En España, cada verano, campañas de bienestar animal recuerdan a los propietarios y al público el grave peligro que supone dejar a los perros solos en los vehículos durante los días cálidos. A pesar de la concienciación, se reciben numerosas llamadas de ciudadanos preocupados que encuentran perros atrapados en coches sobrecalentados. Trágicamente, muchos perros sufren graves problemas de salud o mueren por un golpe de calor causado por estar encerrados en vehículos que se calientan rápidamente.
Cuando la temperatura exterior es de apenas 20 grados Celsius, el interior de un coche estacionado con las ventanas cerradas puede superar los 45 grados o más en cuestión de minutos. Los perros regulan su temperatura principalmente jadeando, pero en un espacio pequeño y sin ventilación suficiente no hay aire fresco para mantener una regulación térmica efectiva.
En minutos, un perro encerrado en un vehículo caliente puede sufrir un sobrecalentamiento peligroso que conduce a deshidratación, golpe de calor e incluso la muerte. Perros con pelajes espesos, obesidad o razas braquicéfalas (de hocico corto), como el bulldog francés o el carlino, son particularmente vulnerables, aunque ningún perro está a salvo de estos riesgos.
Los síntomas de golpe de calor en perros incluyen jadeo excesivo, baba abundante, pulso acelerado e inquietud. Si no se trata, puede agravarse rápidamente con debilidad, colapso, pérdida de consciencia y muerte.
Si encuentras a un perro con golpe de calor, trasládalo inmediatamente a un lugar fresco, ofrécele agua y refréscalo suavemente con agua tibia (evita agua muy fría para no provocar choque). Contacta con un veterinario cuanto antes, especialmente si el perro se ha desmayado, vomita, ha perdido control de esfínteres o no mejora rápido.
La respuesta sencilla es: nunca es seguro dejar a un perro solo en el coche, ni siquiera por unos minutos. El interior de los vehículos se calienta muy rápido y puede alcanzar temperaturas peligrosas incluso si el coche está a la sombra o con las ventanillas un poco abiertas. Además, retrasos imprevistos pueden impedir volver al perro pronto.
Contrariamente a lo que se cree, abrir solo una ventana o dejar agua no protege al perro del golpe de calor. La temperatura dentro del vehículo puede llegar a niveles letales y el agua no evita el rápido sobrecalentamiento que ocurre en minutos.
Bajo la legislación española de bienestar animal, como la Ley 11/2021 de protección y derechos de los animales en la Comunidad de Madrid y otras normativas en diferentes autonomías, los propietarios pueden ser sancionados por negligencia o maltrato si su perro sufre o muere por estar en un vehículo caliente. Las multas pueden ser económicas, además de posibles procedimientos penales y prohibición de tener animales en el futuro.
Nunca dejes a tu perro solo en el coche — el riesgo no vale la pena.