El glaucoma en gatos es una enfermedad ocular grave que puede causar ceguera, producida por un aumento de la presión intraocular debido al mal drenaje del humor acuoso. Este líquido normalmente nutre el ojo y mantiene su forma, pero cuando su drenaje se bloquea, la presión se incrementa, dañando el nervio óptico. Reconocer los signos a tiempo y tratarlo prontamente es clave para preservar la visión y el bienestar de tu gato.
El glaucoma surge por un aumento de la presión intraocular (PIO) que daña el nervio óptico, causando pérdida irreversible de la visión si no se trata. En gatos, normalmente es una condición secundaria, resultado de otras enfermedades o traumatismos oculares que bloquean el drenaje del líquido, aunque algunas razas como el siamés y el burmilla pueden presentar una forma primaria (hereditaria) debido a anomalías anatómicas.
El glaucoma secundario puede originarse por uveítis (inflamación), luxación del cristalino (desplazamiento), tumores oculares, hemorragias internas o traumatismos, los cuales afectan el drenaje normal del humor acuoso causando acumulación de presión.
El glaucoma felino suele desarrollarse de forma lenta con síntomas sutiles, por lo que las revisiones veterinarias regulares son vitales. Los signos comunes son:
Si sospechas glaucoma, lleva a tu gato al veterinario con urgencia. El diagnóstico incluye:
El objetivo del tratamiento es reducir la presión ocular, aliviar el dolor y preservar la visión restante. Algunas opciones son:
El tratamiento rápido mejora el pronóstico, pero el diagnóstico tardío suele conducir a la pérdida irreversible de la visión. Los gatos suelen tolerar peor los tratamientos oculares frecuentes que los perros, por lo que la comunicación cercana con el veterinario es imprescindible.
Mientras que el glaucoma primario, principalmente genético, no puede prevenirse, el secundario sí puede retrasarse o evitarse mediante:
Si notas síntomas o cambios de visión inusuales en tu gato, no demores la consulta veterinaria. La intervención temprana ofrece la mejor oportunidad para que tu gato mantenga una visión cómoda y de calidad de vida elevada.
El glaucoma en gatos es una dolencia compleja que requiere cuidado compasivo y manejo profesional. Con conocimiento y acción rápida, muchos gatos pueden seguir disfrutando de una vida feliz con el tratamiento adecuado.