Es común que los perros tengan miedo a ruidos como truenos, fuegos artificiales, aviones a baja altura, aspiradoras o juguetes ruidosos. Si vives en áreas rurales, disparos o elementos para ahuyentar aves también pueden asustar a tu perro. A diferencia de los humanos, los perros no entienden estos sonidos y pueden reaccionar con ansiedad. Además, son muy sensibles a las emociones de sus dueños: si estás nervioso, tu perro lo detectará, lo que puede agravar su miedo.
En España, los fuegos artificiales suelen utilizarse en celebraciones como las Hogueras de San Juan en junio, las fiestas locales y en celebraciones de año nuevo. Por ello, es fundamental preparar a tu perro para estos eventos. Los perros buscan el liderazgo calmado de su grupo para sentirse seguros en situaciones estresantes. Tu reacción influye en el comportamiento de tu perro, así que mantener la calma y el control es esencial.
La fobia al ruido es cuando los perros experimentan miedo o ansiedad intensa provocados por ruidos repentinos y fuertes como fuegos artificiales, tormentas, disparos o sonidos domésticos como aspiradoras y sirenas. Los signos comunes incluyen esconderse, caminar inquietos, jadear, ladrar, temblar e incluso orinar por estrés. Las causas pueden ser falta de exposición temprana a sonidos, predisposición genética en algunas razas y la repetición de reacciones temerosas que se refuerzan con el tiempo. Reconocer y manejar tempranamente esta situación mejora el bienestar de tu perro.
Los CDs de desensibilización con sonidos de fuegos artificiales o tormentas pueden ayudar a acostumbrar gradualmente a tu perro a estos ruidos. Reproduce el CD a volumen muy bajo para que tu perro se familiarice sin centrarse en el sonido. Sigue actuando con normalidad y calma mientras suena. Algunos propietarios tienen éxito, pero ten en cuenta que tu perro puede no asociar los sonidos grabados con los reales. Guarda el recibo por si no funciona para tu perro.
Difusores y sprays que liberan feromonas naturales calmantes pueden ayudar a reducir la ansiedad. Estas sustancias similares a hormonas naturales son seguras y no tóxicas. Resultados varían; algunos dueños los recomiendan, otros no notan mejora. Estos dispositivos tardan días o semanas en hacer efecto y deben estar conectados permanentemente. No alivian de forma inmediata durante ruidos fuertes repentinos.
Para casos severos de fobia al ruido o eventos como las fiestas con fuegos artificiales, los veterinarios pueden recetar sedantes o medicamentos para disminuir la ansiedad y ayudar a tu perro a sobrellevarlo. Aunque los medicamentos tratan síntomas, el entrenamiento conductual a largo plazo es clave para una mejora sostenida. Remedios naturales u homeopáticos orales también son opciones, aunque su eficacia varía. Consulta siempre al veterinario antes de usar cualquier producto para asegurar la seguridad y guía adecuada.
Si tu perro se asusta con ruidos que puedes controlar, como la aspiradora, intenta minimizar su exposición. Trasláda a tu perro a una habitación tranquila mientras limpias. Evita provocarlo o forzar interacción. Poco a poco, aplica desensibilización gradual dejando la aspiradora a la vista, luego enchufada pero apagada, y finalmente encendiéndola por breves momentos, recompensando el comportamiento calmado en cada paso. Si muestra ansiedad, detente y reinicia progresivamente, para que aprenda que ese ruido no supone una amenaza.
Esconderse: Si tu perro decide esconderse durante ruidos fuertes, permítele hacerlo si es seguro. Puede que escoja lugares poco convencionales para sentirse cómodo. Permanece cerca de forma tranquila y actúa normalmente para asegurarle que la situación es normal. Poner ruido de fondo, como la televisión o radio, puede suavizar sonidos externos, aunque no los bloqueará completamente.
Pánico: Los perros que andan nerviosos, ladran, jadean o no logran calmarse pueden necesitar tu presencia tranquila. La técnica de "agarre calmado" consiste en sujetar suavemente el collar o correa, sentarte con ellos sin hacer gestos o hablar, solo mostrando una presencia serena y confiada. Esto ayuda a interrumpir el comportamiento ansioso y les muestra que no hay peligro. Evita acariciarlos o hablarles con voz tranquilizadora para no reforzar su miedo. Con paciencia, tu perro se relajará más rápido en esas situaciones.
Si tu perro teme ruidos al aire libre, como disparos de caza o fuegos artificiales en eventos, intenta trasladarte a un lugar más tranquilo con calma, si es seguro. El coche o un espacio reducido a veces puede ofrecer refugio, pues a los perros les suele gustar la seguridad de espacios pequeños. Para ruidos frecuentes en el exterior, practica desensibilización gradual con exposiciones controladas y refuerzos positivos con el tiempo.
Recuerda, la tenencia responsable implica entender los miedos de tu perro y ofrecer ayuda paciente y comprensiva. La educación temprana, la constancia y la tranquilidad al tranquilizarlo marcan una verdadera diferencia. Si dudas sobre el comportamiento o la gravedad, consulta al veterinario o a un especialista en conducta animal.
Para quienes desean acoger un perro tranquilo y bien socializado, busquen criadores éticos o adopten en refugios. En MundoAnimalia encuentran cachorros de diversas razas recomendadas para la sosiego y siempre socializados desde pequeños.