Muchos propietarios de perros se preguntan si el entrenamiento debe realizarse antes o después del paseo. Entrenar a tu perro antes del paseo fomenta un comportamiento tranquilo en un momento naturalmente emocionante. Sin embargo, con perros jóvenes o muy excitables, concentrarse antes del paseo puede ser difícil, y entrenar después puede hacer que tu perro esté demasiado cansado para prestar atención. Encontrar el momento adecuado requiere equilibrio, paciencia y comprensión del temperamento y niveles de energía de tu perro.
Los paseos son uno de los momentos más emocionantes del día para un perro, a menudo solo superados por la hora de comer. Esta emoción puede hacer que los perros se vuelvan muy exuberantes, dificultando que mantengan la calma y la concentración. Entrenar antes del paseo enseña a tu perro que, al permanecer tranquilo, gana la recompensa de salir. Utilizar premios saludables o caricias suaves para reforzar la calma al recoger la correa ayuda a que aprenda autocontrol. Esta asociación positiva les incentiva a esperar en silencio y comportarse bien desde el inicio del paseo.
Para guiar el entrenamiento, recuerda que los perros a menudo "entrenan a sus dueños" repitiendo comportamientos que les proporcionan recompensas. Si llorar y saltar en la correa consigue un paseo, tu perro seguirá haciéndolo. Reforzar de forma suave y constante el comportamiento calmado antes del paseo ayuda a romper este patrón.
El refuerzo positivo es fundamental para enseñar calma. Premia posturas y comportamientos tranquilos como sentarse en calma antes de colocar el collar o la correa. Ignorar las conductas que buscan atención reduce su frecuencia con el tiempo. Enseñar una rutina de "aprender y luego ganar" donde tu perro entienda que la calma trae la recompensa del paseo es especialmente efectivo para perros hiperactivos o cachorros ansiosos por salir.
Las oportunidades para entrenar surgen a lo largo del día, empezando con las rutinas matutinas. Por ejemplo, pedir a tu perro que se siente tranquilo antes de abrir la puerta al jardín o salir a la calle refuerza la paciencia y el respeto. No dejes que salga corriendo; usa órdenes y elogios tranquilos para guiar su comportamiento. Estas señales consistentes durante el día ayudan a que entienda lo que se espera y mantenga la calma para paseos y otras actividades.
Uno de los secretos para el éxito es mantener la calma tú mismo. Los perros captan rápidamente tu estado de ánimo, y un dueño excesivamente excitado puede aumentar la energía del perro. Mantener una actitud relajada al preparar el paseo ayuda a calmar la emoción del perro. Tu energía tranquila y firme marca la pauta de que salir es un evento serio pero gratificante.
El paseo ofrece excelentes momentos para entrenar. Practicar órdenes en ambientes reales con distracciones ayuda a generalizar el buen comportamiento más allá del hogar. Usar premios o elogios para reforzar la buena educación al caminar convierte el paseo en una sesión práctica de entrenamiento.
Entrenar tras el paseo también puede ser eficaz, especialmente para comandos nuevos o avanzados, ya que los perros suelen estar más relajados. No obstante, evita sesiones largas cuando el perro está cansado, pues su concentración y entusiasmo disminuyen.
Si buscas un cachorro para entrenar, elige siempre criadores responsables en España que prioricen la salud y el temperamento. Un cachorro bien criado es más fácil de entrenar y crea un vínculo sólido con su dueño. La tenencia responsable incluye la socialización temprana y rutinas constantes de entrenamiento para formar un compañero feliz de por vida.
En resumen, entrenar a tu perro antes del paseo es clave para enseñarle a mantener la calma cuando está más emocionado. Incorporar refuerzo positivo, mantener tu propia calma y aprovechar los paseos como oportunidades de aprendizaje ayudará a tu perro a concentrarse y portarse bien. La paciencia y la constancia son esenciales; con el tiempo, tu perro entenderá que la calma conduce a grandes recompensas, haciendo los paseos agradables para ambos.