Tailandia, conocida históricamente como Siam, es el lugar de origen de ocho razas de gatos distintivas, apreciadas por sus apariencias únicas, personalidades y ricas historias culturales. Mientras que el gato siamés es reconocido internacionalmente, muchas otras razas originarias de Tailandia ofrecen características y relatos igualmente fascinantes. Esta guía presenta cada una de estas razas, destacando su individualidad y significado cultural.
Comprender estas razas no solo informa a los futuros dueños, sino que también fomenta la tenencia responsable de mascotas y la valoración de prácticas de cría ética. Exploremos la maravillosa diversidad de la herencia felina tailandesa.
El gato siamés es la exportación felina más famosa de Tailandia y una de las razas de pedigrí más queridas en España. Reconocible por su elegante figura angular y sus puntos de color icónicos — generalment orejas, cara, patas y cola más oscuras sobre un cuerpo más claro — esta raza tiene una presencia llamativa. Conocido por su maullido distintivo y fuerte, el gato siamés es muy vocal y afectuoso, prosperando con la interacción humana.
Los gatos siameses han influido significativamente en la cría de numerosas otras razas a nivel mundial y tienen uno de los pedigríes reconocidos más largos entre los gatos.
El gato burmés tiene raíces profundas en la historia felina tailandesa debido a la ascendencia compartida y cruces con el stock siamés, a pesar de su origen en Birmania (actual Myanmar). Fundado en los años 30 a partir de una hembra legendaria llamada Wong Mau, el burmés es conocido por sus rasgos redondeados y su pelaje brillante.
A diferencia del siamés, el gato burmés tiene un rostro más suave y redondeado y mantiene una personalidad vivaz y juguetona combinada con una naturaleza comunicativa y entrañable. Los criadores responsables priorizan el carácter y la salud, evitando la sobreexplotación para proteger esta raza sensible.
El gato Korat, a menudo llamado el "gato de la buena suerte" de Tailandia, tiene un pelaje azul grisáceo brillante y un cuerpo robusto de tamaño mediano. Tradicionalmente regalado a recién casados para transmitir prosperidad y felicidad, los Korat son juguetones, aventureros y profundamente afectuosos con sus dueños, incluidos niños de todas las edades.
Esta raza era históricamente rara fuera de Tailandia, pero ha ganado popularidad mundial. Los criadores éticos mantienen las características naturales y los estándares de salud del Korat.
El raro Khao Manee es fácil de reconocer por su pelaje completamente blanco y sus ojos llamativos, típicamente uno azul y otro dorado, aunque pueden tener ambos ojos del mismo color. Conocido como el "gato Ojo Diamante", sus orígenes se remontan a miles de años en Tailandia.
Debido a su rareza, es esencial adquirir gatos Khao Manee de fuentes éticas para apoyar la preservación de la raza y evitar contribuir a la cría irresponsable.
El gato Havana Brown es una raza encantadora desarrollada mediante cruces entre gatos siameses y gatos domésticos negros. Comparte la elegante forma corporal del siamés, pero posee un hermoso pelaje marrón intenso y ojos verdes, a menudo descrito como el "siamés de color uniforme".
Con una historia que se remonta a los años 1800, el Havana Brown sigue siendo una raza buscada para quienes valoran un pelaje distintivo combinado con personalidades sociables.
El elegante gato Bombay desciende parcialmente de las razas burmés y American Shorthair. Posee un pelaje negro uniforme y ojos de cobre o dorados llamativos, a menudo comparado con una pequeña pantera. Los gatos Bombay son afectuosos, inteligentes y bien adaptados para la vida familiar.
Muy relacionado con el siamés, el oriental de pelo corto comparte la estructura angular y la naturaleza vocal, pero ofrece una paleta más amplia de colores y patrones de pelaje, desde atigrado hasta blanco puro y más. Tienen grandes orejas y una cabeza triangular y disfrutan de la interacción animada con sus familias.
El gato Thai es considerado el tipo original de siamés, comúnmente referido como siamés tradicional o de estilo antiguo. Con rasgos más redondeados y un cuerpo ligeramente más robusto que el siamés moderno, el gato Thai refleja la cría antigua y es culturalmente significativo en su tierra natal.
Los criadores responsables se enfocan en preservar las características históricas y la salud de la raza, promoviendo prácticas éticas.
Al considerar alguna de estas razas únicas, es fundamental apoyar a criadores reconocidos que prioricen la salud, el temperamento y el bienestar de sus gatos. La cría ética ayuda a mantener la integridad de la raza, prevenir enfermedades genéticas y promover el bienestar de los gatos durante toda su vida.
Los futuros dueños deben investigar exhaustivamente las razas y ser conscientes del compromiso que implica brindar cuidados de por vida, socialización y atención veterinaria.
Apreciando la belleza y la historia de las razas de gatos tailandeses de manera responsable, los propietarios garantizan que estos maravillosos animales continúen prosperando por generaciones.