Los perros y sus dueños comparten un vínculo único y profundo, que a menudo nos lleva a sentir que tienen una conexión casi psíquica con nosotros. Pueden captar nuestro estado de ánimo, niveles de estrés y matices emocionales de maneras que otras personas podrían no notar. Por eso, es natural que los dueños de perros se pregunten si sus amigos peludos pueden detectar cuando han bebido algo de alcohol y actuar de manera diferente como resultado.
Este artículo explora cómo los perros perciben el estado de su dueño cuando está algo ebrio, las señales sutiles que detectan y la importancia de un comportamiento responsable con las mascotas al consumir alcohol.
Los perros no tienen una referencia para el alcohol como los humanos. Normalmente beben agua, no alcohol, y es improbable que hayan experimentado o comprendido los efectos de beber alcohol. Incluso la ingestión accidental de frutas fermentadas de forma natural es poco probable que cree asociaciones con la intoxicación en su mente.
Sin embargo, los perros son increíblemente perceptivos a los cambios en su entorno y en el comportamiento de su dueño, lo que significa que ciertamente pueden notar cuando has consumido alcohol.
El sentido del olfato de los perros es mucho más sensible que el nuestro — se estima que es decenas de miles de veces más fuerte. Esta capacidad olfativa aumentada significa que pueden detectar cambios sutiles en tu perfil de olor, incluyendo la presencia de alcohol en tu aliento y piel después de tan solo una bebida.
Si sueles tomar una copa de vino o cerveza durante la cena, tu perro probablemente estará familiarizado con ese olor. Pero si beber es poco frecuente, el cambio puede parecer extraño o incluso preocupante para tu perro, ya que el alcohol es una toxina y su olor puede señalar algo perjudicial para ellos.
El alcohol relaja a las personas, afectando las habilidades motoras y la capacidad de respuesta. Esto altera tu lenguaje corporal y tu manera de ser — puedes reaccionar más lentamente, estar menos coordinado o mostrar signos sutiles como un tambaleo o sonreír más frecuentemente.
Tu perro está muy atento al lenguaje corporal y notará estos cambios. Mientras que los perros conocidos a menudo responden con curiosidad amable o incluso picardía, los perros desconocidos pueden estar cautelosos o recelosos si tu comportamiento les parece extraño.
Algunos perros pueden interpretar a un dueño más relajado como una invitación a sobrepasar límites, por lo que mantener reglas claras y límites es vital, especialmente si has estado bebiendo.
Además, es esencial estar atento a las necesidades de tu perro. Es fácil pasar por alto señales sutiles como que tu perro quiera salir a la calle o busque atención si tu foco se desplaza a socializar o relajarte con bebidas. Siempre prioriza el bienestar de tu perro, tal como lo harías con niños.
Nunca dejes bebidas alcohólicas al alcance de tu perro, especialmente alcoholes dulces o con sabor. Y evita absolutamente dar a tu perro cualquier bebida alcohólica — incluso pequeñas cantidades pueden ser peligrosas y tóxicas para ellos.
Disfrutar de una bebida con moderación mientras tu perro está cerca suele ser inocuo, siempre que mantengas responsabilidad y atención. La seguridad y comodidad de tu perro siempre deben ser lo primero.
Comprender cómo tu perro percibe los cambios en tu ánimo y comportamiento cuando estás alegre fomenta una mayor conciencia y respeto hacia el bienestar de tu mascota.