El ojo seco en perros, conocido médicamente como Keratoconjuntivitis Seca (KCS), es una afección común y grave causada por la insuficiente producción de lágrimas. Si no se trata, puede conducir a daños permanentes en los ojos e incluso a la ceguera.
El término "ojo seco" describe correctamente la condición en la que los ojos del perro carecen de lágrimas adecuadas. Las lágrimas son esenciales para mantener la superficie ocular sana, brillante, clara y húmeda. Son producidas por glándulas alrededor del ojo y se distribuyen sobre la superficie mediante el parpadeo, formando una capa protectora.
Las lágrimas hacen mucho más que lubricar el movimiento del párpado; ellas:
En perros con ojo seco, el sistema inmunitario ataca erróneamente y daña las glándulas productoras de lágrimas, reduciendo o deteniendo completamente la producción lagrimal. Este ataque persistente puede dañar permanentemente estas glándulas.
Los síntomas pueden variar, pero las señales comunes incluyen:
Estos signos pueden desarrollarse gradualmente y en las etapas iniciales, el ojo podría no parecer seco. Es importante la atención veterinaria pronta para diagnosticar antes de que ocurran daños irreversibles.
Tu veterinario probablemente realizará un test de Schirmer. Este consiste en colocar una tira especial de papel absorbente bajo el párpado inferior durante un minuto, para medir la producción lagrimal. El nivel normal es alrededor de 20 mm, mientras que el ojo seco usualmente muestra menos de 10 mm.
Esta prueba simple es generalmente bien tolerada por los perros y es fundamental para confirmar el diagnóstico de ojo seco.
El ojo seco es una condición crónica que requiere manejo continuo. El tratamiento principal es la medicación con ciclosporina, que modula el sistema inmunitario para proteger las glándulas lagrimales y aumentar la producción de lágrimas.
El veterinario también puede recomendar:
Es crucial continuar con el tratamiento según lo prescrito, incluso si los ojos parecen mejorar. Suspender la medicación puede provocar nuevos ataques inmunitarios contra las glándulas lagrimales, empeorando la condición.
Los chequeos regulares y el seguimiento de la producción lagrimal por parte del veterinario son esenciales para ajustar el tratamiento y prevenir complicaciones.
Además de la medicación, puedes ayudar limpiando con suavidad cualquier secreción alrededor de los ojos con un paño húmedo, protegiendo a tu perro de irritantes como polvo o viento, y evitando que se frote los ojos para prevenir daños adicionales.
Si notas cambios repentinos como aumento de enrojecimiento, dolor o visibilidad opaca, contacta con tu veterinario rápidamente.
Algunas razas tienen mayor predisposición a desarrollar ojo seco, especialmente perros braquicéfalos (de hocico corto) como el Carlino (Pug), el Cavalier King Charles Spaniel y el Shih Tzu. Criadores y propietarios responsables deben estar atentos a esta predisposición hereditaria y mantener vigilancia ante síntomas tempranos.
El síndrome del ojo seco en perros es una enfermedad crónica mediada por el sistema inmunológico que requiere un manejo compasivo y de por vida para preservar la visión y el bienestar. Un diagnóstico temprano y el tratamiento constante con medicamentos a base de ciclosporina ofrecen el mejor pronóstico. Las visitas regulares al veterinario y el cuidado en casa son fundamentales para apoyar la salud ocular de tu perro y evitar complicaciones.
Si observas signos de incomodidad ocular o secreción inusual en tu perro, consulta al veterinario sin demora para proteger su valiosa visión.