Los arañazos y abrasiones leves en la piel son comunes en los perros y suelen ser superficiales. A menudo aparecen por zarzas, juegos bruscos o rascado. Aunque muchos sanan por sí solos, un cuidado adecuado ayuda a prevenir infecciones y acelera la recuperación.
Primero, asegura a tu perro de manera segura, usando un bozal si es necesario para evitar mordeduras. Luego, lávate bien las manos con agua caliente y jabón o un limpiador antiséptico como Hibiscrub. Recorta con cuidado el pelo alrededor de la herida si fuera necesario para acceder y limpiarla mejor.
Utiliza agua tibia y jabón suave para enjuagar el arañazo con delicadeza, evitando frotar. Enjuaga a fondo durante varios minutos para eliminar suciedad, restos y bacterias. Usa pinzas con punta roma para retirar con cuidado los restos en la superficie, pero nunca extraigas objetos incrustados profundamente, lo que requiere atención veterinaria.
Aplica una solución antiséptica segura para mascotas como un enjuague diluido de clorhexidina o povidona yodada. Evita usar agua oxigenada o alcohol, ya que pueden dañar el tejido delicado y retrasar la cicatrización. Limpia no solo la herida sino también una pequeña zona de piel sana alrededor.
Una vez limpia, aplica una pomada antibiótica recomendada por el veterinario o de venta libre para prevenir infecciones. Si tu perro tiende a lamer o rascar la herida, puede ser necesario protegerla. Usa una gaza estéril no adhesiva y absorbente, sujeta ligeramente con una venda de gasa para evitar hinchazón y mantener la circulación.
Considera el uso de un collar isabelino para impedir que tu perro manipule la herida, lo que puede introducir bacterias y retrasar la curación.
Revisa la herida dos veces al día en busca de signos de infección: enrojecimiento, hinchazón, pus, supuración o calor en la zona. Cambia y retira el vendaje al menos cada 24 horas o antes si se moja o ensucia. Tras 24 horas, si la herida está limpia y seca, suele ser mejor dejarla al aire para favorecer la cicatrización.
Consulta pronto con tu veterinario si el arañazo es profundo, extenso, sangra abundantemente o tiene restos que no pueden retirarse con seguridad. También pide ayuda si tu perro muestra molestias, la herida está inflamada o supurando, o aparecen síntomas generales como fiebre o letargo.
Los arañazos oculares menores requieren atención veterinaria, ya que razas como los cachorros de carlino (pug) son propensos a lesiones oculares que necesitan cuidado especial.
Respuesta rápida: No se recomienda el uso de paracetamol (Calpol) en perros, ya que puede ser muy peligroso salvo prescripción veterinaria.
Los perros metabolizan los medicamentos de forma distinta a los humanos, y el paracetamol puede causar daños graves en el hígado. Consulta siempre con tu veterinario sobre las opciones adecuadas para el alivio del dolor si tu perro tiene molestias tras una lesión.
Tener un botiquín de primeros auxilios bien equipado en casa te asegura estar preparado para pequeñas heridas como arañazos. Saber manejarlos adecuadamente reduce el estrés para tu perro y previene complicaciones. Usa siempre productos seguros para mascotas y no intentes tratar heridas profundas o graves sin guía profesional.
Recuerda que si bien las heridas leves suelen sanar en casa, el bienestar de tu mascota debe ser prioridad. Las revisiones veterinarias regulares y la atención rápida de las lesiones protegen la salud y felicidad de tu perro.