Que un perro se lama los labios o babee mucho puede ser normal, pero si observas este comportamiento de forma persistente o inusual, podría indicar un problema que requiera atención. En este artículo exploramos las causas más comunes del lamido excesivo de los labios y babeo en perros, y ofrecemos consejos para responder responsablemente y mantener a tu mascota sana y cómoda.
Algunos perros babearán más que otros según su raza, como el Sabueso de sangre de Baviera o el Basset Hound, que tienen labios más flojos. Lamerse los labios también puede ser una señal de anticipación, por ejemplo, cuando el perro espera comida o premio. Además, este gesto se usa como señal de calma o de apaciguamiento en interacciones sociales para mostrar que no representa amenaza.
Es importante reconocer cuándo este comportamiento es una forma sana de comunicación y cuándo podría señalar malestar o problemas de salud.
Una causa común del aumento de babeo o lamido de labios es la náusea. Si tu perro tiene el estómago revuelto por indigestión leve, ingesta inapropiada o una infección leve, puede babear en exceso o lamer sus labios repetidamente. Esto ocurre porque la náusea provoca una producción excesiva de saliva.
Si hay vómitos, tu perro podría estabilizarse después. Episodios ocasionales no suelen ser graves, pero la náusea persistente o severa debe ser evaluada por un veterinario para descartar parásitos, alergias, intoxicación o infecciones gastrointestinales.
Las afecciones dentales o de encías son causas frecuentes de babeo y lamido de labios. Enfermedades dentales como acumulación de sarro, gingivitis o dientes rotos pueden causar dolor significativo. Úlceras bucales, crecimientos o infecciones también pueden irritar al perro, haciéndole lamer el área frecuentemente.
Las revisiones dentales periódicas y la higiene, incluyendo limpiezas profesionales veterinarias, son esenciales para prevenir problemas crónicos. Si notas mal aliento, encías rojas o inflamadas o que el perro rehúye la comida, acude al veterinario cuanto antes.
Los perros pueden recoger objetos pequeños en el exterior, como semillas de hierba, espinas o ramitas, que se alojan en la boca, garganta o fosas nasales. Esto causa molestias evidentes, babeo, lamido de labios, rascarse la cara, tos o estornudos.
Si sospechas de un cuerpo extraño, revisa cuidadosamente la boca si es seguro y consulta al veterinario para su extracción, evitando daños o infecciones.
La torsión gástrica es una emergencia médica que puede ser mortal rápidamente. Se caracteriza por babeo excesivo y lamido de labios junto con intentos frustrados de vomitar, inquietud, caminar de un lado a otro y abdomen hinchado.
Si observas estos síntomas, especialmente en razas grandes y de pecho profundo como el Gran Danés o el Pastor Alemán, busca atención veterinaria urgente. La intervención temprana mejora mucho el pronóstico.
Ocasionalmente, los perros pueden sufrir convulsiones focales parciales que causan episodios breves con comportamientos extraños, incluyendo lamido de labios, babeo, sacudidas o mordisqueo.
Estos episodios suelen durar solo segundos, pero requieren diagnóstico veterinario para un manejo adecuado. Si ves actividad similar, registra el comportamiento y consulta al veterinario para valoración y posible derivación a especialista.
Situaciones estresantes como visitas al veterinario, viajes en coche, cambios de entorno o separaciones causan que el perro babeé o se lama los labios como mecanismo de calma o desplazamiento.
Identificar los factores desencadenantes y ofrecer un ambiente tranquilo ayuda a reducir este comportamiento. En algunos casos, las técnicas de manejo de ansiedad o medicación prescrita por veterinario son necesarias para el bienestar del perro.
Aunque el lamido y babeo ocasional suelen ser normales, síntomas persistentes o severos, especialmente junto con vómitos, decaimiento, hinchazón, dolor o cambios de comportamiento, requieren valoración veterinaria inmediata.
El veterinario puede realizar un examen oral exhaustivo, descartar enfermedades sistémicas, verificar cuerpos extraños y recomendar tratamientos específicos. La atención profesional temprana previene complicaciones y garantiza el bienestar de tu perro.
Recuerda que una tenencia responsable incluye vigilar el comportamiento de tu perro y buscar ayuda ante señales fuera de lo común. Tu atención cuidadosa es clave para la salud y comodidad de tu mascota.
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