Los gatos son meticulosos en su aseo, dedicando mucho tiempo a limpiarse para mantener su piel y pelaje saludables. Sin embargo, como propietario, es importante apoyarles con un cepillado regular. Para gatos Maine Coon o razas de pelo largo, el cepillado diario es especialmente recomendable. Esto ayuda a eliminar el pelo suelto, reduce las bolas de pelo y permite revisar de cerca la piel para detectar problemas antes de que se agraven.
Con esto en mente, te presentamos cinco problemas cutáneos comunes en los gatos, acompañados de consejos para reconocerlos y así poder acudir al veterinario a tiempo, ayudando a que tu gato esté cómodo y sano.
La Dermatitis alérgica por pulgas es una reacción alérgica a la saliva de las pulgas. Incluso la picadura de una sola pulga puede provocar picor intenso, enrojecimiento, dolor e incluso pérdida de pelo. Los gatos pueden rascarse o acicalarse en exceso, causando heridas y costras. Las pulgas suelen ser difíciles de detectar sin un peine especial, por eso es vital usar tratamientos antipulgas preventivos aprobados por veterinarios en España.
El tratamiento para la DAP consiste en eliminar las pulgas con productos veterinarios, reducir el picor con antiinflamatorios y tratar infecciones secundarias con antibióticos según prescriba el veterinario.
Los gatos pueden desarrollar alergias a sustancias del entorno como el polen, ácaros del polvo o ciertos ingredientes alimentarios. Las reacciones alérgicas en la piel suelen causar picor, enrojecimiento, pérdida de pelo y a veces protuberancias o erupciones. Identificar los desencadenantes puede ser complejo, pero el veterinario puede ayudar mediante pruebas como dietas de eliminación.
El manejo incluye evitar alérgenos conocidos, cambiar la dieta si se sospecha alergia alimentaria, y usar medicamentos como antihistamínicos o corticosteroides. Controlar el entorno y proteger la barrera cutánea con productos de cuidado suaves es fundamental.
La tiña es una infección fúngica contagiosa que afecta piel y pelo. Se presenta como zonas circulares elevadas con pérdida de pelo y bordes rojos y escamosos. No suele causar picor pero puede contagiarse a otros animales y personas. El diagnóstico veterinario mediante cultivo fúngico y tratamiento con antifúngicos es imprescindible.
Para evitar contagios se recomienda buena higiene, evitar contacto directo hasta que la infección desaparezca y desinfectar regularmente camas y zonas donde habite el gato.
La dermatitis miliar se caracteriza por pequeñas protuberancias costrosas, normalmente causadas por alergias o picaduras de pulgas. Los gatos afectados presentan picor, piel enrojecida, úlceras posibles y tendencia a lamerse o rascarse frecuentemente. Es un síntoma de causas subyacentes como pulgas o alergias que requiere diagnóstico veterinario.
El tratamiento se enfoca en la causa, incluyendo control antipulgas, manejo de alergias y remedios calmantes para la piel recomendados por el veterinario.
El acné felino afecta la zona del mentón y labios, manifestándose con puntos negros, espinillas o granos similares al acné humano. Algunos gatos experimentan picor o pérdida de pelo en esa área, otros sólo muestran síntomas leves que se detectan al tocar la piel. La mala higiene, el estrés o infecciones pueden influir.
El veterinario puede recomendar antisépticos tópicos o antibióticos si es necesario, junto con consejos para mejorar la higiene del mentón y prevenir brotes. En algunos casos, el manejo es continuo.
Independientemente del problema, signos que requieren atención veterinaria incluyen rascado, mordisqueo o lamido excesivo, pérdida visible de pelo, piel inflamada o enrojecida, heridas o costras, formación de costras y cambios en la textura u olor de la piel. Detectar y tratar a tiempo mejora el bienestar de tu gato.
Las revisiones veterinarias regulares y la atención rápida a los problemas cutáneos ayudan a promover una vida larga y feliz para tu compañero felino. Si sospechas que tu gato sufre alguno de estos problemas de piel comunes, acude a tu veterinario para confirmar el diagnóstico y comenzar el tratamiento adecuado.