Las bolas de pelo suelen ser un problema habitual en los gatos, pero los perros también pueden desarrollarlas, aunque es mucho menos común. Una bola de pelo o tricobezoar se forma cuando una masa de pelo ingerido se acumula en el estómago del perro. La mayoría del pelo tragado pasa por el sistema digestivo sin problemas, pero una acumulación puede causar bloqueos que provocan molestias y problemas de salud.
Los perros se acicalan menos que los gatos, pero igual pueden tragar pelo durante el lamido y acicalamiento. Normalmente, el pelo tragado se elimina naturalmente en las heces. Sin embargo, si un perro ingiere mucho pelo rápidamente o se lame en exceso debido a alergias, parásitos o irritaciones de la piel, el pelo puede empezar a apelmazarse formando una bola en el estómago, que con el tiempo crece al adherirse más pelo.
Las razas de pelo largo y los perros con alergias cutáneas son más propensos a desarrollar bolas de pelo, ya que se lamen y se acicalan más. Reacciones alérgicas, infestaciones por pulgas u otros parásitos pueden fomentar el lamido excesivo y la ingestión de pelo.
La prevención es la mejor manera de controlar este problema. Aquí tienes los pasos clave que puedes seguir:
Las bolas de pelo pueden hacer que tu perro tenga arcadas, náuseas o vomite masas de pelo. También puedes notar bolas de pelo húmedas en el suelo o en su cama. El vómito persistente, la diarrea o signos de malestar intestinal requieren atención veterinaria porque pueden indicar un bloqueo.
Si tu perro presenta arcadas frecuentes sin expulsar nada, está letárgico o muestra signos de dolor, acude al veterinario de inmediato. Un diagnóstico temprano previene complicaciones graves, incluidas obstrucciones intestinales que pueden requerir cirugía.
Si tu perro presenta bolas de pelo, el veterinario realizará un examen completo y propondrá el tratamiento adecuado, que suele incluir:
Tu veterinario te guiará en el mejor tratamiento y puede sugerir cuidados posteriores para evitar recurrencias.
Aunque las bolas de pelo en perros son poco frecuentes, pueden generar molestias y riesgos para la salud si no se atienden. El acicalamiento regular, una dieta adecuada, buena hidratación y cuidado atento de la piel y del comportamiento del perro son medidas clave para prevenirlas. Consulta siempre con un veterinario si sospechas que tu perro tiene una bola de pelo para recibir un tratamiento rápido y efectivo. Siguiendo estas recomendaciones mantendrás a tu compañero canino cómodo y saludable.
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