Recibir un cachorro en casa es una experiencia llena de alegría, pero también puede traer desafíos. Abordar los problemas comunes desde temprano garantiza que tu cachorro se convierta en un perro adulto feliz y bien educado. Entrenar cachorros jóvenes es más fácil que corregir malos hábitos después, así que dedicar tiempo ahora establece una base sólida para la comprensión mutua y la obediencia. La consistencia entre todos los miembros de la familia es vital, ya que todos deben seguir las mismas reglas y enfoque de entrenamiento para evitar confundir al cachorro. En este artículo exploramos cinco retos habituales: excavar, escaparse, tirar de la correa, morder de forma inapropiada y subir a los muebles, con consejos prácticos para manejarlos.
Excavación: comprender y gestionar este instinto natural
A muchos cachorros les encanta excavar, ya sea en el jardín o dentro de casa bajo alfombras o moquetas. Esta conducta suele venir por aburrimiento o instintos naturales, especialmente en razas como los terriers, originalmente criados para cazar animales que se esconden bajo tierra. Para controlar la excavación:
- Designa una zona específica para excavar: Crea un área segura en tu jardín donde el cachorro pueda cavar libremente. Anima esta conducta enterrando juguetes o premios allí y recompensa cuando excave en esa zona.
- Proporciona estimulación variada: Evita el aburrimiento con una variedad de juguetes y actividades que mantengan activo al cachorro.
- Redirige y bloquea el acceso: Si el cachorro excava donde no debe, guíalo suavemente hacia la zona permitida y usa barreras físicas si es necesario.
- La consistencia es fundamental: Recompensa las conductas adecuadas y establece límites claros para que el cachorro aprenda dónde está permitido excavar.
Comprendiendo la causa de este comportamiento y ofreciendo una vía positiva, se minimizan daños indeseados respetando los instintos naturales del perro.
Escapadas y extravíos: prevención y entrenamiento de la llamada
Algunas razas, como el husky siberiano, tienen niveles altos de energía y tendencia a explorar. Los cachorros pueden escaparse por curiosidad o ganas de explorar, lo cual puede ser peligroso. Para prevenir escapadas:
- Asegura tu hogar y jardín: Verifica que los límites de tu propiedad sean seguros y a prueba de fugas para proteger a tu cachorro.
- Empieza pronto el entrenamiento de llamada: Usa refuerzo positivo para enseñar al cachorro a acudir cuando lo llamas. Una llamada fiable es crucial para evitar accidentes o pérdidas.
- Beneficios de la esterilización: Los perros no esterilizados suelen tener mayor tendencia a escaparse. Consulta con tu veterinario el momento adecuado para esterilizar, salvo que planees criar.
- Supervisa al aire libre: Durante las primeras etapas de exploración, vigila siempre a tu cachorro cuando esté fuera.
Entrenamiento constante de la llamada y una contención segura brindan un entorno protegido para un cachorro aventurero.
Tirones de la correa: enseñar buenos hábitos al pasear
Tirar de la correa puede hacer los paseos estresantes. Prevenirlo requiere entrenamiento temprano:
- Familiarización precoz: Acostumbra a tu cachorro a llevar collar y correa desde pequeño.
- Enseña a caminar a tu lado: Anima al cachorro a caminar junto a ti en lugar de adelantarse. Usa premios y elogios para reforzar este hábito.
- Corrige tirones suavemente: Si el cachorro tira, detente o da un pequeño tirón suave para recuperar su atención, evitando juegos de fuerza que puedan confundir.
- Prueba distintos equipos: Algunos perros responden mejor a cabezales, arneses o collares; elige lo que mejor se adapte y facilite el entrenamiento.
- Ejercicio adecuado: Un cachorro que no hace suficiente ejercicio tendrá energía acumulada que se refleja en mal comportamiento al caminar. Paseos y juegos regulares reducen los tirones por excitación.
Entrenar la correa de forma constante y temprana hace que los paseos sean placenteros para ambos.
Mordeduras inapropiadas: redirigir el comportamiento natural de la dentición
Morder es natural, especialmente durante la dentición cuando caen los dientes de leche y salen los definitivos. Para controlar este comportamiento:
- Ofrece juguetes seguros para morder: Asegúrate de que el cachorro tenga suficientes juguetes adecuados para aliviar las molestias de la dentición en lugar de morder objetos del hogar.
- Crea una zona de juguetes: Organiza un lugar específico para los juguetes para que el cachorro identifique qué es suyo para morder.
- Redirige cuando sea necesario: Si el cachorro muerde algo inapropiado, retira el objeto con suavidad, di “no” firmemente, luego dale un juguete y elogia cuando lo use.
- Brinda estimulación mental y física: El aburrimiento aumenta el mordisqueo destructivo, así que mantén activo al cachorro con actividades variadas.
Gestionar el mordisqueo de forma positiva y atendiendo las necesidades del cachorro ayuda a evitar daños y favorece un desarrollo sano.
Subir a los muebles: establecer límites claros desde el inicio
Decide si permites que el cachorro suba a los muebles antes de traerlo a casa. Las reglas claras evitan confusión:
- Establece las normas desde temprano: Decide si el cachorro puede subir a todos, algunos o ningún mueble y asegúrate que todos los miembros de la familia sigan la misma política.
- Enseña comandos: Aunque permitas el acceso, entrena al cachorro para que baje cuando se lo pidas, respetando a visitantes o situaciones específicas.
- Evita señales contradictorias: No cedas a la tentación de permitir el acceso "solo esta vez", pues puede confundir al cachorro y dificultar la aplicación de futuras normas.
- Usa barreras si es necesario: Puertas para bebés u otros obstáculos pueden limitar el acceso a ciertas habitaciones o muebles.
La consistencia entre todos es clave para un entrenamiento eficaz y mantener la armonía en casa.
Conclusión
Gestionar con éxito problemas comunes en cachorros como excavar, escaparse, tirar de la correa, morder y subir a los muebles requiere entrenamiento constante, límites claros y mucha estimulación mental y física. El esfuerzo temprano y coordinado de toda la familia asegura que el cachorro entienda las expectativas y crezca equilibrado. Recuerda que el refuerzo positivo y la paciencia son fundamentales. Si encuentras dificultades persistentes, consultar a un adiestrador o especialista te proporcionará soluciones personalizadas para mantener feliz a tu cachorro y tranquila tu vivienda.