Los papilomas virales son verrugas causadas por la infección con el papilomavirus canino, un virus específico de los perros. Estas pequeñas protuberancias benignas suelen aparecer en la piel o membranas mucosas del perro, especialmente en la boca, patas y abdomen. Aunque su aspecto puede alarmar, son mayormente inofensivos y suelen desaparecer de forma natural conforme el sistema inmunitario del perro se fortalece.
Los papilomas virales en perros son crecimientos con apariencia de coliflor o verrugas que comúnmente se agrupan en racimos. A diferencia de las verrugas humanas, que tienden a ser lisas y redondeadas, los papilomas caninos tienen una superficie rugosa o con bultos y a veces parecen pequeñas coliflores. Afectan principalmente a perros jóvenes, aunque también pueden presentarse en perros mayores o inmunodeprimidos. Estas lesiones pueden volverse rojas o infectadas, causando molestias.
En cachorros y perros jóvenes menores de dos años, los papilomas virales suelen desarrollarse alrededor de los labios, el hocico y, en ocasiones, en los párpados o entre los dedos. En perros mayores, estas verrugas pueden aparecer en otras áreas como la cabeza o las patas. Los papilomas crecen en grupos y, si están cerca de la boca o patas, pueden dificultar la alimentación o el movimiento.
El papilomavirus canino es contagioso entre perros, pero no puede transmitirse a humanos ni a otras especies animales. La transmisión ocurre principalmente por contacto directo con las verrugas de un perro infectado o a través de objetos contaminados en su entorno. El virus penetra a través de heridas o rupturas en la piel, mientras que la piel sana es resistente. El periodo de incubación es de aproximadamente 2 a 6 meses desde la exposición.
Los cachorros y perros jóvenes tienen sistemas inmunitarios inmaduros, menos eficaces para combatir infecciones, lo que los hace más susceptibles al papilomavirus canino. Además, perros que reciben tratamientos inmunosupresores, como ciclosporina, pueden tener mayor riesgo debido a la inmunidad comprometida. Aunque no está claro si los perros deben mostrar síntomas para ser contagiosos ni cuál es el periodo exacto de cuarentena, estudios indican que el virus puede sobrevivir hasta dos meses en ambientes fríos, pero solo unas horas en temperaturas elevadas.
Aunque suelen ser benignos, los papilomas pueden causar problemas si crecen en exceso o se infectan. Los papilomas orales son particularmente propensos a infecciones bacterianas debido a la alta presencia de bacterias en la boca, por lo que puede requerirse tratamiento antibiótico. Es muy raro que evolucionen a tumores malignos. La mayoría de las verrugas se resuelven de manera natural en un periodo de 1 a 5 meses conforme el sistema inmunitario del perro genera una respuesta específica.
En la mayoría de los casos, el tratamiento no es necesario porque las verrugas se curan solas con el desarrollo de la inmunidad. Sin embargo, si las verrugas provocan dolor intenso, dificultan la alimentación o se infectan, puede ser necesaria la intervención veterinaria. Las opciones incluyen la eliminación quirúrgica, crioterapia (congelación de las lesiones) o medicamentos antivirales. Nuevos tratamientos tópicos como el Imiquimod han demostrado eficacia, aunque pueden ser costosos. Las decisiones sobre el tratamiento deben estar siempre guiadas por un veterinario responsable.
Si sospecha que su perro tiene papilomas virales, consulte rápidamente con un veterinario de confianza. Evite exponer a cachorros o perros inmunodeprimidos a animales o ambientes infectados. Mantener una buena higiene y vigilar la salud de su perro ayuda a prevenir la propagación. Recuerde que un diagnóstico y asesoramiento profesional temprano aseguran el mejor cuidado y tranquilidad para usted y su mascota.
Los papilomas virales son crecimientos comunes y benignos en perros jóvenes o inmunodeprimidos, causados por el papilomavirus canino. A pesar de su apariencia llamativa, generalmente desaparecen de forma natural a medida que el sistema inmunitario del perro madura. El tratamiento solo es necesario si los papilomas interfieren con actividades normales o se infectan. Un cuidado veterinario responsable y la vigilancia permitirán que su perro se recupere de forma cómoda sin intervenciones innecesarias.