Traer a casa un cachorro nuevo o adoptar un perro que no está entrenado para ir al baño requiere un adiestramiento paciente y constante para enseñarles dónde y cuándo es adecuado hacer sus necesidades. Ya sea que tengas un cachorro joven o un perro adulto empezando desde cero, el adiestramiento es esencial para un hogar feliz, higiénico y una mascota equilibrada.
En esta guía completa, aprenderás un enfoque paso a paso para el adiestramiento en casa, incluyendo establecer rutinas, estrategias de supervisión y métodos de refuerzo positivo que funcionan en hogares españoles. También compartimos errores comunes que debes evitar y herramientas que te ayudarán durante el proceso.
El primer paso es reconocer que los perros tienen necesidades biológicas y de comportamiento respecto al momento de hacer sus necesidades. Los cachorros y perros jóvenes requieren pausas para ir al baño con más frecuencia que los adultos, a menudo necesitando salir cada hora o dos. Las razas pequeñas suelen tener vejigas más pequeñas y pueden necesitar salir más frecuentemente que las razas grandes.
Es importante observar y aprender las señales y los tiempos de tu perro para salir al baño. Por ejemplo, suelen necesitar salir después de despertarse, comer, beber y jugar. Lleva un registro de estos momentos durante los primeros días para establecer una rutina predecible.
Crea un área cómoda y confinada, como un transportín o una sección de la cocina o el lavadero con suelo duro. Este será el lugar donde tu perro pueda estar cuando no puedas supervisarlo directamente. El espacio debe ser acogedor, con cama, agua, juguetes y no estar aislado de la vida familiar para evitar estrés o soledad.
Este confinamiento ayuda a los perros a aprender el control de la vejiga y los intestinos, reduciendo accidentes. El espacio que asignes debe ser lo suficientemente grande para que el perro se pueda poner de pie, tumbar y girar con comodidad. Evita que sea demasiado grande, lo que podría fomentar que haga sus necesidades en una esquina.
Comienza por sacar a tu perro a primera hora de la mañana, dándole tiempo suficiente para hacer sus necesidades antes de entrar. Salidas frecuentes, hasta cada hora al principio, permiten monitorizar sus hábitos y reducir accidentes.
Saca a tu perro justo después de despertarse, tras las comidas, después de las siestas y cada dos horas durante el día. Conforme aprendas sus hábitos, adapta la frecuencia a sus necesidades, reduciéndola gradualmente conforme tu perro gane control de la vejiga.
Haz la última salida antes de acostarte, incluso si tu perro generalmente no necesita salir de noche, para evitar accidentes nocturnos. Usa siempre la misma puerta y llévalo al mismo lugar exterior para crear consistencia.
Mantén a tu perro a la vista durante las primeras fases del adiestramiento. Si no puedes supervisarlo, confínalo en el espacio seguro que preparaste. Observa comportamientos que indican necesidad de ir al baño, como olfatear, dar vueltas o llorar, y actúa inmediatamente llevándolo afuera.
La constancia es fundamental. Interrumpe con suavidad cualquier intento de orinar dentro y redirígelo afuera. Nunca castigues los accidentes, ya que esto genera miedo y que el perro oculte sus necesidades, complicando el adiestramiento.
Recompensa a tu perro inmediatamente después de que haga sus necesidades en el lugar adecuado con elogios entusiastas y golosinas. Esta asociación positiva fomenta que repita el comportamiento deseado.
Usa golosinas que le encanten y mantén un tono alegre y motivador. Evita castigos o reacciones negativas ante accidentes; pueden confundir al perro y retrasar el progreso.
Los accidentes forman parte del aprendizaje. Límpialos silenciosamente y con rapidez usando productos enzimáticos diseñados para eliminar por completo los olores y evitar que marque el mismo sitio repetidamente.
Utiliza guantes al manipular los desechos y lávate bien las manos después, manteniendo la higiene para ti y tu familia.
Con paciencia, constancia y cariño, la mayoría de los perros se adaptarán rápidamente a las rutinas de adiestramiento en casa, haciendo la convivencia agradable para todos en el hogar.
Si estás buscando un cachorro en venta, elige siempre criadores responsables que prioricen la salud y el temperamento. Para perros adultos, considera la adopción en tu refugio local para una experiencia de compañía gratificante.