En los perros, el píloro es una válvula muscular ubicada entre el estómago y el intestino delgado. Normalmente, esta válvula permanece cerrada mientras el estómago se llena de alimento y luego se abre para permitir que el alimento parcialmente digerido pase al intestino delgado para su digestión continua.
Los perros pequeños pueden desarrollar dos condiciones relacionadas que afectan esta zona: estenosis pilórica y pilorospasmo. La estenosis pilórica consiste en un estrechamiento del píloro, mientras que el pilorospasmo es un espasmo anormal del músculo pilórico, ambas condiciones dificultan el paso del alimento fuera del estómago y causan vómitos.
La función principal del estómago es almacenar grandes cantidades de alimento y descomponerlas con ácidos y enzimas. Tras la digestión en el estómago, el alimento pasa a través del esfínter pilórico hacia el duodeno (la primera parte del intestino delgado). Este proceso suele tomar alrededor de 12 horas.
En casos de estenosis pilórica, la apertura se vuelve anormalmente estrecha, mientras que el pilorospasmo provoca contracciones musculares intermitentes que reducen temporalmente el tamaño de la apertura. Estas condiciones dificultan la salida adecuada del alimento del estómago, lo que causa síntomas.
Hay varias razones por las que los perros pequeños, especialmente ciertas razas, son más propensos a la estenosis pilórica y al pilorospasmo:
Los signos comunes de la estenosis pilórica o pilorospasmo incluyen:
Alimentar con comida líquida o finamente molida puede facilitar el paso, mientras que alimentos voluminosos o secos pueden empeorar los síntomas.
El diagnóstico requiere una historia clínica completa con el veterinario y a veces pruebas de imagen como radiografías para evaluar el tamaño de la apertura pilórica y la condición del estómago.
El tratamiento depende de la gravedad:
Los perros pequeños con estas condiciones pilóricas suelen llevar una vida feliz tras el tratamiento o con una gestión cuidadosa. Es fundamental realizar revisiones veterinarias periódicas para monitorizar el peso y la digestión. La responsabilidad como propietario incluye reconocer los síntomas tempranos y buscar asesoramiento veterinario oportunamente.
La estenosis pilórica y el pilorospasmo afectan principalmente a razas pequeñas y braquicéfalas debido a cambios musculares congénitos o inflamación adquirida. Con un diagnóstico preciso, tratamiento adecuado y cuidados continuos, los perros afectados pueden recuperarse y llevar una vida saludable y completa. Si tu perro pequeño vomita frecuentemente o pierde peso, consulta al veterinario para investigar si estas condiciones pilóricas son la causa y decidir el mejor camino hacia la recuperación.