Los perros guía, también conocidos como perros de asistencia o perros guía para personas con discapacidad visual, son compañeros especialmente adiestrados e inteligentes que ayudan a las personas con discapacidad visual, incluyendo a personas ciegas y con visión parcial, a desplazarse por su entorno de forma segura e independiente.
Mucha gente valora el impresionante entrenamiento y las habilidades de los perros guía desde que son cachorros. Sin embargo, algunos aspectos cotidianos de la vida con estos perros de trabajo son menos conocidos, como el reto que supone limpiar después del perro cuando su dueño tiene visión limitada o nula.
Vamos a explorar cómo las personas con visión parcial gestionan eficazmente la limpieza tras sus perros guía, asegurando tanto la higiene como la responsabilidad.
Es importante reconocer que no todos los propietarios de perros guía son completamente ciegos; muchos tienen diferentes grados de visión parcial. Esto significa que algunos pueden ver cuando su perro hace sus necesidades y limpiarlas de manera habitual.
Para quienes tienen menos o ninguna visión, esta tarea puede parecer desafiante. Sin embargo, los perros guía son animales de trabajo profesionales, adiestrados con precisión para apoyar a sus dueños en todos los aspectos, incluidas las rutinas de higiene. Ayudan a que la vida diaria de su dueño sea más fácil y segura.
Los perros guía reciben un entrenamiento para sus necesidades que va más allá del típico adiestramiento para cachorros. Además de aprender a pedir salir y a controlar la vejiga y los intestinos hasta el momento adecuado, su entrenamiento incluye responder a comandos verbales específicos para hacer sus necesidades.
Los propietarios establecen un horario diario con pausas regulares para que sus perros guía puedan hacer sus necesidades, ajustado a la alimentación y hábitos naturales del perro. Los comandos más usados para indicarle al perro que debe hacer son, por ejemplo, "haz tus necesidades" o "hora de ir al baño".
Este entrenamiento permite a los propietarios indicar al perro que debe hacer sus necesidades bajo orden, sabiendo cuándo es el momento esperado.
Una de las adaptaciones inteligentes para las personas con discapacidad visual es interpretar el lenguaje corporal del perro mediante el tacto. La postura del perro mientras hace sus necesidades es distintiva: una espalda recta indica que está orinando, mientras que una espalda encorvada indica que está defecando.
Los propietarios pueden pasar la mano por la espalda del perro para detectar qué tipo de necesidad está haciendo sin necesidad de verla. Los perros guía machos también son entrenados para agacharse en lugar de levantar la pata, lo que facilita identificar la acción mediante el tacto.
Además, los perros guía están condicionados a aceptar el toque suave durante el aseo, permitiendo que sus dueños los tranquilicen o apoyen y limpien de inmediato.
Una vez que el perro guía termina sus necesidades, el propietario usa una bolsa para recoger los desechos, igual que cualquier dueño responsable. Aunque pueda parecer complicado debido a la discapacidad visual, la combinación de entrenamiento, rutina y retroalimentación táctil hace que este proceso sea manejable e higiénico.
Es importante destacar que, legalmente en algunas zonas de España, debido a la discapacidad, los propietarios de perros guía pueden tener exenciones para no recoger siempre los excrementos, pero la mayoría opta por mantener la limpieza y la higiene pública siempre que es posible.
Los propietarios de perros guía con visión parcial siempre llevan suministros esenciales para la limpieza, como bolsas para excrementos y, a veces, herramientas adicionales que facilitan una limpieza más sencilla y discreta. Llevar estos materiales asegura estar preparado para limpiar rápidamente, sin importar dónde o cuándo el perro necesite hacer sus necesidades.
Limpiar tras un perro guía cuando la visión es limitada requiere una combinación de adiestramiento profesional, rutina diaria, percepción táctil y buena preparación.
La dedicación y habilidades de los perros guía, junto con la ingeniosidad de sus dueños, aseguran que estas responsabilidades se afronten con dignidad y cuidado. Esto no solo apoya la independencia de las personas con discapacidad visual, sino que también mantiene los estándares de limpieza en la comunidad.