Los cachorros son pequeños montones de alegría llenos de energía, siempre deseosos de explorar y jugar. Sin embargo, como dueños responsables, es fundamental equilibrar su actividad con su desarrollo físico, especialmente en lo que respecta a sus placas de crecimiento. Entender cómo proporcionar la cantidad y tipo correcto de ejercicio ayuda a promover un crecimiento saludable y a prevenir lesiones que podrían tener efectos duraderos.
Las placas de crecimiento son zonas blandas de cartílago ubicadas en los extremos de los huesos largos de las patas del cachorro. Estas placas son regiones donde se producen nuevas células óseas, permitiendo que los huesos crezcan en longitud conforme el cachorro madura. Con el tiempo, las placas de crecimiento se endurecen y fusionan gradualmente, convirtiéndose en hueso sólido. Este proceso se denomina cierre de las placas de crecimiento.
Antes de endurecerse completamente, las placas de crecimiento son delicadas y susceptibles a lesiones, especialmente por ejercicios excesivos o de alto impacto. El daño a estas placas puede causar un desarrollo óseo incorrecto, resultando en deformidades como patas arqueadas, marcha irregular o problemas articulares a largo plazo. Por ejemplo, lesiones entre los huesos cúbito y radio en el antebrazo pueden provocar un crecimiento óseo desigual, afectando el movimiento y la calidad de vida del cachorro.
Determinar el nivel adecuado de ejercicio depende de la edad, tamaño de la raza y tipo de actividad del cachorro. En España, no existe una norma oficial, pero una regla práctica recomendada por veterinarios consiste en realizar cinco minutos de ejercicio por mes de edad, dos veces al día. Por ejemplo:
Esta es una base útil, aunque es importante adaptar el ejercicio a las necesidades individuales de cada cachorro y supervisar sus respuestas. No todos los cachorros prosperan con la misma rutina; algunos pueden fatigarse más fácilmente o requerir actividades más suaves.
Las actividades de bajo impacto favorecen un crecimiento saludable sin sobrecargar las delicadas placas de crecimiento. Entre los ejercicios recomendados están:
Las actividades de alto impacto deben evitarse o realizarse con precaución hasta que las placas de crecimiento estén completamente cerradas. Estas incluyen:
Para razas de crecimiento lento, como las razas grandes y gigantes (ejemplo: Mastín Español, San Bernardo, Terranova), el cierre de las placas de crecimiento puede tardar hasta 18-24 meses. Estas razas requieren actividades aún más suaves y períodos prolongados antes de practicar deportes de alto impacto.
Las lesiones en las placas de crecimiento pueden tener consecuencias para toda la vida, pero se pueden prevenir con cuidados conscientes. Considera estos consejos prácticos:
El ejercicio es solo una parte del cuidado de las placas de crecimiento y el desarrollo óseo general de tu cachorro. Además de una actividad adecuada, asegúrate de ofrecer:
Brindando ejercicio controlado, de bajo impacto y adaptado a la edad y raza de tu cachorro, contribuyes a un crecimiento óseo saludable y ayudas a prevenir dolorosas lesiones en las placas de crecimiento. Recuerda la sencilla guía de cinco minutos de ejercicio por mes de edad, dos veces al día, y evita actividades de alto impacto o riesgosas hasta la madurez esquelética completa.
Tu atención durante estos primeros meses sienta las bases para un porvenir de movimientos felices y saludables para tu querido cachorro.
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