Muchos propietarios de perros se preguntan si es posible mantener un jardín encantador a la vez que se garantiza la seguridad y felicidad del perro al aire libre. La buena noticia es que perros y jardines no tienen por qué estar reñidos. Con una planificación cuidadosa, puedes crear un espacio que sea tanto bonito como amigable para tu mascota.
Al diseñar tu jardín, prioriza la seguridad de tu perro. Evita las plantas y productos químicos tóxicos que puedan dañar a tu perro si los ingiere o entra en contacto con ellos. En España, plantas como la dedalera, los ranúnculos, el eléboro, y el aguileña son comunes y tóxicas. En cambio, apuesta por plantas seguras para perros como las rosas, pensamientos y hierbas aromáticas como el albahaca y la lavanda.
La jardinería ecológica reduce el uso de pesticidas y productos tóxicos que pueden representar riesgos ocultos. Además, ten cuidado con materiales como el mantillo de cacao, que es tóxico para los perros debido a su contenido en teobromina (similar al chocolate).
Una valla resistente y a prueba de perros es fundamental para mantener seguro a tu perro y evitar que escape. La valla debe tener una altura adecuada (idealmente al menos 1,80 metros) para perros ágiles que puedan saltar. Para razas con tendencia a cavar, considera barreras bajo tierra que impidan excavar y salir.
Una valla de madera sólida con listones es segura y estética, permitiendo la entrada de luz solar para tus plantas mientras mantiene a tu perro confinado.
Crea un refugio fresco en tu jardín con áreas sombreadas donde tu perro pueda descansar durante los meses más calurosos. Utiliza árboles con copas densas o plantas altas como palmeras para proporcionar sombra natural que tu amigo peludo agradecerá, especialmente en el clima mediterráneo español.
Si tu perro es un excavador natural, canaliza esta energía creando un área designada para excavar, como un arenero. Protege los parterres y áreas de plantación nuevas bloqueando el acceso hasta que la tierra se asiente. Supervisa a tu perro durante las tareas de jardín para evitar tentaciones.
Los perros necesitan espacio para correr libremente. Evita saturar tu jardín con senderos y zonas de plantación. Reserva un área abierta y césped donde tu perro pueda jugar y hacer ejercicio con seguridad. Mantén los caminos directos para evitar atajos que dañen el suelo.
Limpiar rápidamente las heces de tu perro ayuda a mantener la calidad del suelo y la apariencia del jardín. También reduce riesgos para la salud derivados de residuos acumulados.
Algunas plantas son seguras para los perros, incluyendo flores comestibles o frutas y verduras comunes en huertos urbanos. Elige plantas jóvenes o establecidas que aguanten mejor la actividad canina. Investiga bien las plantas para evitar las tóxicas para perros, como el laurel, adelfa y azalea en España.
Un buen llamado y normas claras en el jardín son vitales. Enseña límites a tu perro y refuerza comportamientos permitidos con métodos positivos y basados en recompensas. Un entrenamiento constante ayuda a que tu perro disfrute del jardín con seguridad mientras proteges tu vegetación.
Combinando una valla segura, plantas aptas para perros, áreas de juego designadas y un entrenamiento adecuado, tanto tu perro como tu jardín pueden prosperar juntos. Con un poco de planificación y cuidado, tu jardín será un santuario para tu perro y un espacio bonito para ti.