Muchas personas en España están fascinadas con la idea de tener un gato hipoalergénico, aunque la realidad de las alergias a los gatos es compleja y a menudo malinterpretada. Aunque algunas razas se consideran menos propensas a provocar reacciones alérgicas, los expertos confirman que no existe un gato completamente hipoalergénico. Este artículo explora las alergias a los gatos, sus desencadenantes y detalla las razas que suelen considerarse más amigables para los dueños sensibles a las alergias.
Las alergias a los gatos son causadas principalmente por proteínas que los gatos producen de forma natural, sobre todo la proteína Fel d 1, secreción de las glándulas sebáceas de la piel, y Fel d 4, presente en su saliva. Estos alérgenos pueden quedar en suspensión en el aire y permanecer en ambientes donde los gatos residen o han estado, provocando desde síntomas leves de rinitis alérgica hasta ataques severos de asma en personas alérgicas.
Contrariamente a la creencia popular, no es el pelo del gato en sí lo que causa la alergia, sino los alérgenos que se adhieren al pelo y a las escamas de la piel (caspa). Los gatos que mudan más pelo o caspa pueden dispersar más alérgenos en el hogar, lo que puede aumentar las reacciones, pero el pelo por sí solo no es la causa directa.
Técnicamente, un gato hipoalergénico produciría poca o ninguna proteína alergénica y por lo tanto no provocaría síntomas en personas sensibles. Desafortunadamente, ninguna raza cumple completamente con este criterio. Todos los gatos producen Fel d 1 y proteínas relacionadas, pero la cantidad varía entre individuos y razas.
Esta variación en la producción de alérgenos ha llevado a la idea errónea de que algunos gatos son realmente hipoalergénicos. En cambio, ciertas razas pueden producir niveles más bajos de alérgenos o tener características de pelaje que reducen la dispersión de los alérgenos, aparentando ser mejor tolerados por personas alérgicas.
Es importante notar que las respuestas alérgicas son muy individuales, por lo que ninguna de estas razas garantiza estar libre de alérgenos. Los futuros propietarios con alergias deberían pasar tiempo en contacto con gatos de estas razas para evaluar su tolerancia personal.
El Sphynx es una mención destacada entre los gatos sin pelo. A pesar de no tener pelaje, las personas alérgicas deben proceder con precaución, pues la concentración de Fel d 1 en su piel expuesta puede inducir fuertes reacciones con el contacto cercano.
El sexo y el estado de esterilización influyen en los niveles de alérgenos, ya que las gatas suelen producir menos Fel d 1 que los machos. Los machos castrados tienden también a producir menos alérgenos que los machos enteros. La edad es otro factor; los gatos mayores pueden producir menos alérgenos que los gatitos.
Recuerda que la tenencia responsable de gatos implica considerar el bienestar tanto del animal como de tu salud. Siempre aborda las afirmaciones sobre hipoalergenicidad con escepticismo y prioriza la comodidad y necesidades de todos los involucrados.