La esterilización es la intervención quirúrgica para retirar los órganos reproductores de una gata y evitar embarazos, ayudando también a controlar la población felina. Este procedimiento se recomienda para todas las gatas a menos que se trate de un ejemplar de raza con pedigrí registrado para crianza ética, como los gatos de raza en España. La esterilización no solo previene camadas no deseadas, sino que disminuye el riesgo de problemas graves de salud en el futuro.
Muchos propietarios tienen dudas sobre la esterilización, desde la edad ideal para operar hasta el proceso de recuperación. Este artículo responde a doce preguntas frecuentes para ofrecer información clara y consejos que te ayuden a tomar la mejor decisión para tu querida mascota.
Respuesta rápida: La esterilización, o ovariohisterectomía, consiste en extraer los ovarios y el útero de la gata para evitar embarazos y ciclos de celo, reduciendo el riesgo de enfermedades específicas.
Esta cirugía impide la reproducción y suprime los celos, lo que puede disminuir comportamientos como maullidos intensos o marcajes con orina. Además, previene enfermedades peligrosas como la piometra (infección uterina) y reduce la probabilidad de cáncer mamario. La tenencia responsable implica prevenir camadas no deseadas y disminuir la población de gatos callejeros.
Respuesta rápida: Lo habitual es esterilizar entre los cuatro y seis meses, antes del primer celo, aunque los veterinarios pueden intervenir con seguridad a partir de las ocho semanas si el gato reúne peso adecuado.
La esterilización antes del primer celo aporta mayores beneficios para la salud y facilita la cirugía. Se recomienda que el gatito pese al menos un kilo alrededor de esa edad. También se puede esterilizar a gatas adultas o senior tras un chequeo que confirme que la anestesia es segura.
Respuesta rápida: Sí, es posible esterilizar durante el celo o embarazo, pero el procedimiento es más complejo y requiere cuidados adicionales.
La esterilización durante el celo es segura pero hay mayor riesgo quirúrgico porque los tejidos están inflamados y hay mayor flujo sanguíneo. El coste suele incrementarse. Las gatas embarazadas pueden ser esterilizadas en cualquier fase, terminando el embarazo. Consulta siempre con tu veterinario para valorar riesgos y costes.
Respuesta rápida: Se extirpan ambos ovarios y el útero mediante una incisión en la línea media abdominal o en el flanco, según preferencia del veterinario.
El cuello uterino se cierra con puntos para dejar la vagina terminada donde estaban los órganos reproductores. La elección de la técnica depende de la experiencia del cirujano y la condición de la gata. Ambas son igual de efectivas y seguras.
Respuesta rápida: La operación dura unos 30 minutos, aunque entre la preparación y la vigilancia postoperatoria la estancia en la clínica puede extenderse varias horas.
La gata es anestesiada, se afeita la zona y se prepara para la cirugía. Tras la intervención se vigila durante la recuperación hasta que despierte y esté estable, permaneciendo habitualmente en la clínica hasta el alta el mismo día.
Respuesta rápida: La recuperación requiere reposo y evitar que la gata lama o muerda los puntos mediante un collar isabelino y limitar su actividad por una o dos semanas.
En general toleran bien la cirugía, con molestias leves. Usa el collar que te proporcione el veterinario para impedir que toque la herida. Mantén a tu gata en casa, evita saltos o carreras y observa cualquier signo de infección o comportamiento anormal, consultando al veterinario si aparece alguna preocupación.
Respuesta rápida: Algunos veterinarios utilizan puntos reabsorbibles, otros programan revisión para retirar suturas externas.
Tu veterinario te explicará qué tipo de sutura ha utilizado y te citará para revisión postoperatoria si es necesario. Actualmente la mayoría usa puntos reabsorbibles que no precisan retirada, facilitando el cuidado postoperatorio.
Respuesta rápida: Queda una cicatriz pequeña que suele desaparecer una vez que el pelo vuelve a crecer sobre la zona rasurada.
La incisión mide unos pocos centímetros. Aunque la cicatriz se difumina con el tiempo, probablemente no se note cuando el pelaje haya vuelto a cubrir la zona, incluso al observar muy de cerca.
Respuesta rápida: Observa hinchazón, enrojecimiento, supuración, decaimiento, pérdida del apetito o dolor intenso en la zona de la incisión.
Si detectas cualquiera de estas señales o un cambio inusual en el comportamiento, contacta con tu veterinario para recibir asesoramiento. La intervención pronta puede evitar complicaciones y favorecer la recuperación.
Respuesta rápida: Suele reducir conductas asociadas al celo, como maullidos, agresividad y escapadas.
Al no tener ciclos de celo, tu gata estará más tranquila y no buscará a gatos machos, lo que también disminuye el riesgo de peleas y contagios de enfermedades infecciosas. La esterilización suele asociarse a un temperamento más apacible en las hembras.
Respuesta rápida: Sí, pero puede requerir chequeos de salud más exhaustivos previos a la anestesia.
Las gatas senior se benefician de la esterilización, pero el veterinario deberá evaluar su estado general y probablemente realizar análisis de sangre y electrocardiogramas para garantizar la seguridad anestésica. Además previene embarazo no deseado y enfermedades uterinas, mejorando su calidad de vida.
Respuesta rápida: La mayoría de clínicas veterinarias ofrecen este servicio y hay opciones económicas a través de protectoras y campañas de esterilización pública.
Consulta a tu veterinario habitual para obtener asesoramiento personalizado. Algunas protectoras y ayuntamientos también organizan campañas de esterilización a bajo coste para facilitar el acceso a esta intervención.
Comprender la esterilización es fundamental para una tenencia responsable y amorosa de tu gata. Comunícate abiertamente con tu equipo veterinario para conseguir los mejores resultados. El bienestar de tu gata tras la esterilización depende de una adecuada preparación preoperatoria, cuidados postoperatorios atentos y pronta atención ante cualquier signo de problema.