Ya sea que tu perro tenga orejas largas y caídas como el Basset Hound o orejas pequeñas y compactas como el Alaskan Malamute, la limpieza regular de las orejas es esencial para su comodidad y salud. Evita usar bastoncillos de algodón dentro del canal auditivo, ya que pueden causar lesiones. Los perros, especialmente aquellos con orejas largas, son propensos a la acumulación de cerumen, suciedad e incluso infecciones si se descuidan sus orejas.
Incluso si tu perro es generalmente sano y no presenta problemas auditivos, inspecciones y limpiezas regulares previenen la acumulación de residuos, cera y posibles parásitos. Esto ayuda a mantener un ambiente saludable en las orejas y reduce el riesgo de infecciones o molestias.
Revisar las orejas de tu perro es el primer paso para determinar si necesitan limpieza. Esto es lo que debes hacer:
Los perros con pelo espeso o largo en las orejas requieren atención extra para evitar que la suciedad y la cera se queden atrapadas. Las razones para manejar este pelo incluyen reducir el riesgo de infecciones y facilitar la limpieza.
Encuentra un lugar tranquilo y cómodo para limpiar las orejas de tu perro. Reúne los materiales necesarios, como un limpiador de orejas para perros aprobado por veterinarios y que no contenga alcohol ni sustancias agresivas, algodón o gasa, y una toalla suave para cualquier eventualidad.
Levanta suavemente el pabellón auricular y aplica el limpiador usando un bolita de algodón empapada en la solución. Permite que el limpiador fluya dentro del canal auditivo sin introducir nada en profundidad. Puedes escuchar un suave sonido provocado por la disolución de la cera.
Masajea suavemente la base de la oreja durante 20 a 30 segundos. Esto ayuda a que el limpiador deshaga la cera y los residuos dentro del canal auditivo.
Permite que tu perro sacuda la cabeza, lo que ayuda a eliminar los residuos y el limpiador sobrante. Ten a mano una toalla para recoger cualquier posible suciedad.
Usa una bolita de algodón limpia o gasa para eliminar cuidadosamente cualquier residuo restante del conducto auditivo externo. Nunca introduzcas el algodón en profundidad dentro del canal.
Seca las orejas con cuidado usando un paño suave o una toalla de papel. Si tu veterinario ha recetado gotas o medicamentos para las orejas, aplícalos después de secar. También pueden usarse polvos medicados para mantener las orejas secas y prevenir infecciones, especialmente en perros propensos a problemas auditivos.
La frecuencia de limpieza depende de la raza y el estilo de vida de tu perro. Los perros con orejas caídas o que nadan con frecuencia necesitan cuidados auditivos más regulares que aquellos con orejas erectas. Siempre consulta a tu veterinario para consejos personalizados.
Observa estos signos que podrían indicar una infección u otro problema auditivo:
Si notas alguno de estos, acude al veterinario rápidamente para evitar complicaciones.
Cuidar las orejas de tu perro es parte de la tenencia responsable de mascotas. La inspección regular, limpieza suave y atención rápida a cualquier problema contribuyen al bienestar general de tu perro. Al adquirir un perro, siempre elige un criador responsable o considera la adopción para evitar apoyar prácticas de cría no ética.