Los perros utilizan diversas señales para comunicarse dentro de sus grupos sociales, y lamer es una forma común de indicar sumisión, ya sea hacia humanos u otros perros. Aunque a veces lamer puede ser simplemente un gesto de cariño o una forma de saborear algo en tu piel, el lamido sumiso presenta características y significados específicos que los propietarios deben comprender para fomentar una relación sana.
El lamido sumiso suele ser un acercamiento suave y tranquilo en el que tu perro te lame para mostrar que acepta un estatus social superior. Por ejemplo, si un perro se acerca discretamente y lame suavemente tu mano o rostro, o lo hace tras expresar tu desaprobación, probablemente sea un intento calmado de aplacarte y asegurarte su respeto y confianza.
Este comportamiento forma parte de los instintos naturales del perro y las señales sociales heredadas de sus ancestros, los lobos, quienes usan el lamido para reconocer la jerarquía de la manada.
No todo lamido es sumiso. Los perros pueden lamer porque les gusta el sabor salado de la piel, para recoger restos de comida o simplemente para mostrar cariño y atención. Sin embargo, un lamido excesivo puede indicar aburrimiento, ansiedad o problemas de salud como irritaciones o alergias cutáneas. Si tu perro se lame mucho a sí mismo o a ti de forma persistente, conviene consultar con un veterinario para descartar causas médicas.
Los perros domésticos conservan instintos de manada similares a sus ancestros lobos salvajes. En el hogar, suelen ver a las personas como líderes o alfas del grupo. Los perros sumisos emplean el lamido para indicar su posición y comunicar que no representan una amenaza. Es un gesto social educado que ayuda a mantener la armonía y roles claros en el entorno familiar.
Que tu perro lama tu cara es uno de los signos más profundos de sumisión y confianza que puede mostrar. Este comportamiento íntimo expresa que el perro te respeta como líder y se siente seguro contigo. Los perros también se lamen las caras entre ellos para comunicar no agresión y fortalecer vínculos sociales positivos.
A pesar de su significado afectuoso, es importante desalentar el lamido en la cara por razones de higiene, ya que la boca de los perros puede contener bacterias potencialmente dañinas. Redirige suavemente a tu perro para evitar esta conducta sin causarle ansiedad o miedo.
El lamido sumiso puede volverse compulsivo, generando ansiedad o inseguridad en tu perro. Además de propagar gérmenes, un lamido excesivo puede ser señal de estrés o falta de estimulación mental. Proporcionar suficiente ejercicio, socialización y enriquecimiento ambiental ayuda a reducir estos comportamientos obsesivos.
Junto con el lamido, los perros pueden mostrar sumisión exponiendo su vientre o garganta, bajando la postura corporal, metiendo la cola entre las patas o echando las orejas hacia atrás. Los cachorros incluso pueden orinar sumisamente cuando están nerviosos. Comprender estas señales fortalece la comunicación respetuosa y la confianza mutua.
Reconocer el lamido sumiso como una forma positiva de comunicación es fundamental. Evita reprender a tu perro por estos gestos, ya que puede aumentar su ansiedad. Responde con calma y seguridad, asegurando que tu perro se sienta protegido en su entorno. Si el lamido se vuelve compulsivo o problemático, busca asesoramiento de un veterinario especialista en comportamiento o de criadores responsables que puedan ayudarte a diseñar un plan de conducta adaptado.
Cuando adquieras un perro, siempre busca cachorros de fuentes responsables en España que prioricen el temperamento y la salud, para tener un compañero seguro y equilibrado.
Respuesta rápida: Los perros se lamen la boca como gesto sumiso y de apaciguamiento, para mostrar que no representan amenaza y fortalecer vínculos sociales.
En las interacciones sociales caninas, lamer la boca de otro perro es un comportamiento común heredado de los lobos. Indica respeto hacia la dominancia del otro y ausencia de agresión. Esta conducta fomenta relaciones pacíficas y promueve la amistad recíproca en el grupo. Cuando los perros te lamen a ti, utilizan este lenguaje social para expresar confianza y apaciguamiento.
Entender estas comunicaciones sutiles fortalece tu vínculo y te ayuda a responder adecuadamente a las necesidades sociales de tu perro.