Las infecciones por hongos en perros pueden variar desde irritaciones leves en la piel hasta enfermedades sistémicas graves que afectan órganos internos. La infección fúngica más conocida es la tiña, que, a pesar de su nombre, es causada por un hongo y no por un gusano. Estas infecciones se diferencian de las bacterianas y a menudo requieren tratamientos especializados, ya que muchos antibióticos estándar no son efectivos.
La tiña (dermatofitosis) es muy contagiosa y se manifiesta como lesiones redondas, sin pelo y con picor en la piel del perro. Si no se trata, estas lesiones pueden convertirse en heridas inflamadas y dolorosas. Los humanos y otros animales pueden contagiarse mediante contacto directo con estas zonas, por lo que la higiene cuidadosa y el tratamiento con antifúngicos tópicos efectivos son esenciales. Si tu perro presenta signos de tiña, consulta al veterinario cuanto antes para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Las infecciones fúngicas sistémicas afectan todo el cuerpo, pudiendo involucrar pulmones, ojos, huesos y otros órganos. La blastomicosis es una de estas infecciones, más común en razas como el retriever que frecuentan ambientes acuáticos. Aproximadamente el 40% de los perros afectados desarrollan lesiones oculares dolorosas, mientras que el 85% presentan afectación pulmonar. También pueden aparecer lesiones similares a abscesos en cualquier parte del cuerpo.
La infección por Coccidioides puede representar un riesgo serio para la salud y a menudo se confunde con cáncer en las radiografías. Es crucial una prueba veterinaria rápida y exhaustiva para diferenciar esta enfermedad fúngica y comenzar el tratamiento adecuado que mejore el pronóstico. Esta infección destaca la importancia del diagnóstico preciso para evitar errores.
La histoplasmosis afecta principalmente los pulmones del perro tras inhalar o ingerir tierra contaminada, a menudo con excrementos de aves o murciélagos. Los perros que pasan mucho tiempo al aire libre tienen mayor riesgo, aunque las mascotas de interior también pueden contagiarse por tierra o abono contaminados. Esta infección puede causar tos, letargo y síntomas más graves si no se trata.
La Malassezia es una levadura que normalmente está presente en la piel y orejas, pero su proliferación excesiva provoca dermatitis dolorosa. Esto conlleva piel grasosa, roja o oscurecida, que pica y suele oler mal. Algunas razas, como caniches, basset hounds, West Highland White Terriers, cocker spaniels y teckels, son más propensas a esta condición. El tratamiento puede incluir antifúngicos tópicos y abordar causas subyacentes como alergias.
Aunque es más común en gatos, los perros también pueden desarrollar criptococosis, especialmente después de la exposición a excrementos de aves. Los perros inhalan o ingieren esporas fúngicas que infectan el tracto respiratorio, ojos, piel y sistema nervioso. Los síntomas incluyen estornudos, lesiones cutáneas, convulsiones y ceguera. El diagnóstico y tratamiento precoz son críticos, ya que las infecciones avanzadas afectan gravemente el pronóstico del animal. Esta infección es rara en España, pero más común en América del Norte.
Prevenir infecciones por hongos implica mantener una buena higiene, evitar la exposición a ambientes contaminados y realizar controles veterinarios regulares. La tenencia responsable también implica consultar al veterinario de inmediato si tu perro muestra lesiones inusuales en la piel, signos respiratorios o cualquier otro síntoma preocupante. El diagnóstico y tratamiento precoz mejoran significativamente la recuperación y reducen el riesgo de contagio.
Consulta siempre al veterinario antes de iniciar cualquier tratamiento. Evita remedios no comprobados y mantén la limpieza ambiental para proteger a tu perro y a tu familia de infecciones contagiosas como la tiña.
Las infecciones fúngicas en perros abarcan desde enfermedades cutáneas contagiosas comunes, como la tiña, hasta condiciones sistémicas graves como la blastomicosis y la criptococosis. Reconocer los síntomas de forma temprana, comprender los riesgos y buscar atención veterinaria rápidamente puede proteger la salud de tu perro. Un cuidado diligente y un seguimiento adecuado favorecerán su recuperación completa y ayudarán a prevenir recaídas.
Si sospechas que tu perro puede tener una infección por hongos, programa una revisión veterinaria completa. Juntos, podrán asegurar el mejor plan de tratamiento adaptado a las necesidades específicas de tu mascota.