La piometra es una infección uterina grave y potencialmente mortal que afecta a las perras no esterilizadas, especialmente común después del celo. Esta condición provoca que el útero se llene de pus, lo que puede generar riesgos serios para la salud si no se trata. Reconocer señales tempranas como cambios de comportamiento, letargo, aumento de la sed, micciones frecuentes y pérdida de apetito es fundamental para acudir al veterinario cuanto antes. Conforme avanza la infección, pueden presentarse inflamación abdominal o flujo vaginal. La atención veterinaria inmediata es crucial para evitar un pronóstico desfavorable, que puede incluir fallo renal o ruptura uterina.
La piometra se desarrolla cuando bacterias, habitualmente Escherichia coli, penetran en el útero durante o después del ciclo de celo o el embarazo de la perra, favorecido por cambios hormonales como el aumento de progesterona que engrosa el revestimiento uterino, creando un ambiente propicio para la infección. Los factores de riesgo incluyen no estar esterilizada, edad media o avanzada, o tratamientos hormonales para suprimir el celo. Las perras esterilizadas normalmente no están en riesgo, aunque puede aparecer piometra de muñón si quedan restos de tejido uterino tras la cirugía.
La piometra puede afectar la función renal, provocando sed excesiva y conduciendo a deshidratación e insuficiencia renal. Conocer estas complicaciones ayuda a entender la gravedad de la enfermedad y la importancia de la consulta temprana con el veterinario.
El tratamiento principal para la piometra es la cirugía de emergencia para extirpar los ovarios y el útero (ovariohisterectomía). Esta intervención es más compleja que una esterilización rutinaria, especialmente si la infección está avanzada. Un diagnóstico temprano es clave, y los veterinarios utilizan exploración física, ecografía, radiografías y análisis de sangre para confirmar la infección y determinar si el cuello uterino está abierto o cerrado.
En algunos casos detectados a tiempo, se puede intentar un tratamiento con antibióticos, aunque generalmente es un complemento y no un sustituto de la cirugía, sobre todo en piometra cerrada. La cirugía rápida mejora la supervivencia, aunque la infección severa puede causar daños irreversibles en órganos. Los propietarios deben estar preparados para costes mayores en un tratamiento de emergencia comparado con procedimientos rutinarios. Los factores que influyen en el coste incluyen:
Para los dueños con seguro para mascotas, es importante revisar la póliza para confirmar que cubre tratamientos por piometra, especialmente atención de urgencia.
La prevención es sencilla y muy eficaz. Esterilizar a la perra antes de su primer celo ofrece la mejor protección contra la piometra y otras enfermedades reproductivas. La esterilización temprana también suele facilitar las recuperaciones. Para criadores o dueños de perras no esterilizadas, es crucial vigilar los ciclos de celo y reconocer síntomas tempranos.
La tenencia responsable de mascotas implica entender las ventajas sanitarias de la esterilización y consultar un criador responsable al adquirir un perro nuevo. Así se asegura una guía adecuada según la raza y necesidades de salud de la perra.