La gripe felina, comúnmente conocida como catarro en gatos, es una de las enfermedades respiratorias más frecuentes que afectan a los gatos en España. Aunque los gatos adultos sanos suelen recuperarse con atención veterinaria y tiempo, los gatos ancianos, los gatitos jóvenes y aquellos con sistemas inmunitarios comprometidos son especialmente vulnerables y pueden sufrir consecuencias graves. A diferencia de la gripe leve en humanos, la gripe felina puede ser seria y en ocasiones mortal para los gatos. Afortunadamente, la vacunación contra los principales agentes causantes del catarro felino suele estar incluida en la vacuna anual de refuerzo, aunque no ofrece una protección completa.
Todos los propietarios de gatos deben conocer la naturaleza, síntomas, transmisión y tratamiento de la gripe felina para proteger a sus mascotas e identificar la enfermedad a tiempo.
La gripe felina se refiere a infecciones respiratorias en gatos causadas por ciertos virus de la influenza A. Sin embargo, estos virus son relativamente raros en gatos. El término “catarro en gatos” se usa más comúnmente para describir un síndrome de infección respiratoria alta felina causado principalmente por dos virus no relacionados con la gripe: herpesvirus felino (FHV-1) y calicivirus felino (FCV).
Otros agentes como Bordetella bronchiseptica y Chlamydia felis pueden contribuir ocasionalmente a la enfermedad.
Aspecto | Infección por virus de gripe felina | Catarro en gatos (infección respiratoria alta común) |
---|---|---|
Causa | Virus de influenza A, raros | Herpesvirus felino y calicivirus (no influenza) |
Frecuencia | Rara | Frecuente |
Síntomas | Signos respiratorios altos, a veces enfermedad sistémica severa | Estornudos, descarga nasal y ocular, conjuntivitis, letargo, pérdida de apetito |
Contagio | Altamente contagioso entre vertebrados | Altamente contagioso entre gatos |
Transmisión | Gotículas respiratorias y contacto | Contacto con saliva, lágrimas, objetos contaminados |
Estado de portador | Posible, severidad variable | Gatos pueden ser portadores de por vida |
Transmisión a humanos | Generalmente no | No |
Vacunación | No común en vacunas estándar para gatos | Recomendada para prevención |
Más del 80% de los casos típicos de catarro felino son causados por los virus herpesvirus felino y calicivirus, ambos incluidos en las vacunaciones anuales estándar en España. Estas vacunas reducen significativamente el riesgo y la severidad de la infección, pero no cubren todos los posibles agentes causantes del catarro. Aproximadamente un 20% de las infecciones pueden deberse a otros virus o bacterias no cubiertos por la vacuna, por lo que un gato vacunado tiene el riesgo reducido, pero no está completamente inmune.
El catarro felino es altamente contagioso y se propaga fácilmente de gato a gato. La transmisión ocurre por contacto directo con gatos infectados o mediante partículas aéreas que se liberan al toser o estornudar. Los virus también pueden sobrevivir en objetos compartidos como camas, comederos, bebederos e incluso en humanos, lo que hace posible que un gato se contagie sin contacto físico directo con otro infectado.
Algunos gatos pueden portar el virus sin mostrar síntomas, actuando como portadores que pueden infectar a otros.
Los signos de la gripe y catarro felino incluyen:
La gravedad varía según la cepa viral. Infecciones de herpesvirus felino suelen ser más severas, con úlceras en los ojos, secreción espesa y sucia, y ojos hinchados que pueden cerrarse completamente. El calicivirus felino suele causar síntomas más leves, pero puede provocar úlceras bucales, cojeras y fiebre alta si no se trata.
No existe cura directa para el catarro felino; el tratamiento se centra en cuidados de apoyo para ayudar a la recuperación del gato. La atención intensa y el confort son fundamentales para mejorar sus posibilidades de superar la infección.
Las medidas comunes de tratamiento incluyen:
Los gatos adultos sanos suelen recuperarse completamente con cuidados rápidos, aunque la recuperación puede durar varias semanas. Muchas pólizas de seguro veterinario en España cubren gastos de tratamiento si las vacunas están al día.
Los gatos infectados con herpesvirus felino pueden permanecer portadores de por vida y ocasionalmente transmitir el virus, representando un riesgo permanente para otros gatos. Las infecciones por calicivirus suelen eliminarse del organismo, pero pueden tardar semanas o meses en desaparecer.
La detección temprana, vacunación y buena higiene son claves para proteger a tu compañero felino de esta enfermedad común y potencialmente grave.