Conseguir la lealtad y el cariño de un perro suele ser sencillo; los perros son animales naturalmente confiados, sinceros y abiertos. Cuando se les trata con amabilidad y justicia, y entienden claramente los límites y reglas de su vida, suelen crear un vínculo profundo con sus dueños.
Los perros, por naturaleza, son muy leales. Prosperan con rutinas claras diarias y un liderazgo firme y constante. Incluso los perros más enérgicos se sienten seguros cuando tienen una guía clara y alguien a quien pueden admirar. Sin embargo, si el perro no comprende los límites o se percibe a sí mismo como el líder del hogar, esto puede causar problemas de comportamiento.
Dado que los perros y las personas se comunican de manera diferente, no siempre es fácil saber si tu perro te respeta. Sin embargo, observando atentamente su comportamiento y lenguaje corporal puedes descubrirlo con certeza.
El respeto de tu perro significa que se siente feliz, seguro y relajado en tu presencia. El respeto es muy distinto del miedo: un perro respetuoso confía en ti y sigue tu liderazgo de forma voluntaria, no por intimidación. Cuando tu perro te respeta, se acerca a ti con calma, permite que lo arreglen o manipulen sin resistencia y te busca para guiarse en situaciones nuevas. Sus ojos y oídos estarán alerta pero relajados, mostrando una actitud confiada y cómoda.
Un perro respetuoso muestra un lenguaje corporal tranquilo y abierto contigo. Tendrá los músculos relajados, el pelaje liso y plano, y una cola que estará moviéndose suavemente o reposando tranquilamente, nunca rígida ni erizada. Las expresiones faciales serán suaves y pacíficas. Si necesitas corregir o repetir una orden, un perro respetuoso evitará una mirada fija y desafiante; en cambio, puede desviar la mirada o inclinar ligeramente la cabeza, señalando que reconoce tu autoridad sin temor ni resentimiento.
En la estructura social de una manada, el líder va primero. Tu perro demostrará respeto caminando a tu lado o ligeramente detrás, esperando a que tú pases primero por puertas o espacios estrechos, en lugar de adelantarse. Un perro educado espera pacientemente que tú tomes el mando en las actividades diarias. Comprende esperar calmadamente a su comida, entendiendo que tú comes primero. Ser líder incluye establecer límites en las comidas y en los lugares para sentarse; un perro respetuoso se mueve con naturalidad de los sitios privilegiados cuando se lo pides y no disputa tu autoridad.
La confianza mutua es clave para el respeto. Tu perro te buscará para tener compañía y contacto físico cómodo. Mantendrá un contacto visual suave, sin signos de estrés o agresividad. Evitar la mirada, esconder la cola o tensar los músculos puede indicar ansiedad o falta de confianza. Construyendo un liderazgo suave, constante y mediante refuerzos positivos, podrás fomentar esta confianza y profundizar vuestro vínculo.
Un perro respetuoso presta atención a tus órdenes y señales, demostrando comprensión más allá de la simple obediencia. Esta escucha activa refleja que tu perro conoce y respeta las normas que has establecido y responde de forma voluntaria. El adiestramiento basado en la amabilidad, paciencia y respeto promueve esta interacción positiva.
La falta de respeto suele surgir cuando los límites son confusos o inconsistentes. Evita permitir comportamientos no deseados manteniendo reglas firmes pero justas. Por ejemplo, si tu perro no debe dormir en ciertas zonas, muévelo suavemente pero con prontitud cada vez que lo intente. Los límites constantes proporcionan seguridad y claridad, ayudando a tu perro a conocer su lugar en la estructura familiar y fortaleciendo su respeto hacia ti.
Aunque el afecto es importante, brinda atención a tu perro en tus términos, no en los suyos. Premiar comportamientos demandantes o insistentes puede confundir a tu perro, minar tu liderazgo y fomentar la falta de respeto. Incentiva comportamientos educados y calmados y refuérzalos con premios o elogios.
La comida puede ser un punto crítico para el respeto. Tu perro debe esperar con calma hasta que lo alimentes, sin pedir ni intentar robar comida de platos o mesas. Evita dar sobras durante las comidas para prevenir comportamientos de posesión o exigencia de comida. Cuando tu perro te respeta, entiende y acepta su rutina de alimentación como parte del orden establecido.
El respeto de tu perro se muestra mediante un lenguaje corporal relajado y sumiso, paciencia, comportamientos confiados como el contacto visual y la disposición a seguir tu guía. Establecer límites constantes y justos y fomentar conductas positivas promoverá una relación feliz y respetuosa que beneficiará a ambos.
Si estás buscando un nuevo compañero canino, es importante elegir cachorros o perros adultos de criadores o refugios reconocidos en España que prioricen la salud y el temperamento de los animales.
Observar estas conductas respetuosas en tu perro fortalecerá vuestro vínculo y hará vuestra convivencia más feliz y armoniosa.