Puede ser abrumador la gran variedad de premios comerciales para perros disponibles en las tiendas de mascotas y supermercados en España. Sin embargo, no todos los premios son saludables, y dar demasiados puede conducir rápidamente a un aumento excesivo de peso. Mantener un peso saludable es fundamental, ya que la obesidad en perros contribuye a muchas enfermedades graves, incluyendo problemas articulares, cardiacos y una reducción de la esperanza de vida.
Para asegurar que tu perro se mantenga en forma y saludable, es esencial mantener un equilibrio adecuado entre los premios y su comida habitual. Los expertos recomiendan que los premios no superen el 10 % de la ingesta calórica diaria de tu perro, siendo el 90 % restante cubierto por una dieta equilibrada y nutritiva de comida para perros. Este enfoque ayuda a evitar la sobrealimentación y la obesidad, favoreciendo una vida más larga y sana para tu mascota.
El primer paso es calcular las necesidades calóricas diarias de tu perro. Estas dependen de varios factores, incluyendo el peso, la edad, el nivel de actividad y la salud general. Por ejemplo, un perro joven y activo quemará más calorías que un perro mayor con menos actividad. Puedes encontrar esta información en el etiquetado de la comida para perros o consultando con tu veterinario. Una vez que conozcas las necesidades calóricas, podrás asignar las calorías permitidas a los premios.
Al revisar los premios, comprueba el contenido calórico en el envase. Para aquellos sin etiqueta, contacta con el fabricante o utiliza tablas aproximadas de calorías disponibles en línea. Aplicando la regla del 10 %, si un perro necesita 400 calorías diarias, los premios no deberían exceder las 40 calorías, lo que podría equivaler a 2-4 premios pequeños para entrenamiento, según las calorías que contenga cada uno.
Los premios deben usarse principalmente para recompensar el buen comportamiento o el aprendizaje de nuevas órdenes. Es mejor ofrecer premios pequeños y bajos en calorías durante las sesiones de adiestramiento para poder premiar con frecuencia sin añadir calorías extras. Evita la tentación común de dar "comida para humanos", como galletas, ya que suelen contener altos niveles de grasa y azúcar, que contribuyen al aumento de peso y pueden provocar problemas de salud.
Cuidado con dar restos de comida o snacks humanos. Preparar premios caseros específicos para perros o elegir premios comerciales diseñados para ser bajos en calorías puede ayudar a controlar la ingesta calórica. Recuerda que cualquier caloría adicional proveniente de sobras o "comida humana" se suma a la ingesta diaria y debe minimizarse.
Muchos propietarios se preguntan si mezclar comida seca con comida húmeda es beneficioso. La decisión es personal y depende de las preferencias y necesidades nutricionales de tu perro. Ambas pueden formar parte de una dieta equilibrada siempre que se midan correctamente para evitar la sobrealimentación.
Ten precaución con los "aditivos" o mezcladores que se usan para combinar ambos tipos de comida, pues pueden contener almidones y rellenos que suman calorías innecesarias y pueden causar aumento de peso si se dan en exceso. Ningún perro debe alimentarse solo con estos mezcladores, ya que no proporcionan nutrición completa.
Al alimentar únicamente con comida seca, es crucial que tu perro tenga acceso constante a agua fresca para mantenerse hidratado. Evita dejar la comida seca disponible todo el día, ya que la alimentación libre puede llevar a un consumo descontrolado de calorías y dificulta monitorear el consumo de comida y agua de tu perro. El cuidado dental regular, con masticables dentales y revisiones veterinarias, debe complementar cualquier dieta para mantener la salud oral.
Si tu perro tiene enfermedad renal u otras condiciones de salud, sigue estrictamente las indicaciones dietéticas de tu veterinario. Las dietas terapéuticas diseñadas para apoyar la función renal pueden ser muy efectivas. Evita premios azucarados o grasos, ya que pueden empeorar las condiciones y afectar la salud de tu perro.
Respuesta rápida: Las señales incluyen aumento de peso, letargo, dificultad para moverse y aumento de la sed. La ingesta excesiva de calorías provenientes de los premios es una causa común de estos síntomas.
Si notas que tu perro gana peso pese a hacer ejercicio regularmente, o si parece lento y tiene problemas de movilidad en las articulaciones, podría deberse a un exceso de premios y calorías adicionales. Observa también el aumento de la sed y la frecuencia para orinar, que pueden indicar problemas relacionados con la sobrealimentación. Llevar un seguimiento diario de las calorías consumidas, incluidos los premios, ayuda a prevenir estas complicaciones.
Mantener a tu perro feliz y saludable es cuestión de equilibrio. Los premios pueden ser una forma encantadora de recompensar a tu mascota, pero deben darse de forma sensata y representar no más del 10 % de su ingesta calórica diaria para evitar el aumento de peso no deseado y enfermedades asociadas. Consultar al veterinario para recibir consejos nutricionales personalizados asegura los mejores resultados para el bienestar de tu perro. Respeta siempre la comida completa y equilibrada como base de su dieta, usa los premios con moderación y disfruta de la entrañable compañía de un perro sano y feliz.