En España, desde el 6 de abril de 2016, es obligatorio que todos los perros de más de ocho semanas estén microchipados. Este cambio legal, apoyado por organizaciones de bienestar animal como la Fundación Affinity y la Real Sociedad Canina de España, busca fomentar la tenencia responsable de mascotas y mejorar el bienestar animal.
La ley exige que todos los propietarios de perros deben implantar un microchip a sus mascotas y registrarlas en una base de datos oficial con datos de contacto actualizados. No cumplir esta norma puede acarrear multas de hasta 300 euros o la retirada del animal para que sea microchipado obligatoriamente a cargo del propietario.
El microchip, un pequeño implante del tamaño aproximado de un grano de arroz que se coloca debajo de la piel mediante un veterinario o profesional acreditado, facilita la localización de perros perdidos o robados y ayuda a combatir la cría ilegal de cachorros.
Puntos clave incluyen:
Las autoridades locales y la policía usan lectores de microchip para verificar el cumplimiento. Si encuentran un perro no microchipado, el propietario dispone de 21 días para implantarlo. El incumplimiento continuado puede conllevar sanciones.
Aunque la ley aporta beneficios claros, existen dificultades. Muchos perros microchipados tienen datos de contacto desactualizados, dificultando la identificación. Los propietarios frecuentemente olvidan actualizar sus datos tras mudanzas, y algunas bases de datos pueden cobrar tarifas por actualizar la información, lo que desincentiva los cambios.
Por eso, es importante complementar el microchip con una gestión activa de la información y un cuidado responsable del perro.
En España, la normativa es aplicable a todo el territorio nacional desde 2016, aunque algunas comunidades autónomas pueden tener matices adicionales en sus reglamentos. Por ejemplo, la Comunidad de Madrid y Cataluña promueven campañas de microchip de bajo coste para facilitar el cumplimiento.
Los dueños deben ver el microchip como una herramienta de protección tanto para la mascota como para ellos mismos.
El microchip se implanta en clínicas veterinarias y a través de muchas asociaciones de protección animal, como la Fundación Affinity o la Sociedad Protectora de Animales, que organizan jornadas de microchipaje a bajo coste o gratuitos en ocasiones puntuales. Es un procedimiento rápido y seguro que proporciona tranquilidad a todo propietario responsable.
Recuerda mantener siempre tus datos de contacto actualizados en la base de datos para asegurar que tu perro pueda ser recuperado rápidamente en caso de pérdida.