Muchos perros se emocionan cuando se dan cuenta de que van a hacer un viaje en coche, lo que a menudo provoca ladridos que pueden distraer al conductor y hacer que el trayecto sea estresante. Entender por qué tu perro ladra en el coche es el primer paso para ayudarle a mantenerse calmado y silencioso durante el viaje.
El entrenamiento con transportín proporciona un espacio seguro y cómodo para tu perro, reduciendo la ansiedad y la inquietud durante los desplazamientos. Enséñale que el transportín es un refugio positivo y no un castigo. Esta familiaridad ayuda a que se sienta protegido, lo que le permite estar más relajado en los viajes en coche. Además, el transportín ofrece seguridad física al evitar que el perro se mueva por el vehículo, lo cual puede ser peligroso.
Vale la pena invertir en un transportín adecuado para el coche. En casa, deja la puerta abierta para que tu perro lo acepte de forma voluntaria. En el coche, asegúralo con la puerta cerrada para que aprenda que es su refugio seguro durante el viaje.
Ofrecer un mordedor de buena calidad mientras tu perro está en el transportín ayuda a distraerle y calmarle. Masticar disminuye el estrés y proporciona estimulación mental, especialmente si contiene premios sabrosos dentro, como los que ofrecen marcas reconocidas.
Prueba diferentes tipos de premios para descubrir cuál prefiere tu perro. Tenerlos a mano durante el viaje contribuye a que se mantenga tranquilo y entretenido.
Si el entrenamiento con transportín no es posible, instala protectores solares en las ventanillas laterales del coche para reducir la exposición de tu perro a personas o animales que pasan, y que puedan desencadenar ladridos o intentos de abalanzarse. Esto limita los estímulos sin obstaculizar la visión del conductor por las ventanillas delanteras y traseras.
Entrenar a tu perro para que responda a la orden “silencio” es fundamental para reducir los ladridos. Practica primero en casa creando situaciones que normalmente provocan ladridos, luego di calmadamente “silencio” en cuanto tu perro deje de ladrar, recompensándolo de inmediato con un premio sabroso y elogios positivos.
Aplica esta técnica gradualmente en el coche, empezando con trayectos cortos en lugares familiares, aumentando poco a poco la dificultad a medida que tu perro mejora. La consistencia en el momento de dar la recompensa cuando tu perro se mantiene en silencio refuerza el comportamiento eficazmente.
Si tu perro ladra por excitación, miedo o ansiedad frente a sonidos o vistas específicas fuera del coche, utiliza la desensibilización gradual. Esto consiste en exponerlo repetidamente a esos estímulos en baja intensidad mientras recompensas la calma, ayudándole a crear una asociación positiva en lugar de reaccionar nerviosamente.
Realiza muchos viajes cortos, premiando la calma, aunque al principio pase desapercibida, y aumenta la exposición a entornos más concurridos a medida que tu perro gana confianza.
Además de transportines y protectores solares, los arneses de seguridad diseñados para perros mantienen a tu mascota sujeta y evitan que se desplace libremente, reduciendo la posibilidad de ladridos impulsivos o movimientos ansiosos dentro del vehículo.
Escoger el sistema de sujeción adecuado según el tamaño y temperamento de tu perro también hace que el viaje sea más seguro para todos los pasajeros.
Nunca recompenses directamente el ladrido. En su lugar, premia consistentemente el comportamiento tranquilo y silencioso para enseñar a tu perro lo que se espera de él. Recuerda que cambiar el comportamiento requiere tiempo: muchas sesiones cortas y positivas crean una calma duradera en el coche.
Cuando tu perro ladre a personas que pasan, distráelo con un premio tan pronto como vea a la persona, antes de que empiece a ladrar. Este refuerzo positivo crea una asociación entre ver a alguien y recibir premios por no ladrar.
Si estás buscando un cachorro o criadores responsables, asegúrate de elegir uno comprometido con el entrenamiento positivo y la socialización. Una tenencia responsable y una cría ética fomentan mascotas equilibradas que se adaptan mejor a viajar en coche.
Evitar que tu perro ladre en el coche implica identificar sus desencadenantes, usar el entrenamiento con transportín o protectores solares y aplicar métodos de entrenamiento suaves y consistentes como la orden “silencio” combinada con premios. La paciencia y herramientas de seguridad como los arneses de sujeción apoyan viajes tranquilos y seguros. Sigue estos pasos para disfrutar de trayectos calmados y sin sobresaltos con tu compañero canino.