El shunt hepático, también conocido como derivación porto-sistémica (DPS), es una afección congénita presente en algunos cachorros donde la sangre evade el hígado, limitando su capacidad para desintoxicar y mantener funciones vitales. Este defecto puede causar acumulación de toxinas, crecimiento deficiente, síntomas neurológicos y, si no se trata, puede ser fatal.
Esta guía explica cómo funciona el cribado de shunts hepáticos, qué razas están más predispuestas y por qué la detección temprana es esencial para la salud de tu cachorro y para decisiones de cría responsables en España.
Los shunts hepáticos ocurren cuando vasos sanguíneos anormales desvían la sangre desde la vena porta directamente a la circulación sistémica, evitando el filtrado hepático. Existen dos tipos: intrahepáticos (dentro del hígado) y extrahepáticos (fuera del hígado). Mientras que en el útero la sangre pasa filtrada a través del hígado de la madre, el problema aparece tras el nacimiento, ya que el hígado propio no puede procesar correctamente las toxinas.
La gravedad varía: algunos cachorros tienen shunts parciales mínimos con pocos síntomas, mientras que otros enfrentan riesgos graves para la salud. Esta condición es hereditaria pero no se relaciona con mutaciones genéticas detectables por ADN, por lo que es vital el cribado funcional después del nacimiento.
Algunas razas con mayor incidencia de shunts hepáticos hacen que el cribado temprano sea especialmente importante. Entre ellas destacan el Bichón Maltés y los mestizos como el Maltipoo. Otras razas frecuentemente afectadas en España incluyen el Lebrel Irlandés, el Boyero de Berna, el Husky Siberiano, el Carlino (Pug), el Yorkshire Terrier, el Labrador Retriever y el Havanés.
Para estas razas, el cribado contribuye a una tenencia responsable y buenas prácticas de cría, identificando a los cachorros afectados cuanto antes.
La ventana recomendada para el cribado de shunts hepáticos es entre las 6 y 12 semanas de edad. Detectar pronto la afección permite intervenciones oportunas que mejoran el pronóstico.
Esta es la prueba más específica y común:
Si se sospecha shunt hepático o resultados de ácidos biliares son anormales, el veterinario podrá recomendar:
Los cachorros con shunts hepáticos pueden mostrar:
El diagnóstico temprano mediante cribado es fundamental, ya que el tratamiento puede mejorar sustancialmente la calidad de vida. En muchos casos, los shunts hepáticos extrahepáticos (más comunes en razas pequeñas) pueden corregirse quirúrgicamente con excelentes resultados y expectativa de vida normal.
Si la cirugía no es viable, el manejo médico con dieta controlada en proteínas y medicación puede ayudar a controlar los síntomas y mejorar el bienestar.
Cribar a cachorros de razas con riesgo es clave para una tenencia y cría responsable en España. Detectar temprano y tratar adecuadamente ayuda a reducir sufrimiento y apoyar la salud a largo plazo de las razas amadas.
Consulte a su veterinario si tiene un cachorro de raza susceptible o nota algunos síntomas mencionados. El cribado temprano mediante prueba de ácidos biliares y posteriores pruebas diagnósticas puede salvar vidas.
Para quienes buscan comprar cachorros o adquirirlos de criadores responsables, preguntar sobre el cribado de shunts hepáticos es recomendable, especialmente en razas predispuestas.
Aspecto | Detalle |
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Prueba Recomendad | Test de ácidos biliares (muestra postprandial) |
Edad Ideal para Cribado | 6 a 12 semanas |
Objetivo | Detección precoz de shunts porto-sistémicos congénitos |
Razas de Alto Riesgo | Bichón Maltés, Maltipoo, Lebrel Irlandés, Boyero de Berna, Havanés, Carlino (Pug), Yorkshire Terrier, Labrador Retriever, Husky Siberiano |
Pruebas Adicionales | Amóníaco en sangre, hemograma, enzimas hepáticas, análisis de orina, ecografía, TAC/RM |
Tratamiento | Preferible cirugía; manejo médico y dietético alternativo |
Pronóstico | Bueno con intervención temprana y cirugía |