Tener un gato como mascota aporta muchas alegrías. Ofrecen compañía, son relativamente fáciles de cuidar y sus juegos pueden ser reconfortantes. Sin embargo, una preocupación frecuente es si puedes contraer infecciones y enfermedades de tu gato. Esta guía completa explora qué tan probable es, qué infecciones debes conocer y cómo protegerte mientras disfrutas responsablemente de tu amigo felino.
A pesar de algunos riesgos, tener un gato puede beneficiar tu salud. Estudios muestran que la tenencia de gatos puede reducir riesgos cardíacos y acariciar a un gato ayuda a reducir el estrés y promover la relajación. Los gatos tienden a tener una vida saludable si reciben buen cuidado, por lo que las infecciones graves son poco comunes en la mayoría de las personas.
Para una convivencia segura con gatos, es crucial mantener rutinas de higiene, como lavar las manos regularmente, especialmente después de manipular la bandeja sanitaria o al acariciar a tu gato. Las visitas veterinarias periódicas mantienen a tu gato sano, permitiendo la detección y el manejo temprano de enfermedades o parásitos.
Si estás embarazada o tienes el sistema inmunológico debilitado, debes tener precauciones adicionales. Por ejemplo, las mujeres embarazadas deben evitar manipular gatitos muy jóvenes o limpiar las cajas de arena debido al riesgo de toxoplasmosis, una infección parasitaria que puede afectar al feto.
Las pulgas son pequeños parásitos que pueden causar picazón y enrojecimiento en humanos, generalmente en muñecas y tobillos. Aunque no son peligrosas, las picaduras resultan molestas. Para prevenirlas, revisa regularmente a tu gato y utiliza tratamientos antipulgas recomendados por tu veterinario en cuanto detectes pulgas.
Las garrapatas adheridas a los gatos pueden, en raras ocasiones, provocar la enfermedad de Lyme en humanos tras la picadura. Aunque esta enfermedad es poco común en España, siempre revisa a tu gato tras actividades al aire libre y consulta al veterinario para medidas preventivas.
Las mordeduras de gato pueden infectarse, por lo que es esencial limpiar bien cualquier herida y buscar atención médica lo antes posible. Puede requerirse una vacuna antitetánica si las vacunas están desactualizadas. Los arañazos pueden causar la "enfermedad por arañazo de gato" (Bartonelosis), caracterizada por inflamación de ganglios y fiebre, especialmente grave en niños. Nunca permitas que los gatos laman heridas abiertas.
Esta infección fúngica provoca manchas circulares, rojas y con picor en la piel humana, pudiéndose transmitir por contacto directo con gatos infectados, especialmente gatitos y razas de pelo largo. Si observas síntomas en ti o en tu familia, consulta al médico para tratamiento.
Los gatitos suelen estar infectados con lombrices transmitidas por su madre. Los humanos pueden ingerir accidentalmente huevos de lombriz al manipular tierra o arena contaminadas, lo que puede ocasionar daños oculares. Desparasitaciones regulares para tu gato, al menos cuatro veces al año, y buena higiene reducen significativamente este riesgo.
Provocada por el parásito Toxoplasma gondii, la toxoplasmosis se contagia al tener contacto con heces de gato que contienen los huevos del parásito. Aunque los gatos rara vez muestran síntomas, las personas pueden infectarse si no mantienen higiene adecuada. Las embarazadas deben evitar manipular la caja sanitaria y usar guantes si no hay alternativa. Mantén a tu gato en casa y bien cuidado para minimizar riesgos.
Infección bacteriana que causa diarrea intensa y dolor abdominal, el campilobacter se puede transmitir entre gatos y humanos. También se propaga comúnmente por consumo de carne cruda o agua contaminada. Al tratar con gatos, especialmente si tienen diarrea, mantén estricta higiene y consulta al veterinario.
Respuesta rápida: No. El Virus de la Inmunodeficiencia Felina (VIF) y el Virus de la Leucemia Felina (FeLV) afectan solo a gatos y no se transmiten a humanos.
El VIF y FeLV son enfermedades específicas de gatos y no zoonóticas. Los humanos no pueden contraer VIH ni virus relacionados de los gatos, por lo que no existe riesgo de transmisión a las personas.
Respuesta rápida: No. La toxoplasmosis se contrae generalmente al ingerir huevos del parásito presentes en heces de gato, no por contacto directo.
Manipular al gato se considera de bajo riesgo. La vía principal es la ingestión accidental de ooquistes procedentes de la tierra o arenas contaminadas. Por eso, la higiene tras limpiar la bandeja sanitaria es fundamental.
Respuesta rápida: Los gatos que salen al exterior tienen mayor exposición a parásitos y enfermedades, por lo que pueden representar un riesgo un poco mayor de transmisión.
Mantener al gato dentro de casa o supervisado reduce su contacto con agentes infecciosos provenientes de fauna silvestre u otros animales. Los gatos que salen al exterior requieren controles veterinarios y tratamientos antiparasitarios más frecuentes.
Aunque es posible contraer ciertas infecciones y enfermedades de tu gato, el riesgo general es bajo con una buena higiene, cuidados veterinarios regulares y responsabilidad. Las mujeres embarazadas, niños pequeños y personas inmunodeprimidas deben extremar precauciones.
Mantener un ambiente limpio, cuidar la salud de tu gato y supervisar el contacto reducen riesgos y te permiten disfrutar de los maravillosos beneficios de tener un gato de forma segura y confiada.