Los perros braquicéfalos se reconocen por sus hocicos cortos y achatados y vías respiratorias comprimidas, un rasgo común en razas como el Carlino (Pug). Muchas razas pequeñas comparten esta apariencia debido a la cría selectiva, que desafortunadamente puede ocasionar dificultades respiratorias y riesgo de sobrecalentamiento, especialmente durante el ejercicio o en climas cálidos como los de España durante el verano.
El hocico canino típico es alargado con una nariz prominente que facilita respiraciones profundas, contribuyendo a mantener la actividad física y la regulación de la temperatura. En cambio, el hocico braquicéfalo compromete el flujo de aire y puede aumentar los riesgos para la salud si se exagera este rasgo en la cría.
Los criadores responsables supervisan la longitud del hocico para evitar caras excesivamente planas, conocidas en ocasiones como 'ultra-tipificadas', considerada una falla de raza al afectar al bienestar del animal. A menor longitud y mayor achatamiento de la nariz, sobre todo si esta se sitúa más alta en relación con los ojos, mayor será la probabilidad de problemas respiratorios y dificultades para regular la temperatura corporal.
En esta guía exploramos algunas de las razas pequeñas braquicéfalas más populares, sus posibles afecciones de salud y consejos prácticos para propietarios comprometidos con el cuidado responsable de estos encantadores compañeros.
Conocer estas razas te ayudará a anticipar sus necesidades y retos de cuidado:
Estas razas enfrentan desafíos específicos por su anatomía facial singular:
Busca criadores responsables que prioricen la salud por encima de la apariencia extrema. Los buenos criadores siguen las directrices de clubes caninos y realizan exámenes para evitar problemas hereditarios.
Limita el ejercicio en condiciones de calor y humedad elevada. Proporciona agua fresca y zonas frescas para descansar. Observa signos de malestar como jadeo excesivo o letargo.
Ofrece dietas equilibradas adaptadas a la raza para prevenir obesidad que agrave las dificultades respiratorias.
La higiene regular es fundamental, especialmente para razas con pelajes largos como Shih Tzu y Pekinés. Limpieza ocular y cuidado dental ayudan a prevenir infecciones.
Los controles frecuentes detectan precozmente problemas respiratorios o neurológicos. Consulta con tu veterinario ante cualquier ruido respiratorio o intolerancia al ejercicio.
Respuesta rápida: Su estructura facial achatada estrecha y comprime las vías respiratorias, dificultando la respiración.
El síndrome braquicefálico obstructivo (SBOA) es común en estas razas porque el hocico corto ocasiona narinas estrechas, paladar blando alargado y garganta congestionada, lo que limita el paso del aire. Esto provoca respiración ruidosa, dificultad para hacer ejercicio y riesgo de sobrecalentamiento, especialmente en climas cálidos.
Respuesta rápida: Evita ejercicios en horas de calor, ofrece mucha agua, sombra y cuidados de pelaje para evitar estrés por temperatura.
Al no poder refrescarse eficientemente jadeando, es clave mantener un ambiente fresco, paseos en horas templadas y vigilarlos para detectar signos de estrés térmico. El aseo frecuente previene el sobrecalentamiento, especialmente en razas de pelo denso.
Los perros braquicéfalos pequeños son apreciados por su apariencia única y su carácter afectuoso. Sin embargo, sus hocicos planos exigen cuidados responsables para manejar riesgos de salud como dificultades respiratorias y sobrecalentamiento. Elegir cachorros de criadores responsables, vigilar su peso y ejercicio, y realizar chequeos veterinarios regulares garantiza que estos perros vivan felices y sanos.