Con el envejecimiento de los perros, su cerebro puede sufrir cambios similares a los del envejecimiento humano, afectando la memoria y el comportamiento. Esta condición, llamada Síndrome de Disfunción Cognitiva Canina (a menudo comparada con el Alzheimer), provoca síntomas como confusión, alteraciones en los patrones de sueño y cambios en la interacción. Si notas estas señales en tu perro, es fundamental comprender la enfermedad y cómo gestionarla para garantizar su bienestar y comodidad.
La demencia en perros es un trastorno neurológico progresivo que afecta las funciones cognitivas a medida que el cerebro envejece. Los avances en la veterinaria han incrementado la esperanza de vida promedio de los perros en España, lo que implica que más mascotas pueden desarrollar cambios cerebrales ligados a la edad. Las investigaciones actuales sugieren que aproximadamente uno de cada tres perros mayores de 11 años puede presentar signos de esta enfermedad.* Aunque la causa exacta no está clara, se indica que la acumulación de ciertas proteínas cerebrales y desequilibrios en neurotransmisores juegan un papel importante. No existe cura, pero un manejo adecuado puede retrasar su avance y mejorar la calidad de vida del perro.
Los síntomas de la demencia canina pueden aparecer de forma gradual o repentina. Es importante compartir tus observaciones con tu veterinario para descartar otras causas. Los signos comunes incluyen:
Sí bien no se ha confirmado una causa única, la demencia canina está asociada con alteraciones físicas en el cerebro. Se puede acumular una proteína llamada beta amiloide alrededor de las neuronas, afectando su funcionamiento. Además, se observa una reducción en los niveles de dopamina, crucial para la transmisión nerviosa. Estas alteraciones ralentizan la comunicación cerebral, afectando la memoria, el comportamiento y el movimiento.
El diagnóstico se basa en un examen clínico exhaustivo y en descartar otras condiciones médicas. Tu veterinario revisará el historial y cambios comportamentales de tu perro, y podrá realizar análisis de sangre y orina para descartar enfermedades tratables como problemas renales o hepáticos. Una visita de seguimiento evaluará la evolución de los síntomas y la respuesta a tratamientos.
Aunque no existe cura, los tratamientos buscan aliviar los síntomas y retrasar el deterioro:
Aunque aún no es posible prevenirla, estimular la mente y el cuerpo del perro durante toda su vida ayuda a mantener una función cerebral óptima por más tiempo. Las actividades recomendadas incluyen:
Si tienes dudas o inquietudes sobre la salud cognitiva de tu perro mayor, contacta con tu veterinario para asesoramiento y apoyo.
*Fuentes: Dieta Hill’s B/D, folletos informativos de Selgian y Hill’s para propietarios.