Los gatos persas y otras razas pueden necesitar más cuidados de pelaje, pero todos los gatos se benefician de una atención regular a sus patas y uñas para garantizar su salud y comodidad. Esta guía completa te ofrece consejos prácticos para reconocer y prevenir problemas en las patas, mantener la salud de las uñas y promover el bienestar general de tu felino.
La mayoría de los gatos tienen cinco dedos en cada pata delantera y cuatro en cada trasera, aunque algunos gatos polidáctilos pueden tener dedos adicionales. Cada dedo suele tener una uña, a menos que el gato haya sido desungulado (lo cual es raro y generalmente desaconsejado en España) o haya perdido una uña que no ha vuelto a crecer. Conocer esta normalidad te ayudará a detectar pronto cambios o anomalías.
Las patas de los gatos son resistentes pero flexibles, y sus uñas cumplen funciones importantes: trepar, defenderse, proporcionar tracción y estirar los músculos de los dedos. Para apoyar el desgaste natural de las uñas, proporciona postes o alfombrillas para rascar en casa. Fomentar comportamientos naturales de trepar y rascar contribuye a mantener las uñas en buen estado.
Los gatos se acicalan las patas con esmero, limpiando a menudo los restos de suciedad entre los dedos y la vaina de las uñas. Sin embargo, si tu gato se lame o muerde excesivamente las patas, podría indicar incomodidad o algún cuerpo extraño alojado. Revisa suavemente las patas y busca arena, semillas o cualquier irritante que pudiera causar heridas o infecciones.
El clima frío trae riesgos adicionales: el hielo o la nieve pueden acumularse entre los dedos o pegarse al pelaje, causando dolor o irritación. Limpiar las patas de tu gato tras estar en exteriores en días helados o con nieve puede evitar estos problemas.
Cuerpos extraños, uñas rotas, uñas encarnadas o heridas pueden causar cojera o dolor en tu gato. Si notas sangrado, inflamación, cojera persistente o un dolor intenso en una uña, visita al veterinario cuanto antes.
Las uñas largas que se curvan hacia dentro pueden encarnarse y causar molestias, por lo que el corte regular es fundamental. Una uña encarnada debe ser tratada por un profesional para evitar infecciones y dolor.
Los rasguños y rozaduras leves suelen curar solos, pero es importante vigilarlos para prevenir infecciones. Mantener a tu gato en casa durante condiciones meteorológicas adversas reduce el riesgo de lesiones en las patas.
Dedicar tiempo a manipular y revisar las patas con cariño fortalece la confianza y hace estas revisiones menos estresantes para ambos. Proporcionar superficies adecuadas para rascar y un acicalado regular no solo mantiene las uñas saludables, también enriquece el bienestar físico y mental de tu gato.
Las revisiones veterinarias periódicas ayudan a detectar problemas en las patas a tiempo. Si tu gato sale al exterior, aumenta la vigilancia durante temporadas frías o lluviosas para cuidar su confort.
La inspección constante, limpieza, corte de uñas y el estímulo de comportamientos naturales son claves para conservar la salud de las patas y uñas de tu gato. Reconocer a tiempo señales de problemas y ofrecer cuidados suaves contribuyen a que tu compañero felino esté cómodo y activo durante muchos años.
Crear una rutina de cuidado en las patas es una forma amorosa de conectar con tu gato y prevenir condiciones desagradables. Ante cualquier duda sobre sus patas o uñas, consulta pronto a tu veterinario para recibir asesoramiento experto y tratamiento adecuado.