La enfermedad de Cushing en perros (también conocida como hiperadrenocorticismo) es un trastorno hormonal frecuente, especialmente en perros mayores, provocado por una producción excesiva de cortisol, una hormona vital que regula el estrés, el metabolismo y el sistema inmunitario. Esta guía completa explica las causas, síntomas, diagnóstico y opciones de tratamiento para ayudarte a cuidar la salud y el bienestar de tu perro.
La enfermedad de Cushing se produce cuando los niveles de cortisol se elevan excesivamente, ya sea por tumores en la hipófisis o en las glándulas suprarrenales, o por el uso prolongado de medicamentos con esteroides. El cortisol normalmente se libera para ayudar a los perros a responder al estrés y regular funciones corporales, pero el exceso puede dañar su salud a lo largo del tiempo.
La enfermedad de Cushing a menudo se desarrolla de forma gradual, y los síntomas pueden pasar desapercibidos hasta que sean más evidentes. Los signos comunes incluyen:
Cualquier raza puede desarrollar esta enfermedad, pero algunas están más predispuestas, incluyendo todas las variedades de Caniche, pequeños Terriers, Teckel, Pastor Alemán, Beagle, Labrador Retriever, Boxer y Boston Terrier.
La consulta temprana con tu veterinario es clave si observas síntomas sospechosos. El diagnóstico puede ser complejo porque no existe una prueba única definitiva. Generalmente, el veterinario hará lo siguiente:
Recoger una muestra de orina el mismo día de la consulta veterinaria puede facilitar el diagnóstico. Tu veterinario te asesorará sobre las mejores técnicas, aunque en hogares con varios animales puede ser complicado.
El tratamiento principal en España es la medicación con trilostano, que bloquea la producción de cortisol. Se administra diariamente y suele ser de por vida. La mayoría de los perros mejoran en dos semanas. Es esencial un control veterinario regular con análisis de sangre para evaluar la eficacia y ajustar dosis, inicialmente a los 10 días, luego a las 4 y 12 semanas, y posteriormente cada tres meses.
En casos raros donde no hay buena respuesta, puede usarse mitotano, que actúa sobre las células suprarrenales que producen cortisol. La cirugía es muy poco frecuente para tumores hipófiso-dependientes, reservándose para casos con signos neurológicos.
El manejo es más complejo debido a la posibilidad de tumores malignos. Las opciones incluyen la extirpación quirúrgica del tumor suprarrenal si no hay metástasis, tratamiento médico con mitotano o control de síntomas con trilostano. Es recomendable consultar con un especialista para determinar el tratamiento más adecuado según el caso.
Este tipo suele mejorar con la retirada gradual bajo supervisión veterinaria de los esteroides para evitar complicaciones por retirada brusca. Nunca se deben suspender estos medicamentos de forma abrupta.
El cuidado continuo, que incluye una dieta equilibrada, mantener un peso saludable, ejercicio regular y revisiones veterinarias, mejora significativamente la calidad de vida. Los propietarios deben estar atentos a cambios en los síntomas y comunicarse con su veterinario rápidamente.
Si estás pensando en incorporar un nuevo perro a tu hogar, siempre busca cachorros o perros provenientes de criadores responsables o centros de adopción fiables para asegurar salud y bienestar desde el principio.
La enfermedad de Cushing en perros es un trastorno hormonal crónico, más común en perros mayores y ciertas razas. El reconocimiento temprano y el diagnóstico veterinario facilitan el manejo oportuno, mejorando el bienestar y supervivencia de tu perro. El tratamiento se basa principalmente en medicamentos para controlar los niveles de cortisol, con seguimiento constante para ajustar el cuidado. Con apoyo adecuado, muchos perros pueden vivir bien pese a este diagnóstico.