Los perros son animales de costumbres y se sienten bien cuando tienen una rutina diaria establecida, incluyendo horarios para comer, pasear y momentos de tranquilidad. La mayoría de los perros logran dormir toda la noche tras superar la etapa de cachorro, cuando todo les resulta nuevo y emocionante y sus necesidades de ir al baño disminuyen.
No obstante, algunos perros sufren inquietud o insomnio, despertándose varias veces por la noche y con dificultad para volver a dormirse. Estos despertares nocturnos afectan tanto el bienestar del perro como la calidad del sueño de sus dueños. Con cuidados y ajustes suaves, puedes ayudar a tu perro a descansar mejor.
En esta guía, exploramos los factores clave que influyen en el sueño canino y compartimos formas prácticas para promover noches pacíficas para tu perro inquieto.
Una causa común de interrupción del sueño en perros es la necesidad de ir al baño durante la noche. Para prevenirlo, siempre ofrece a tu perro la oportunidad de aliviarse justo antes de ir a dormir, idealmente a la misma hora cada noche.
Ajusta los horarios de la cena para que la última comida del perro se ofrezca entre dos y cuatro horas antes de acostarse. Evita dar grandes cantidades de comida o golosinas en la noche, ya que pueden aumentar las ganas de ir al baño nocturno.
El ejercicio regular es esencial para todos los perros, pero el momento y el tipo de actividad influyen en cómo duermen. Razas activas como el Border Collie necesitan mucha estimulación física y mental.
Si tu perro recibe un solo paseo largo por la mañana y luego descansa gran parte del día, podría tener energía acumulada por la tarde y la noche. Dividir los paseos en dos sesiones — una por la mañana y otra al final de la tarde o temprano en la noche — ayuda a gastar energía, reduce las siestas diurnas y favorece un mejor descanso nocturno.
Alimentar a tu perro con dos o tres comidas pequeñas a lo largo del día ayuda a regular su hambre y niveles de energía. Asegúrate de que la última comida se sirva unas horas antes de acostarse para mayor comodidad sin necesidad de ir al baño durante la noche.
La calidad del lugar donde duerme tu perro es fundamental. Una cama demasiado fría, dura o incómoda puede alterar su descanso. Muchos perros, especialmente los de pelo fino o los mayores, sienten frío durante la noche si la calefacción está apagada.
En invierno, considera calentar la cama con mantas o almohadillas térmicas seguras para mascotas o ubicarla en una habitación más cálida y sin corrientes. Añadir ropa de cama acogedora y asegurar que el área de descanso sea tranquila y sin interrupciones también fomenta el sueño reparador.
Los ruidos o movimientos fuera de casa pueden provocar que perros sensibles se despierten varias veces por la noche. Si tu perro reacciona mucho a sonidos o movimientos, prueba a cambiar su lugar de dormir a una habitación más silenciosa, alejada de ventanas o puertas que den a calles concurridas.
Usar máquinas de ruido blanco, música clásica suave o cerrar cortinas para disminuir distracciones visuales ayudan a que tu perro bloquee los ruidos ambientales y se relaje mejor.
La música suave y tranquila durante la noche puede calmar a perros ansiosos o inquietos. Productos como difusores o collares con feromonas apaciguantes para perros (Feliway DAP) pueden ayudar a reducir la ansiedad y promover la relajación.
Rutinas de acostarse que incluyan caricias tranquilas o masajes suaves en zonas como la cabeza, cuello y hombros indican a tu perro que es hora de calmarse.
Con la edad, los patrones de sueño de los perros pueden cambiar. Pueden despertarse más por molestias, artritis o declive cognitivo. Mantener revisiones veterinarias periódicas es clave para detectar problemas de salud que causen inquietud nocturna.
Tu veterinario puede recomendar suplementos o tratamientos específicos para la edad que apoyen la salud cerebral y el confort, ayudando a establecer una rutina de sueño nueva que se adapte a sus necesidades.
Ayudar a un perro inquieto a dormir bien requiere una combinación cuidadosa de rutina, ejercicio, ambiente y a veces ayudas suaves. Al controlar las necesidades de baño, ajustar paseos y horarios de comida, crear un espacio acogedor y minimizar el estrés, favoreces que tu mascota descanse tranquilamente toda la noche.
Si tu perro sigue teniendo problemas después de poner en práctica estos consejos, consultar con el veterinario es fundamental para descartar causas médicas y obtener recomendaciones personalizadas para tu fiel compañero.
Recuerda, un perro bien descansado es un perro más feliz y saludable — para noches tranquilas para ti y tu amigo peludo.