A veces, cuando adoptas o encuentras una perra adulta, no es evidente saber si ha sido esterilizada. A diferencia de los perros machos, donde la castración se nota fácilmente por la ausencia de testículos, la esterilización femenina implica una cirugía interna que deja solo una pequeña cicatriz, a menudo difícil de detectar, sobre todo si el pelaje ha crecido completamente.
En esta guía, te mostramos pasos detallados y señales que te ayudarán a determinar si una perra ha sido esterilizada, fomentando una tenencia responsable y destacando la importancia de la consulta veterinaria.
La esterilización implica una incisión quirúrgica para retirar los ovarios y habitualmente el útero. Según el método quirúrgico, la cicatriz puede encontrarse en la línea media del abdomen o en el flanco izquierdo de la perra.
Una esterilización reciente (menos de seis meses) suele mostrar un crecimiento irregular del pelo y una línea rosada o blanca donde la piel sanó. En esterilizaciones más antiguas, la cicatriz puede ser apenas visible o estar cubierta por el pelaje, por lo que conviene separar cuidadosamente el pelo o rasurar suavemente una zona pequeña bajo supervisión veterinaria para comprobar.
Recuerda que las cicatrices pueden variar en función de la técnica del veterinario y la capacidad de cicatrización del animal.
Las perras esterilizadas desde pequeñas y que nunca han tenido camada pueden presentar vulvas, pezones y glándulas mamarias menos desarrollados y de menor tamaño en comparación con perras no esterilizadas o aquellas esterilizadas tras reproducción. Esto no es concluyente, pero puede apoyar tu sospecha.
Si la perra tuvo cachorros antes de esterilizarse, estas características suelen ser similares a las perras intactas.
Las perras en celo muestran señales como inflamación vulvar, flujo vaginal y atraen a machos. Una perra esterilizada generalmente no presenta signos de celo. Si tu perra nunca ha demostrado comportamientos propios del celo, esto es un indicio positivo de que podría estar esterilizada.
Sin embargo, algunas perras con restos ováricos pueden mostrar señales de celo a pesar de la cirugía; si notas signos de celo, consulta al veterinario cuanto antes.
Si sospechas pero no puedes confirmar si la perra está esterilizada, un veterinario puede hacer pruebas hormonales. Esto incluye análisis de sangre o muestras celulares para detectar hormonas reproductivas. Estos tests ofrecen una indicación fiable sobre la función y presencia de ovarios.
Las perras suelen entrar en celo una o dos veces al año. Si puedes esperar, el seguimiento durante varios meses puede ayudar a determinar si está esterilizada. La ausencia prolongada de signos de celo sugiere que probablemente está esterilizada, aunque es un método lento y no siempre práctico.
Veterinarios y refugios pueden escanear el microchip y contactar con la empresa gestora. Los registros del microchip a menudo incluyen el historial veterinario que indica si la perra fue esterilizada, siempre que el propietario haya facilitado esa información.
Si todos los métodos anteriores no confirman el estado de esterilización y es crucial conocerlo (por motivos de salud o para la adopción), el veterinario podrá recomendar cirugía exploratoria para verificar la presencia de órganos reproductivos. Es la opción más invasiva y debe considerarse solo como último recurso.
Siempre promueve la tenencia ética de mascotas: solicitar la esterilización antes de adoptar o reubicar perras ayuda a reducir camadas no deseadas y apoya el bienestar animal.
Consulta con tu veterinario para discutir el caso de tu perra y explorar las opciones más seguras y precisas para confirmarlo.