Muchos propietarios de gatos se preocupan por el desarrollo de cáncer mamario, una condición grave donde aproximadamente el 90% de los tumores mamarios felinos son malignos. Esto significa que estos tumores son muy agresivos y se extienden rápidamente por el cuerpo del gato. En comparación, en perros la tasa de malignidad en tumores mamarios es de aproximadamente el 50%, lo que destaca la gravedad en gatos.
Es importante saber que los tumores mamarios pueden afectar a todos los gatos, incluidos los machos, aunque las hembras mayores no esterilizadas tienen el mayor riesgo. La edad en la que una gata es esterilizada afecta críticamente la probabilidad de desarrollar este cáncer. Esterilizar temprano reduce drásticamente el riesgo.
Los veterinarios en España recomiendan esterilizar a las gatas antes de los seis meses, idealmente antes de su primer celo. En muchos casos, se aconseja hacerlo entre los 4 y 5 meses de edad, ya que la cirugía es más fácil, rápida y segura en esta etapa. Esterilizar antes de los 6 meses puede reducir la posibilidad de cáncer mamario hasta en un 91% en comparación con las gatas no esterilizadas. Realizar la cirugía entre los 6 meses y un año sigue ofreciendo una protección significativa, reduciendo el riesgo de cáncer en un 86% aproximadamente.
Sin embargo, esterilizar gatas de entre uno y dos años ofrece una reducción mucho menor, alrededor del 11%, y hacerlo después de los dos años no disminuye efectivamente el riesgo de tumores mamarios. Por lo tanto, cuanto antes se realice la esterilización, mayores serán los beneficios para la salud de su gata.
Con frecuencia, los dueños notan bultos accidentalmente al acariciar a sus gatos o al observarlos lamerse o morderse el abdomen. Los veterinarios pueden descubrir bultos sospechosos durante revisiones rutinarias. La detección temprana es vital porque los tumores más pequeños en el momento del diagnóstico tienen mejores pronósticos.
El pronóstico depende principalmente del tamaño del tumor en el momento del diagnóstico y tratamiento:
Los tumores mamarios generalmente pasan desapercibidos hasta crecer mucho, por lo que las revisiones veterinarias periódicas y la vigilancia en casa son fundamentales, especialmente si la gata fue esterilizada tarde o si se adoptó una gata adulta con historia médica desconocida.
El tratamiento principal suele ser la extracción quirúrgica de los tumores mamarios. Es una operación agresiva pero común, con avances en el manejo del dolor que favorecen la recuperación. La cirugía puede prolongar la vida, aunque temporalmente puede afectar la calidad de vida durante la recuperación.
La quimioterapia puede recomendarse si los tumores son inoperables o si el cáncer se ha diseminado. Muchos gatos responden bien a la quimioterapia, aunque la supervivencia media tras el tratamiento ronda los 6 meses. Sin tratamiento, la supervivencia suele ser de apenas 3 meses tras el diagnóstico.
Esterilizar una gata antes de la madurez sexual no solo reduce su riesgo de cáncer mamario, sino también previene otras complicaciones como infecciones uterinas y elimina comportamientos relacionados con el celo que pueden causar estrés. La mayoría de las guías veterinarias en España recomiendan la esterilización entre los 4 y 6 meses, antes del primer celo, como la mejor práctica para optimizar la salud y el comportamiento.
Si ha adoptado una gata adulta y desconoce si ha sido esterilizada o la edad en que se realizó, es fundamental acudir al veterinario con regularidad para detectar bultos o problemas temprano y mejorar el pronóstico.
La tenencia responsable implica esterilizar a su gata en el momento adecuado para mejorar su salud y bienestar general.
Para quienes desean incorporar un gatito a su hogar, es muy importante encontrar un criador responsable o considerar la adopción para fomentar prácticas éticas en el cuidado y cría de gatos.
Estar informado acerca de la mejor edad para esterilizar a su gata puede ayudar a prevenir problemas graves de salud, como el cáncer mamario. La esterilización temprana, antes de los 6 meses, ofrece la máxima protección. Las revisiones veterinarias regulares y la observación en casa para detectar cualquier bulto facilitarán una detección temprana y mejorarán el pronóstico. Estos pasos responsables aseguran que su gata tenga una vida más larga y saludable.