Existe un amplio debate sobre la edad adecuada para que los gatitos se separen de su madre y se muden a sus nuevos hogares. En estado salvaje, los gatitos suelen permanecer con la madre hasta que esta vuelve a estar preñada o hasta que alcanzan la madurez sexual, un proceso que puede durar desde varios meses hasta un año. En la cría doméstica, la separación es necesaria antes, pero el momento sigue siendo fundamental para la salud y el desarrollo del gatito.
Comprender la edad óptima para separar a los gatitos de su madre es esencial para una tenencia responsable y para asegurar gatos equilibrados y saludables.
Los gatitos recién nacidos dependen completamente de su madre. Se alimentan a través de la lactancia hasta que están listos para alimentos sólidos. Además de la alimentación, la madre les proporciona calor, seguridad, acicalamiento y fomenta hitos fundamentales como la apertura de los ojos y el aprendizaje para hacer sus necesidades. Hasta que los gatitos desarrollan cierta independencia, generalmente a partir de las cuatro semanas, necesitan este apoyo constante para prosperar.
Entre las cuatro y ocho semanas de vida, los gatitos van adquiriendo vista, movilidad e independencia. La madre les introduce al alimento sólido y les anima a usar la caja de arena. También comienza a socializarlos tanto con otros gatos como con humanos. En esta etapa, los gatitos aprenden habilidades vitales como el acicalamiento, el juego seguro y los límites a través de las correcciones de la madre. También empiezan a formar vínculos sociales fuertes con sus hermanos y con las personas.
La interacción con sus hermanos es fundamental para que los gatitos aprendan normas sociales como el respeto del espacio personal, el juego adecuado y compartir el calor. Estas habilidades sociales reducen problemas de comportamiento en la edad adulta y ayudan a los gatitos a adaptarse mejor a nuevos ambientes. Separar los gatitos demasiado pronto puede dificultar su capacidad para comunicarse y comportarse correctamente con otros gatos y personas.
El destete comienza alrededor de las cuatro semanas y suele completarse entre las ocho y diez semanas, cuando los gatitos pasan completamente a alimentos sólidos. Al mismo tiempo, la madre corrige juegos demasiado intensos o inapropiados, ayudándoles a aprender límites. Esta guía conductual es vital y no puede ser sustituida sólo por la intervención humana.
Muchas personas creen que los gatitos pueden dejar a su madre una vez que comen comida sólida, lo cual ocurre comúnmente a las ocho semanas, pero esto suele ser demasiado pronto. El gatito aún se encuentra en una fase crítica de aprendizaje y necesita la guía continua de la madre y de sus hermanos.
El consenso entre expertos felinos en España y Europa es que el momento óptimo más temprano para que un gatito deje a su madre es entre las doce y trece semanas. Esto permite que completen un desarrollo físico y conductual esencial, incluyendo la administración de sus primeras vacunas para proteger su salud antes de su reubicación.
El proceso de adopción de gatitos debería por tanto considerar criadores o centros de adopción que apoyen mantener a los gatitos con sus madres durante este crucial periodo de desarrollo.
Separar prematuramente a los gatitos puede causar problemas de salud y comportamiento, por lo que la paciencia y prácticas responsables de cría o adopción son esenciales para el bienestar del gatito y su futura familia.