Con la llegada del buen tiempo, muchos propietarios de perros en España disfrutan pasando tiempo al aire libre con sus mascotas. Sin embargo, esto aumenta el riesgo de que los perros se encuentren con insectos que pican, como abejas y avispas. Por su naturaleza curiosa, los perros pueden olfatear o perseguir estos insectos, lo que puede provocar picaduras. Esta guía te ofrece pasos prácticos y responsables para tratar las picaduras de abejas y avispas en perros de forma segura.
Los perros suelen ser picados en las patas, la cara, el hocico o el cuerpo. Las picaduras en las patas son especialmente comunes cuando el perro pisa algún insecto. Puede que observes que cojea, se lame o muerde la zona afectada debido a la picazón y el dolor leve. La aparición de bultos, inflamación o enrojecimiento en la cara o el cuerpo también indica una picadura. En perros de pelo corto, las marcas suelen ser más visibles en el cuerpo.
En las picaduras de abeja, el aguijón suele quedarse incrustado y puede verse como un pequeño punto negro que a veces palpita. Es importante eliminarlo lo antes posible para evitar que el veneno continúe entrando. No aprietes ni pellizques el aguijón, ya que esto podría liberar más veneno y aumentar el dolor e inflamación. Utiliza un objeto de borde romo como una tarjeta de crédito para raspar suavemente el aguijón con un movimiento diagonal y suave. Las avispas generalmente no dejan el aguijón.
No siempre es fácil saber qué insecto causó la picadura. Si no estás seguro, evita aplicar tratamientos específicos hasta tener claridad, ya que un tratamiento erróneo puede empeorar las molestias. En caso de duda, limpia la zona con agua fría o aplica una compresa fría durante unos 15 minutos para reducir la inflamación y la irritación.
Los venenos de abeja y avispa tienen distintos niveles de acidez. Para una picadura de abeja, que es ácida, puedes preparar una pasta de bicarbonato de sodio con agua para aplicar en la zona afectada y neutralizar el veneno. En picaduras de avispa, que suelen ser alcalinas, es preferible aplicar vinagre diluido o jugo de limón. Estos remedios caseros simples pueden aliviar las molestias, pero deben usarse con precaución y solo en áreas externas.
Coloca un paquete de hielo o una compresa fría envuelta en una toalla sobre la zona de la picadura para disminuir el dolor y la hinchazón. Vigila continuamente a tu perro para detectar signos de incomodidad y limita su actividad para facilitar la recuperación.
La mayoría de las picaduras causan molestias leves, pero algunos perros pueden presentar una reacción alérgica grave. Los síntomas de alarma incluyen inflamación notable en la cara, hocico, garganta o vías respiratorias, dificultando la respiración o llevando al colapso. Esta situación es una emergencia veterinaria que requiere atención inmediata. Otros signos a vigilar son vómitos repetidos, babeo excesivo, debilidad o encías pálidas.
Si tu perro muestra síntomas leves de alergia o malestar, el veterinario puede recomendar antihistamínicos autorizados, como cetirizina, para aliviar la reacción. Nunca administres medicamentos sin la aprobación del veterinario, ya que algunos perros pueden tener reacciones adversas. En reacciones graves, el veterinario puede administrar cuidados de urgencia que incluyen corticoides, oxígeno o incluso hospitalización.
Siguiendo estos pasos de primeros auxilios y cuidados, ayudarás a reducir el malestar y los riesgos tras una picadura de abeja o avispa en tu perro. El reconocimiento rápido, la correcta extracción del aguijón, la neutralización segura del veneno y la vigilancia de reacciones alérgicas son fundamentales para un cuidado responsable, especialmente durante los meses cálidos en España.
Para más consejos sobre tenencia responsable de perros, salud y emergencias, confía siempre en fuentes expertas y en tu equipo veterinario local.