Los gatos suelen ser considerados criaturas independientes, muy diferentes a los perros en cuanto a sus hábitos de lamido. Sin embargo, muchos dueños de gatos coinciden en que sus compañeros peludos disfrutan lamer a sus humanos favoritos, objetos del hogar e incluso a otros gatos. Aunque la lengua áspera de un gato pueda parecer extraña, lamer es un comportamiento natural y significativo en los felinos.
La lengua del gato está fascinantemente cubierta por pequeñas espinas dirigidas hacia atrás llamadas papilas. Estas actúan como un peine cuando los gatos se acicalan, ayudando a mantener su pelaje al eliminar pelos sueltos y suciedad. También les ayuda al alimentarse, al raspar carne de los huesos y sostener la presa.
Sin embargo, estas espinas hacen que el lamido de un gato se sienta áspero para nosotros. Además, tienen un inconveniente: las papilas pueden atrapar pelos ingeridos durante el acicalamiento, lo que puede originar bolas de pelo. También, si los gatos ingieren hilos u objetos similares, las papilas dificultan expulsarlos, lo que podría causar problemas de salud.
Cuando los gatos lamen a sus humanos favoritos, suele ser una muestra clara de comodidad y confianza. Este lamido imita el acicalamiento mutuo (aloguardia) que los gatos realizan entre sí para consolidar sus lazos sociales. El lamido de tu gato puede interpretarse como una forma felina de decir "te quiero" y reconocer que formas parte de su familia. Por ejemplo, un gato puede lamer suavemente las manos o el rostro de su dueño como gesto cariñoso.
Los gatos tienen glándulas de olor en la boca y lamer ayuda a depositar su olor único sobre personas u objetos. Este comportamiento de marcaje olfativo indica a otros gatos que perteneces a su territorio. Es una forma en que tu gato te reclama como "suyo". Tras lamerte, puede acicalarse para restaurar su equilibrio olfativo personal.
A veces, los gatos lamen cuando están angustiados o ansiosos, buscando tranquilidad en el movimiento reconfortante. Este comportamiento recuerda a la etapa de gatito, cuando las madres lamen para calmar y confortar a sus crías. Un gato puede lamer la ropa de cama o mantas para que un lugar nuevo huela familiar y seguro. Asimismo, algunos gatos lamen a su humano de confianza para sentirse tranquilos ante situaciones de estrés leve.
Tu piel puede tener aromas o sabores interesantes para tu gato, como el sudor salado, restos de comida u otros olores atrayentes. Los gatos usan el lamido para investigar su entorno y obtener información bioquímica. Por ejemplo, si has manipulado atún o carne cocinada, tu gato puede lamer tus manos para disfrutar ese sabor o aprender más sobre el aroma.
Aunque suelen frotar sus mejillas o cuerpo para marcar objetos, lamer es otra forma de manifestar propiedad. El lamido refuerza la conexión y posesión sobre personas, muebles nuevos u otros elementos del ambiente. Así, si tu gato lame un cojín nuevo o tus pertenencias, es una manera de hacerlos sentir familiares y parte de su territorio.
Las madres lamen a sus crías desde el nacimiento para estimular funciones vitales y mantenerlas limpias, además de enseñarles autocuidado. Los gatos adultos que lamen a humanos u otros gatos reflejan este comportamiento de acicalamiento infantil, expresando cuidado y afecto. Es un encantador recuerdo de su relación temprana con su madre, trasladado a sus interacciones sociales.
A veces, los gatos aprenden rápidamente que lamer llama la atención humana, ya sea para recibir caricias, palabras o jugar. Esto convierte el lamido en una herramienta de comunicación eficaz para interactuar contigo, sobre todo cuando necesitan interacción o algo más. Si tu gato te lame insistente, puede estar intentando captar tu atención como parte del vínculo o para pedir algo.
Comprender por qué tu gato lame a las personas ayuda a fortalecer una relación cariñosa y sólida. Siempre respeta sus límites y lee su lenguaje corporal. Si el lamido se vuelve compulsivo o excesivo, consulta a un veterinario para descartar ansiedad o problemas de salud.
Para quienes buscan un nuevo amigo felino, considera la adopción en fuentes confiables o refugios, promoviendo la tenencia ética y responsable. Por ejemplo, los gatos Maine Coon son una de las razas populares en España, conocidos por su temperamento amable y naturaleza sociable.
Los gatos usan el lamido para expresar afecto, comunicar marcaje olfativo, buscar consuelo y explorar su entorno. Aunque sus lenguas ásperas puedan parecer extrañas, lamer es parte integral de cómo los gatos se relacionan con su familia humana. Apreciar este comportamiento profundiza el vínculo y asegura que tu gato esté feliz y seguro en tu hogar.