La hepatitis infecciosa canina (HIC) es una enfermedad viral de rápida aparición y altamente contagiosa que afecta a perros de todas las edades y razas. Provocada por el adenovirus canino tipo 1 (CAV-1), esta enfermedad afecta principalmente al hígado, aunque también puede involucrar al bazo, riñones, pulmones y vasos sanguíneos, y en ocasiones a otros órganos.
En España, perros no vacunados pueden contraer esta enfermedad, y aunque no es común que animales silvestres como zorros transmitan el virus, la correcta vacunación y las recomendaciones veterinarias son esenciales para prevenirla, especialmente en cachorros y perros jóvenes.
La HIC provoca inflamación del hígado (hepatitis) que puede derivar en cicatrices hepáticas, ictericia, trastornos hemorrágicos y signos neurológicos como desorientación o cambios en el comportamiento. La infección también afecta riñones, bazo y pulmones, causando una enfermedad generalizada y dolorosa. Aunque grave, algunos perros con infecciones leves pueden recuperarse gracias a la respuesta inmunitaria que genera anticuerpos.
El virus causante, el adenovirus canino tipo 1, es un virus de ADN muy resistente que permanece infeccioso en el ambiente y se transmite fácilmente entre perros mediante secreciones corporales.
El virus se propaga principalmente por contacto oronasal con orina, heces, saliva o secreciones nasales infectadas. También puede contagiarse por contacto con objetos contaminados como comederos, bebederos o juguetes. La HIC no es aérea, pero dada su alta virulencia, incluso el contacto indirecto puede transmitir el virus.
Cuando salgas a pasear, evita que tu perro acceda a bebederos compartidos y lleva siempre agua y recipiente propios para prevenir contagios. El periodo de incubación suele ser de 2 a 5 días, pero puede extenderse hasta 14 días.
Los perros no vacunados, especialmente cachorros menores de un año, son los más susceptibles a la HIC. Los perros adultos pueden presentar síntomas más leves o infecciones subclínicas. En España, la vacunación contra el adenovirus canino tipo 1 es rutinaria, por lo que mantener al día las inmunizaciones y refuerzos es la protección más eficaz.
Ser dueño responsable implica asegurar que tu perro esté vacunado según lo recomendado por el veterinario y evitar el contacto con perros no vacunados o enfermos.
La hepatitis infecciosa canina no es zoonótica, es decir, no puede transmitirse a los humanos. Sin embargo, las personas pueden portar el virus en la ropa o piel tras el contacto con un perro infectado y transmitírselo involuntariamente a otros perros.
La vacunación es la base fundamental para prevenir esta enfermedad, reduciendo significativamente su incidencia y propagación. Si tu perro es diagnosticado con HIC, aíslalo y desinfecta frecuentemente sus juguetes, cama y utensilios para evitar contagios.
Las buenas prácticas higiénicas y evitar el contacto con perros infectados son igualmente importantes.
Los síntomas suelen aparecer rápidamente y varían en gravedad. Observa si tu perro presenta:
Tu veterinario realizará análisis de sangre, valoraciones de anticuerpos y posiblemente técnicas avanzadas de imagen. Un diagnóstico rápido y preciso permite un tratamiento oportuno y mejora el pronóstico.
No existe un tratamiento antiviral específico para la HIC. El tratamiento es de soporte e incluye fluidoterapia intravenosa, monitorización hospitalaria estrecha, analgésicos y manejo de infecciones secundarias con antibióticos. En casos severos, puede ser necesaria una transfusión sanguínea.
La intervención veterinaria temprana aumenta las probabilidades de supervivencia, especialmente en cachorros o perros no vacunados. Los casos leves pueden recuperarse sin tratamientos intensivos, pero el pronóstico empeora si se retrasa la atención o si el sistema inmunológico del cachorro es débil.
La inmunidad a largo plazo suele generarse tras la infección, pero la vacunación es más segura y fiable para proteger la salud de tu perro.
La hepatitis infecciosa canina es una enfermedad grave pero prevenible que puede ser mortal sin atención veterinaria. Mantener las vacunas al día protege a tu perro y a la comunidad canina en general. Consulta siempre al veterinario si observas síntomas compatibles con HIC para cuidar la salud de tu compañero fiel.
Protege hoy a tu perro asegurando su vacunación contra la hepatitis infecciosa canina y mantente alerta a los primeros signos de enfermedad para lograr los mejores resultados.