Las uvas, pasas y sultanas son alimentos comunes en los hogares españoles que representan un riesgo grave de intoxicación para los perros, causando daños renales potencialmente mortales. A diferencia de muchas sustancias dañinas, estos frutos resultan atractivos al paladar de los perros, lo que aumenta el riesgo de ingestión accidental. Las pasas, al ser uvas deshidratadas, concentran aún más los componentes tóxicos. Es fundamental mantener estos alimentos fuera del alcance de las mascotas y nunca ofrecerlos como golosinas. Muchos productos de panadería y snacks contienen pasas, por lo que se debe estar atento para evitar la exposición.
Aunque aún no se ha identificado con exactitud la sustancia tóxica responsable del daño renal en perros, los expertos veterinarios coinciden en que la ingestión puede provocar una lesión renal aguda (LRA), que interrumpe el funcionamiento normal de los riñones. Se barajan hipótesis como la presencia de ácido tartárico o contaminantes, pero no hay una causa definitiva confirmada. Es importante destacar que la toxicidad varía mucho entre perros: algunos pueden enfermar gravemente tras comer solo unas pocas uvas o pasas, mientras que otros no muestran signos tras ingerir cantidades mayores.
Los síntomas suelen aparecer entre 6 y 24 horas tras la ingestión y con frecuencia comienzan con molestias digestivas. Observa si tu perro presenta:
Con el avance de la intoxicación, los signos de insuficiencia renal se hacen más evidentes, tales como debilidad, temblores y aliento urémico (con olor característico a pescado). Sin tratamiento, esta situación puede ser rápidamente mortal.
Si sospechas que tu perro ha ingerido uvas o pasas, es imprescindible buscar atención veterinaria inmediata. No esperes a que aparezcan los síntomas, pues el tratamiento temprano mejora significativamente las probabilidades de supervivencia.
El veterinario generalmente inducirá el vómito para eliminar cualquier resto de fruta no digerida en el estómago del perro. En algunos casos, y siempre siguiendo indicaciones veterinarias precisas, podría ser necesario inducir el vómito en casa con métodos apropiados y dosis correctas.
Se puede administrar carbón activado para unir cualquier toxina residual en el tracto digestivo y evitar su absorción en el torrente sanguíneo.
Se suministrarán líquidos por vía intravenosa para mantener la función renal y la hidratación. Se realizarán análisis de sangre para controlar parámetros renales, y es posible emplear medicamentos para estimular la producción de orina. En casos graves, podría ser necesaria la diálisis para apoyar la función renal.
El pronóstico depende de la rapidez con que se inicie el tratamiento y de la cantidad ingerida. El tratamiento precoz, especialmente antes de que se produzcan daños renales severos, puede prevenir o reducir secuelas duraderas. Sin embargo, si se desarrolla insuficiencia renal, el pronóstico es reservado y a menudo puede ser desfavorable. La prevención manteniendo el acceso a estas frutas restringido es la mejor estrategia.
Comprendiendo el grave riesgo que las uvas y las pasas representan para los perros y adoptando medidas preventivas claras, puedes proteger a tu querido compañero de una emergencia que pone en peligro su vida.