llevarlo a casa. Según el momento en que se haya despertado y su respuesta a la anestesia, los perros pueden estar somnolientos ligeramente o bastante adormilados al principio. Es normal que permanezcan más dormidos de lo habitual durante el resto del día, incluso hasta al día siguiente o un poco más.
Durante las primeras horas en casa, tu perro debe ser despertable, capaz de levantar la cabeza, responder a tu voz y moverse si es necesario. Es señal positiva que muestre ganas de levantarse o salir a hacer sus necesidades, indicativo de una recuperación progresiva.
Generalmente se recomienda incentivar a tu perro a comer y beber pronto tras llegar a casa, aunque siempre sigue las indicaciones específicas que te haya dado el veterinario. Pequeñas comidas tempranas contribuyen a una recuperación más rápida y a mantener niveles de energía adecuados.
Algunos perros tienen hambre inmediata, pero otros pueden tardar por náuseas residuales o metabolismo lento, efectos de la anestesia o de la condición médica que motivó la cirugía. Si tu perro se niega a comer o beber durante más de 24-48 horas, contacta con el veterinario para asesoramiento.
Tu perro probablemente esté más tranquilo y reservado durante uno o dos días después de la anestesia. Puede dormir más profundamente y tener menos interés en ejercicio o juego. Permite que tu perro descanse lo que necesite, salvo indicación en contrario del veterinario.
En las horas inmediatas tras despertar puede presentar conductas defensivas o impredecibles, pero esto suele resolverse antes del alta. Para el momento en que esté en casa, debe estar alerta y estable.
El sueño aumentado puede provocar a veces accidentes al hacer sus necesidades dentro de casa. La razón por la cual el perro necesitó anestesia — ya sea cirugía o condición médica — influye en la recuperación, por lo que es fundamental seguir los consejos personalizados del veterinario.
Vigila cuidadosamente a tu perro para detectar signos de posibles complicaciones, tales como:
Contacta siempre con tu veterinario con prontitud si observas cualquiera de estos signos o si crees que tu perro no está recuperándose como debería.
Aspecto | Qué esperar | Acciones del propietario | Señales de alarma |
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Sueño | Somnolencia durante 12-24 horas, mejorando gradualmente | Observar con calma, ofrecer un espacio tranquilo y cálido | No despertar o letargo creciente |
Comportamiento | Actividad reducida, ligera depresión, más descanso | Permitir descanso, ofrecer tranquilidad | Malestar persistente, falta de respuesta |
Alimentación | Disposición para comer comidas pequeñas a las pocas horas | Ofrecer pequeñas porciones y agua fresca | Rechazo a comer o beber más de 24-48 horas |
Movimientos intestinales | Deberían ocurrir en 48 horas | Vigilar de cerca el comportamiento al ir al baño | No defecar después de 48 horas |
Monitoreo | Observar sitio quirúrgico, respiración y encías | Seguir instrucciones veterinarias y administrar medicación | Dificultad respiratoria, sangrado, hinchazón |
Los protocolos veterinarios vigentes en España, como el enfoque de Recuperación Mejorada tras Cirugía Veterinaria (Vet-ERAS), optimizan los resultados dando prioridad a la nutrición temprana, el manejo multimodal del dolor y la vigilancia estricta.
Recuerda que tu equipo veterinario es tu mejor recurso. Mantén una comunicación abierta y no dudes en buscar asesoramiento si tienes dudas sobre la recuperación de tu perro.